“Un ideal por el que estoy dispuesto a morir”
Nelson Mandela, 20 de abril de 1964
"El Gobierno a menudo responde a las críticas diciendo que los africanos de Sudáfrica tienen mejor situación económica que cualquiera de los otros habitantes del resto de África. Yo desconozco si esta afirmación es correcta o no, y dudo que se pueda trazar una comparación sin tener en cuenta los índices del coste de vida de esos países. Pero aunque fuera cierto, en lo que concierne a los africanos es irrelevante.
Nuestra queja no es que nosotros seamos pobres en comparación con la gente de otros países, sino que nosotros somos pobres en comparación con los blancos de nuestro propio país, y que la legislación nos impide alterar ese desequilibrio.
La ausencia de dignidad humana experimentada por los africanos es el resultado directo de la política de la supremacía blanca. La supremacía blanca implica la inferioridad de los negros. La legislación diseñada para preservar la supremacía blanca se atrinchera en esa idea. Tareas domésticas en Sudáfrica son siempre llevadas a cabo por africanos. Cuando algo tiene que ser cargado, o limpiado, el hombre blanco busca a su alrededor un africano que lo haga por él, sea o no su empleado. Por este tipo de actitud, el blanco tiende a considerar a los africanos como una clase a parte. No los consideran gente que tiene sus propias familias; no se dan cuenta de que tienen emociones: de que se enamoran como la gente blanca, que quieren estar con sus mujeres y sus hijos como los blancos quieren estar con los suyos, que quieren ganar suficiente dinero para sustentar a sus familias, alimentarles, y vestirles, y mandarlos al colegio. ¿Qué sirviente, jardinero o trabajador puede aspirar a eso?
Los africanos quieren que se les pague un salario mínimo. Los africanos quieren llevar a cabo el trabajo del que son capaces, y no el trabajo del que el Gobierno les declara capaces. Los africanos quieren que se les permita vivir allí donde pueden conseguir trabajo, y no estar excluidos de un sitio por no haber nacido ahí. Los africanos quieren que se les permita poseer su propia tierra donde trabajan, y no estar obligados a vivir en casas de alquiler que nunca pueden llamar suyas. Los africanos quieren ser parte de la población general, y no estar confinados a vivir en sus guetos. Los hombres africanos quieren vivir con sus mujeres e hijos donde trabajen, y que no se les fuerce a una existencia antinatural en pensiones para hombres. Las mujeres africanas quieren estar con sus compañeros masculinos y no estar enviudadas de manera permanente en las Reservas. Los africanos quieren que se les permita estar en la calle después de las once de la noche, y no estar confinados en sus habitaciones como niños. Los africanos quieren que se les permita viajar en su propio país, y buscar trabajo donde quieran, y no donde les diga el buró de empleo. Los africanos sólo quieren una porción de todo Sudáfrica, quieren seguridad y participación en la sociedad.
Por encima de todo, nosotros queremos derechos políticos igualitarios, porque sin ellos nuestras desventajas serán permanentes. Sé que esto suena revolucionario para los blancos de este país, porque la mayoría de los votantes serán africanos. Esto es lo que hace que el hombre blanco tema la democracia.
Pero no se puede permitir que ese miedo se interponga en el camino hacia la única solución que garantizará armonía racial y libertad para todos. No es verdad que la emancipación de todos resulte en dominación racial. La división política, basada en el color de la piel, es completamente artificial, y cuando desaparezca también desaparecerá la dominación de un grupo de color sobre el otro. El partido ANC se ha pasado medio siglo luchando contra el racismo. Cuando triunfe no cambiará esa política.
Esto es todo por lo que lucha el partido ANC. Su batalla es en realidad una batalla nacional. Es una batalla de la gente africana, inspirada por sus propios sufrimientos y su propia experiencia.
Es una batalla por el derecho a vivir.
A lo largo de mi vida me he dedicado a la lucha por los derechos de los africanos. He luchado contra la dominación blanca, y he luchado contra la dominación negra. He amado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que todas las personas vivan juntas en armonía, con igualdad de oportunidades.
