Cinco claves para invertir tras la bajada de tipos
El Ibex conserva su potencial tras ganar el 43% desde mínimos Los depósitos se resienten con la rebaja de tipos La apuesta segura de la rentabilidad por dividendo
1. El Ibex conserva su potencial tras ganar el 43% desde mínimos
La Bolsa española está consiguiendo consolidar el avance que inició el pasado mes de julio, cuando marcó el mínimo de la presente crisis, en los 5.956,3 puntos. Desde entonces ha recuperado el 43,4% aunque no sin sobresaltos, en especial los sufridos en febrero de este año ante la incertidumbre que causaron en el mercado las elecciones italianas –que resultaron en un caos político que solo se ha despejado dos meses después– y ante el convulso rescate de Chipre, una suerte de experimento en la zona euro en el que por primera vez se exige contribuir a los ahorradores en depósitos y que a punto ha estado de llevarse por delante el principio que garantiza los ahorros de menos de 100.000 euros.
El Ibex logró el viernes recuperar la cota de los 8.500 puntos, después de haber cerrado el mes de abril con un alza del 6,3%, la mayor subida mensual desde el pasado mes de agosto. Las Bolsas se resintieron ligeramente el jueves tras la reunión del BCE, que no cumplió al cien por cien con las expectativas al no anunciar medidas concretas en favor del crédito a las pymes. Pero, según apuntan los expertos, el fondo alcista de mercado se mantiene. “El tono del mercado sigue siendo positivo. El BCE está comprando con su política el tiempo necesario para que los gobiernos hagan los deberes y eso permite que los mercados de deuda continúen relajados”, apunta Jesús de Blas, director de renta variable de Crédit Agricole Mercagentes, que no prevé cambios “más allá de una ligera corrección”.
Para Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp Patrimonios, “el Ibex va a intentar consolidar posiciones en el entorno entre los 8.200 y los 8.500 puntos”. En su opinión, “los mercados están más tranquilos, el BCE ha devuelto la estabilidad necesaria para ganar confianza”.
La debilidad de la economía española y europea es evidente, aunque no es obstáculo para un avance bursátil que está sostenido por el compromiso del BCE de adoptar medidas que contribuyan a la recuperación de la confianza perdida y por el ejemplo de otros bancos centrales, como la Reserva Federal o el Banco de Japón, cuyas inyecciones de liquidez contribuyen a alimentar el rally de los mercados a nivel global. Así, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, está detrás de los máximos históricos en los que cotiza Wall Street, donde se han recuperado los niveles previos al estallido de la presente crisis.
El Ibex 35, al igual que otros índices europeos como el Cac o el Euro Stoxx –no así el Dax alemán– está aún muy lejos de recuperar los niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers. Cotiza a una distancia del 86,6% del máximo histórico de noviembre de 2007 y todavía un 2,1% por debajo del máximo de 2013.
2. La deuda soberana no conoce aún el vértigo
Tarde o temprano tendrá que haber una recogida de beneficios, pero no será drástica ni significativa. La liquidez que circula en los mercados en busca de rentabilidad es inmensa y eso se nota en los precios de la deuda soberana y en las primas de riesgo”. Así resume Ignacio Victoriano, analista de renta fija de Renta 4, la situación de la deuda soberana española, que registra un espectacular rally desde el pasado verano, cuando cotizaba a niveles que preludiaban un rescate.
El regreso paulatino de la confianza hacia la deuda soberana española –cuya rentabilidad se mueve a la inversa del precio– se refleja en la fuerte caída del rendimiento que exige el mercado para comprar títulos a diez años. Así, el bono a ese plazo ha pasado de cotizar al 7,6% en julio pasado al 4,04% del viernes, en que incluso perforó el nivel del 4% por primera vez desde 2010. “En el mercado de renta fija las cosas no pueden ir mejor. Y la relajación no es exclusiva de nuestro país, sino que en Francia, Austria o Bélgica las rentabilidades de los bonos a diez años marcan mínimos históricos, mientras que en Portugal también desciende a sus cotas más bajas desde 2010”, señala Victoria Torre, responsable de análisis y producto de Self Bank.
