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El bono a 10 años registra su mejor dato desde octubre de 2010

El Ibex cierra con una subida del 3,26% y la prima cae a 303

El Ibex termina la sesión en 8.289,30 puntos Éxito del Tesoro en la subasta de letras El diferencial con Alemania, en el nivel más bajo desde 2011

Operarios en la Bolsa de Madrid.
Operarios en la Bolsa de Madrid.EFE

Sesión eufórica en los mercados financieros. Al calor de la mejoría de la deuda periférica, las Bolsas de toda Europa repuntaron ayer, lideradas por el Ibex 35, que subió un 3,26% hasta 8.289,30 puntos. El bono español a 10 años cotiza en niveles previos a la crisis del euro y la prima de riesgo llegó a perforar los 300 puntos básicos.

Al otro lado del Atlántico y mientras los inversores se mantenían a la espera de que Apple publicara  sus resultados, las compras han sido la tendencia dominante. El Dow Jones ha repuntado un 1,05%, en línea con lo realizado por el resto de índices. Así, el S&P ha sumado un 1,04% y el Nasdaq, un 1,11%. A pesar de este buen comportamiento, la sesión ha estado llena de sobresaltos entre los que destaca la alerta despertada por un tuit falso de AP que apuntaba a un atentado en la Casa Blanca. 

La evolución de los mercados de renta fija soberana y los de renta variable llevaban varias semanas jugando al ratón y al gato. A pesar de que los datos históricos demuestran que la correlación entre la cotización de los bonos y la de las acciones es muy alta, últimamente los primeros habían ido mucho mejor que las segundas. Hasta ayer.

Los rumores de que el Banco Central Europeo (BCE) va a bajar los tipos de interés en su próxima reunión y la certeza de que Bruselas va a conceder más tiempo a España para cumplir con sus objetivos de reducción del déficit público provocaron ayer una nueva mejora en el rendimiento del bono a 10 años de los países periféricos que se contagió con energía a los mercados de renta variable.

El tipo de interés que paga el bono español a 10 años cayó ayer hasta 4,285%, un nivel que no se veía desde octubre de 2010. “Este es un tipo de interés previo a la crisis del euro. Desde finales de 2010 ha llovido mucho en España y es muy positivo que volvamos a estos niveles, tanto para el Estado como para las empresas”, explica Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco.

Antes de que comenzara la crisis financiera internacional, en el verano de 2007, el bono español pagaba un interés del 4,4%.

La mejoría del bono a 10 años provocó ayer la mayor caída de la prima de riesgo española en tres meses, hasta cerrar la sesión en 304 puntos básicos. Durante el día, llegó a cotizar por debajo de la barrera de los 300.

El Ibex 35 aprovechó estos buenos datos del mercado de renta fija para darse un festín. Acabó la jornada con un incremento del 3,26%, convirtiéndose en uno de los mejores mercados del Viejo Continente. En toda Europa las subidas fueron generalizadas. El Cac francés se anotó un 3,58%, el Mib italiano un 2,91% y el Dax alemán un 2,41%.

“Es normal que los mercados que mejor evolucionaran ayer fueran el español, el italiano y el francés, puesto que tienen una fuerte presencia de valores bancarios” apunta Hernández. “Estas entidades se benefician del buen comportamiento de los mercados de deuda por dos vías: mejoran su balance, que está muy saturado de deuda pública de sus respectivos países, y mejoran sus perspectivas de financiación, con lo que pueden mejorar sus márgenes de intereses”.

De hecho, las mayores subidas de ayer del Ibex las registraron los bancos. Popular se anotó un 7,36%, Sabadell un 5,49%, Santander un 5,16% y BBVA un 4,83%. Tan solo FCC tuvo una evolución mejor (+8,17%), al estar muy apalancada y depender su cotización mucho de la evolución de la deuda.

Aunque los mercados de bonos llevaban varios meses mejorando, los analistas apuntan nuevos factores que han profundizado el apetito por la deuda pública. Soledad Pellón, estratega de mercados de IG, destaca la fase de estabilización de la política italiana tras la reelección de Napolitano: “los mercados han empezado a mirar a Italia con menos miedo y se especula con la formación de un gobierno de coalición”.

Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult, menciona la entrada de capitales provenientes de Japón, tras la decisión del Banco de Japón de poner en marcha una agresiva política monetaria. “En España, este efecto se ha vivido menos, pero en la deuda italiana, que condiciona mucho a la española, sí que ha habido este tipo de compras”.

De Gregorio también recuerda que la mejoría del tipo de interés de la deuda pública española, tiene un efecto indirecto sobre la valoración de las empresas cotizadas: “para calcular su precio objetivo, tenemos en cuenta la prima de riesgo: cuando baja, automáticamente todos los analistas pueden incrementar sus precios objetivo, lo que acaba por trasladarse a la cotización de acciones”.

En esta misma línea, Fernando Hernández, de Inversis, recuerda que no era razonable que con un tipo de interés del bono a 10 años por debajo del 4,5%, el Ibex 35 estuvieran cotizando por debajo de los 8.000 puntos. “De hecho, si el bono siguiera cerca del 4%, como ahora, lo normal sería que el Ibex escalara con facilidad hasta los 9.000 puntos”.

Entre las pocas compañías que ayer cerraron la sesión con pérdidas, destaca Jazztel, que se dejó un 1,53% en su incorporación al Ibex 35.

Una de las paradojas de la jornada fue el hecho de que los malos datos de los indicadores de compras industriales en China y en Alemania fueron los que animaron las Bolsas, al entender los analistas que el enfriamiento de estas dos locomotoras del crecimiento mundial y europeo obligarán a los bancos centrales a tomar nuevas medidas excepcionales para impulsar el crecimiento económico.

A pesar de la buena evolución de la rentabilidad del bono a 10 años, algunos expertos recuerdan que la prima de riesgo sigue estando en unos niveles excepcionalmente altos. “En septiembre de 2007, cuando estalló la crisis subprime, la prima estaba en 54 puntos básicos y antes del rescate a Grecia en 100 puntos básicos. El nivel de 300 sigue siendo alto, especialmente para una economía con una actividad tan baja que es difícil poder asumir el coste de la deuda”, explica César Fernández, gestor de renta fija en Deutsche Bank.

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