Es un ideal por el que espero vivir y conseguir. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir".
Traducción: Lucía Cores
LECCIONES DE LOS LÍDERES. Sección elaborada por profesores de Esade que analiza algunos de los principales discursos de los cien últimos años bajo la óptica de las lecciones que pueden extraerse para el management.
Un líder frente a su destino
La aldea global está cambiando a ritmo muy acelerado. Los tiempos de crisis son momentos de cambio. El desafío de los líderes es promover modelos sistémicos positivos para estimular el máximo potencial de cada persona en su empresa. Co-inspirando con sus equipos multidisciplinares se enfrentan a situaciones actuales complejas y de gran incertidumbre. Los resultados de sus inspiraciones han demostrado que no están satisfechos con el status-quo de los políticos que dirigen Occidente, por las injustas decisiones especulativas que nos han llevado a la situación actual.
Co-inspirar significa trabajar duro, con el máximo esfuerzo, para lograr objetivos ambiciosos para abrir fronteras. Este modelo sistémico de dirigir no se rinde con facilidad, desarrolla seguidores con talento, con tenacidad, perseverancia, confianza, respeto y compromiso, valores que se pueden modelar con ejemplos y experiencias prácticas. La prueba del modelo es la coherencia entre la visión-misión y sus estrategias y políticas de cada día. Si el conjunto de stakeholders no observa disonancias en las decisiones la motivación por el trabajo está en su máxima dimensión.
UNA VIDA DE COMPROMISO
Nelson Mandela es un líder que ha tomado decisiones de riesgo máximo y no ha rehuido situaciones de gran complejidad e incertidumbre. Sus valores y creencias proceden de sus orígenes tribales, fueron registrados en su infancia, y su liderazgo ha contribuido al desarrollo del modelo sistémico positivo que lo transportó a la Presidencia del Gobierno y pacificación de su sociedad.
La agenda existencial de N. M. ha sido turbulenta, pero intentó no desviarse de sus metas para lograr su sueño más anhelado: la convivencia interracial de su pueblo.
Este sueño antecedente de su visión a larga distancia se ha basado en su energía, su generosidad y compasión, su positiva ambición de pensar sin limitaciones, su perseverancia frente al posible desánimo, en momentos de reclusión, su tenacidad en no desviar su estrategia y su madurez personal labrada a lo largo de sus meditaciones, para diferenciar su primera etapa de no violencia de su segunda más enfrentada de lucha abierta para conseguir su libertad y la de sus seguidores.
Un propósito de vida con identidad propia, apegado a sus orígenes, demostrando el máximo respeto a sus dioses guerreros de paz. El sueño de despertar un país más justo y equilibrado en sus aspectos sociales y económicos.
El modelo sistémico de N. M. basado en co-inspirar e influir a sus seguidores para soñar, despertar y guiar las emociones positivas y negativas con los valores y creencias para la acción. El objetivo en su primer diseño fue alcanzar la libertad e igualdad con una justicia distributiva y equitativa. La voluntad determinista de N. M. ha sido un atributo de magnetismo vital que ha impregnado en la sociedad de blancos y negros.
Esta forma de ser es un reflejo constante del yo interior que madura frente a las situaciones difíciles, que le permite dar más esfuerzo cuando sus rivales empiezan a desfallecer. Es la perseverancia para transformar un entorno social y económico. Un principio de vida personal que co-inspira con sus seguidores para lograr relaciones más positivas y trascendentes.
Este modelo sistémico positivo se ha encontrado en personalidades bien distintas en sus orígenes cuando han coincidido en sus momentos y decisiones de mayor complejidad. Mahatma Gandhi, John F. Kennedy, Juan Pablo ll, Juan XXIII, Vicente Ferrer, María Teresa de Calcuta... Y es el modelo para infinidad de pequeñas y medianas empresas con sus líderes emprendedores.
Reflexiones desde prisión que transmite al capitán del equipo de Rugby antes del partido final: “Gracias al Dios que fue por mi alma soy el amo de mi destino y el capitán de mi alma”.