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Hay oportunidades, pero también un gran riesgo

Opciones para invertir en los países rescatados

Portugal e Irlanda presentan las mejores oportunidades, frente a la inestabilidad persistente en Grecia y Chipre, según los expertos. La renta variable y los bonos corporativos, las opciones más atractivas.

Thinkstock

Encontrar un equilibro entre el riesgo y la rentabilidad. Esa es la premisa básica que siguen los inversores.A mayor riesgo, mayores intereses, pero a costa de asumir peligros también más altos. Por esta razón, los países europeos rescatados (Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre) pueden resultar una opción sugerente para los inversores con más disposición al riesgo. Los expertos creen que existen ciertas oportunidades aunque avisan que la situación económica no es la misma en estos cuatro estados y, sobre todo, que hay una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta para evitar disgustos.

“El acceso al crédito del sector privado es pobre, la demanda doméstica decrece, al igual que la tasa de ahorro, el desempleo alcanza cifras récord y el proceso de desapalancamiento público y privado no ha acabado”. Es el escenario que dibuja Victoria Torre, analista de Self Bank. Otra cuestión no menor es la temida inestabilidad política en Portugal en las negociaciones para el presupuesto de 2014 o la más que probable necesidad de un nuevo rescate para Grecia. Estas circunstancias llevan a los analistas a recelar de la deuda soberana, el principal termómetro para medir la capacidad de los países de hacer frente al pago de su deuda.

Las oportunidades se localizan más en la renta variable y en los bonos corporativas de algunas empresas de estos países. Peter Garnry, Jefe de Renta Variable de Saxo Bank, recuerda que “los mercados de renta variable siguen cotizando por debajo de su valoración media histórica y se espera que experimenten una reversión gradual a lo largo de los próximos años. En un marco de incremento del crecimiento, con una presión inflacionaria benigna, la renta variable se encuentra entre los tipos de activos más atractivos”. Dentro de los mercados europeos que señala como más interesantes está el irlandés.

En cuanto a los bonos corporativos, las bajadas de rating por debajo del grado de inversión de muchas compañías y la dificultad de obtener crédito bancario, que incrementa la financiación vía mercados de capitales, están aumentando la oferta de este tipo de activos. “Esto, junto con el incremento de la demanda por parte de los inversores en busca de rentabilidades superiores, está generando un mercado cada vez más líquido y dinámico”, afirma Torre. Portugal e Irlanda ofrecen más oportunidades en este campo que Grecia, donde persiste una mayor inestabilidad. “Recomendamos seguir compañías con alta capacidad de generación de caja, con niveles de endeudamiento sostenibles, modelos de negocio con visibilidad en el medio plazo y una cuenta de resultados no excesivamente dependiente de un único mercado, en especial el doméstico”, explica.

Daniel Pingarrón, analista de IG Market, considera que “Portugal puede representar la mejor relación rentabilidad- riesgo de los tres; pero siendo conscientes de que cualquier capital invertido en activos portugueses puede provocar pérdidas muy importantes, por lo que no se debe mantener una exposición demasiado importante, tratando de diversificar con otras opciones de mucho menos riesgo”. Otros expertos descartan totalmente invertir en países rescatados.“Es tarde para ello. El momento para entrar era cuando había más pánico”, estima Luis Benguerel, analista de Interbrokers.

Portugal: pendientes de la frágil coalición de Gobierno.

Irlanda: el más estable de todos los intervenidos.

Grecia: la tercera ayuda se da por hecha y agita el temor.

Chipre: desplome tras un rescate que sienta precedente.

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