El entorno de mayor estabilidad de los mercados, que han encontrado un valioso punto de apoyo en los bancos centrales, está animando a los inversores a buscar rentabilidad en lugares de los que hace meses huían. Así, la deuda soberana de España o Italia, países de los que ya no se teme por su capacidad de financiación, se ha convertido en una opción atractiva por su rentabilidad, una vez agotado el filón de la deuda alemana. Además el bund germano, con un rendimiento del 1,24%, está perdiendo cada vez más su condición de refugio, a medida que se va reduciendo la presión sobre el resto de la deuda soberana del euro.
El Banco de Japón se ha convertido en otro elemento determinante para la continuidad del rally de la deuda europea. Su nuevo gobernador, Haruhiko Kuroda, anunció a principios de abril una ofensiva sin precedentes por la que, a golpe de compras de deuda, duplicará en al menos dos años la base monetaria del país, que ya ha marcado en abril máximo histórico por segundo mes consecutivo. Como resultado de esas compras, que desinflan los precios, la inversión se está trasladando a la deuda europea, más rentable. El bono francés a diez años ha pasado en el mes del 2% al 1,6% del mínimo histórico del jueves.
3. Los depósitos se resienten con la rebaja de tipos
El nuevo escenario que plantean las medidas de los bancos centrales y la prórroga concedida a algunos países de la zona euro para cumplir con los objetivos de reducción de déficit tiene también efectos sobre el ahorro y, en definitiva, sobre las ofertas de las entidades financieras.
La rebaja de tipos decidida por el BCE esta semana es un nuevo golpe para la rentabilidad de los depósitos bancarios españoles, que ya ha menguado notablemente a raíz de la recomendación lanzada en diciembre por el regulador por la que las entidades financieras no deben retribuir con más del 2,75% las imposiciones a más de dos años. El abaratamiento del precio del dinero es enemigo del negocio bancario, puesto que deja menos margen de maniobra a la operativa tradicional, la de conceder créditos a un interés que supere aquel al que se remuneran los ahorros de los clientes. Y la nueva bajada de tipos contribuye a desinflar aún más una guerra del pasivo que ya no es lo que era y de la que solo disfrutan ya los ahorradores más preciados para las entidades.
La banca española aún tiene margen para remunerar con libertad al menos el 15% de sus depósitos, lo que deja el resquicio para que incluso la banca nacionalizada ofrezca rentabilidades superiores a los límites que recomienda el Banco de España. Así, Bankia llega a ofrecer el 3% a un año y el 3,25% a año y medio a sus mejores clientes.
La banca extranjera, y en especial la que opera en nuestro país como sucursal y está por tanto adscrita al regulador del país de origen, también se mantiene en la brecha de la remuneración. Es el caso del portugués Espírito Santo, con depósitos al 3,2% a un año.
4. El euro conjura su debilidad gracias a la Fed y el Banco de Japón
Las divisas y materias primas son terreno reservado a los inversores más atrevidos, dispuestos a soportar las mayores dosis de volatilidad que caracterizan estos activos. Lo recomendable es acceder a ellos no tanto de forma directa sino a través de fondos de inversión en los que diversificar posiciones y en los que poder delegar en un gestor especializado la toma de decisiones. Aunque los riesgos sigan siendo los mismos.
Y del mismo modo que las inyecciones de liquidez de los bancos centrales, en especial las de la Reserva Federal y el Banco de Japón, influyen en los mercados de deuda y de renta variable, también tienen impacto, incluso en mayor medida, en el mercado de divisas. Su influencia está siendo capaz de frenar la depreciación del euro frente al dólar, el movimiento que en principio se adivinaría más lógico a la vista de la mayor fortaleza de la economía estadounidense frente a la europea.
