Microsoft busca consejero delegado para competir con Google y Apple
El deterioro de las cuentas en el cuarto trimestre ha podido acelerar los cambios
Sacudida en la industria tecnológica. Microsoft anunció este viernes que el consejero delegado, Steve Ballmer, se retirará en los próximos 12 meses, una vez se complete el proceso de elección de un sucesor. El directivo, que sustituyó en el cargo a Bill Gates en 2000, continuará dirigiendo la compañía hasta que se nombre un nuevo máximo responsable.
Eso sí, Microsoft ya está trabajando en esta difícil tarea. El gigante de Redmond ha formado un comité especial para llevar a cabo el proceso de búsqueda de sucesor, que estará dirigido por John Thompson, consejero independiente del grupo (es también consejero delegado de Virtual Instruments y ex presidente de Symantec), y contará con la presencia de Bill Gates, actual presidente del consejo, así como los consejeros como Chuck Noski (ex vicepresidente de Bank of America) y Steve Luczo (presidente de Seagate). Microsoft indicó que el comité va a considerar tanto candidatos externos como internos y trabajará con la firma de cazatalentos Heidrick & Struggles International.
El anuncio tuvo un gran impacto en las bolsas. Nada más confirmarse la salida de Ballmer, las acciones de Microsoft se dispararon un 9%.
Muchos inversores y analistas coinciden en que Ballmer debería de haberse marchado antes. En su opinión, el grupo no ha sabido hacer frente al cambio de tendencia en la era post-PC, marcada por la caída de ventas de los ordenadores, en los que Windows es líder, y el avance de segmentos como los smartphones y los tablets, donde la posición de Microsoft es débil. Según Gartner, su Windows Phone registró una cuota del 3,3% en el área de los sistemas operativos para smartphones en el segundo trimestre, lejos del 14,2% del iOS de Apple y del 79% del Android de Google.
Parece claro que el trabajo del nuevo consejero delegado será fortalecer la posición de Microsoft en el móvil, y recuperar posiciones frente a Apple y Google. Además debe recuperar la iniciativa en áreas como los servicios, el cloud computing, los servidores, las búsquedas online y las consolas de videojuegos.
La firma ha empezado a trabajar en esa dirección. En julio anunció una amplia reestructuración con la creación de cuatro grandes áreas: sistemas operativos (con Windows, Windows Phone y el sistema operativo de la Xbox), dispositivos (con los negocios del tablet Surface), aplicaciones y cloud.
Ahora, distintos medios estadounidenses coinciden en que Microsoft ha acelerado la sustitución de Ballmer por el deterioro en las cuentas. Pese a que es todavía una empresa muy rentable, en su cuarto trimestre fiscal, la firma registró unos ingresos de 19.900 millones de dólares y un beneficio por acción de 0,59 dólares, lejos del consenso de las previsiones de los analistas que apuntaban a unos ingresos de 20.740 millones y una ganancia por título de 0,75 dólares.
En este escenario, Microsoft ha iniciado una nueva etapa. La empresa está empeñada en ganar posiciones en los nuevos negocios porque, los resultados futuros están en juego.
Ballmer, quinto accionista de la compañía
Steve Ballmer es en la actualidad el quinto accionista de Microsoft con el 4% del capital, solo por detrás de Blackrock con el 5,53%, Capital Group con el 5,10%, Bill Gates con el 4,78% y Vanguard Group con el 4,30%. Es decir, su peso en el accionariado es notable.
Ballmer cuenta con algo más de 333 millones de acciones de Microsoft, que en esto momento tendrían un valor de mercado superior a 11.500 millones de dólares. En la última lista de Forbes de los hombres más ricos del mundo, Ballmer aparecía en el número 19.
Su trayectoria en la compañía es amplia. Tras dos años en Procter & Gamble, se incorporó en 1980, convirtiéndose en el empleado número 30 de la empresa. En 1998 fue nombrado presidente, asumiendo la gestión del día a día, y en enero de 2000 pasó a ser consejero delegado. En su trayectoria total en el grupo, Microsoft ha pasado de ser una empresa con 30 empleados y una facturación anual de 7,5 millones de dólares, a ser una corporación con casi 100.000 trabajadores y un volumen de negocio anual de 100.000 millones.
En su despedida, Ballmer afirmó que no hay un tiempo perfecto para este tipo de transición, “pero ahora es el momento correcto”. El directivo, que aseguró que ha mantenido un compromiso emocional del 100% con Microsoft, dijo que la empresa necesita una nueva dirección con objetivos a largo plazo. “Doy este paso porque es lo mejor para la compañía que amo”, afirmó.
John Thompson, presidente del comité para la búsqueda del sucesor de Ballmer, indicó que estarán enfocados en elegir un consejero delegado que trabaje con la dirección del grupo y ejecute la estrategia de la empresa en una industria altamente competitiva.
Comienzan las quinielas sobre posibles sucesores
La salida de Ballmer ha provocado la aparición de las primeras quinielas en la industria sobre sus posibles sustitutos.
Dentro del grupo suenan Kevin Turner, jefe de Operaciones; Terry Myerson, vicepresidente de Sistemas Operativos; Julie Larson-Green, vicepresidenta de Dispositivos; Satya Nadella, vicepresidente de Cloud; Tony Bates, vicepresidente de Desarrollo de Negocios y Qi Lu, vicepresidente de Aplicaciones y Servicios.
Fuera del grupo suena Vic Gundotra, vicepresidente de Google, y ex alto directivo de Microsoft hasta 2006. De él se dice que conoce bien todo el ámbito de los desarrolladores de software además de la cultura empresarial del gigante del software.