“El euro seguirá en una posición fuerte en los próximos meses, sin perder de vista el nivel de los 1,30 dólares”, señala Daniel Álvarez, analista de XTB Traders. La divisa europea ha logrado superar la grave crisis de la deuda soberana, que ha amenazado la capacidad de financiación en el mercado de pesos pesados como Italia o España y provocó la caída y el rescate de Grecia, Irlanda, Portugal y, más recientemente, Chipre.
El euro retrocedió a los 1,20 dólares el pasado julio, cuando la deuda soberana española e italiana marcaron máximos y desencadenaron el anuncio del plan de compras del BCE. La divisa europea se ha recuperado desde entonces hasta los 1,36 dólares marcados en febrero. En cuanto al yen, se ha depreciado con fuerza con la reciente política de compras masivas del Banco de Japón. Ha pasado en un mes de 119 a 129 unidades por euro.
5. La apuesta segura de la rentabilidad por dividendo
Con la guerra del pasivo atravesando sus horas bajas y la deuda a diez años en niveles de octubre de 2010, muchos inversores empiezan a mirar ahora a la rentabilidad de los dividendos.
En este apartado el Ibex se sitúa a la cabeza de Europa. Pese a que en el año solo ha subido un 4,62% frente al 6,7% y el 7,4% de Bolsas como alemana o la francesa, la elevada rentabilidad por dividendo del índice puede jugar un papel importante de cara a futuras inversiones.Tras cerrar 2012 con una rentabilidad media del 6,9%, según el informe de mercado elaborado por la Bolsa de Madrid, concluyó abril en el 5,98%, por delante del Dax alemán (3,4%), el Cac francés (3,62%), elFTS británico (3,67%) y el Euro Stoxx (4,3%).
Entre las cotizadas con una rentabilidad por dividendo más elevada se encuentra Santander. De acuerdo a las estimaciones del consenso de los analistas consultados por Bloomberg, esta alcanza el 11%. La entidad, que en lo que va de año ha realizado dos ampliaciones de capital como parte del programa de dividendo flexible, es una de los máximos representantes de la fórmula del scrip dividend. Desde que en 2009 hiciera uso de este recurso hasta la actualidad el banco ha permanecido fiel a la estrategia que sus competidores han imitado.
Santander, cuyos títulos se sitúan en los 5,584 euros entregará este año 0,60 euros por acción en concepto de reparto de los beneficios.
Muy cerca de la anterior se encuentra Ferrovial con una rentabilidad por dividendo del 9,9%. El próximo 23 de mayo la compañía entregará 0,25 euros por acción como complemento al dividendo de un euro por acción correspondiente a los resultados de 2012. Sus títulos se sitúan en la actualidad en los 2,6 euros.
BME, con una rentabilidad por dividendo del 9,57%, se lleva la medalla de bronce. Aunque mucho se ha dudado de la sostenibilidad de su política retributiva, esta semana la junta general dio su visto bueno a la entrega de 0,142 euros por acción.El dividendo extraordinario se suma a los 0,6 euros que la compañía entregará el próximo 10 de mayo con cargo a las cuentas del pasado ejercicio.
Las otras cotizadas que según las estimaciones de los analistas cuentan con una rentabilidad por dividendo superior a la media del índice de la Bolsa española son CaixaBank (8,18%), Iberdrola (8,14%), Telefónica (7,25%) e Indra (6,6%).
El caso de la compañía de telecomunicaciones es uno de los más llamativos.Después de que en julio anunciara que suspendía su dividendo para contribuir a la reducción de sus deuda, está previsto que a lo largo de este año y comienzos del que viene reparta 0,75 euros por acción.
A poca distancia, pero ya por debajo del 5,98% se encuentran Acciona (5,78%), Repsol (5,72%), BBVA (5,7%), Red Eléctrica (5,48%), ACS(5,47%), GasNatural (5,4%) y Enagás (5,14%).
Las compañías con una rentabilidad por dividendo más baja son Sabadell(0,63%), Inditex (1,76%) y Dia (1,87%).
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