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Merkel pide que no pongan a prueba la paciencia de la troika

El Parlamento de Chipre retrasa el debate sobre el rescate

La cámara pospone a esta tarde la sesión plenaria Máxima presión para la isla, sujeta al ultimátum del BCE Prevé restringir el movimiento de capitales, reestructurar la banca y recaudar 5.800 millones El ministro chipriota regresa de vacío al rechazar Moscú las peticiones de ayuda

El ministro de Finanzas de Chipre, Michael Sarris, responde a los periodistas tras reunirse con su homólogo ruso, Antón Siluánov, el pasado miércoles en Moscú, Rusia.
El ministro de Finanzas de Chipre, Michael Sarris, responde a los periodistas tras reunirse con su homólogo ruso, Antón Siluánov, el pasado miércoles en Moscú, Rusia.EFE

El Parlamento chipriota ha pospuesto a esta tarde la sesión plenaria en la que se deberá debatir y votar el paquete de medidas alternativas al rescate del Eurogrupo, porque el plan todavía no ha sido analizado en la comisión correspondiente. Según informa la televisión pública RIK, la comisión parlamentaria de Economía acaba de empezar sus deliberaciones y por ello la agenda se retrasa.

El Parlamento tiene previsto votar un total de nueve propuestas de ley y enmiendas legislativas, en lo que se ha conocido como el “Plan B”, con el que se pretende reunir los 5.800 millones de euros que exige la troika a cambio del rescate de 10.000 millones de euros para evitar que se cumpla la amenaza del Banco Central Europeo (BCE) de cerrar el grifo del dinero el martes y dejar caer a la banca del país.

El jefe de prensa de la oficina presidencial chipriota dijo, en declaraciones a la cadena de televisión privada “Mega”, que "con datos que cambian continuamente, cada minuto que pasa puede conducir al país a la bancarrota desordenada”. Jaralambús subrayó que Chipre no se plantea una salida del euro y manifestó su esperanza de que el Parlamento apruebe el paquete de medidas y que la troika también lo acepte. De hecho, tanto el Ejecutivo como las dos principales entidades financieras del país han urgido a la aprobación de un plan que evite la quiebra desordenada de la banca. El plan, de todos modos, necesitará también el visto bueno de la troika (BCE, Comisión Europea y FMI).

La serie de leyes contemplan, entre otros, la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y la restricción del movimiento de capitales, la consolidación de las entidades financieras e incluso una nueva variante de la controvertida tasa sobre los depósitos privados.

Los detalles de esta tasa todavía no han trascendido, si bien el Gobierno dejó ayer claro que en ningún caso se gravarán los depósitos por debajo de los 100.000 euros. Dentro de la consolidación de las entidades financieras está incluida la reestructuración del Laiki Bank, el segundo mayor del país, y su separación en un banco “bueno” y uno “malo”.

Ante la inseguridad que generó el anuncio de esta reestructuración y las colas que se formaron en los cajeros automáticos, el banco anunció que por la gran demanda en efectivo, el límite de retirada de dinero de los cajeros queda de momento en 260 euros diarios, en lugar de los 1.000 habituales.

El borrador de ley sobre las restricciones a los movimientos de capital pretende evitar una fuga de depósitos en el momento en el que los bancos chipriotas reabran sus puertas, algo previsto para el martes. Según esta ley, el ministro de Finanzas o el gobernador del Banco Central podrán establecer los límites por decreto, una medida que demandaba la delegación de la troika internacional presente en Chipre.

Al denominado Fondo Nacional de Solidaridad se destinarán parte de las reservas de los fondos de pensiones y del seguro médico de los empleados públicos. El fondo estará abierto a las donaciones de ciudadanos y empresas privadas, y podría incluir más adelante la oferta de la Iglesia de Chipre de hipotecar sus “inmensas propiedades” e incluso de posibles derivados financieros creados en base a las eventuales ganancias futuras de la extracción del gas

Advertencia de Merkel

La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido al Gobierno de Nicosia de que no ponga a prueba, en las negociaciones para el rescate de Chipre, la paciencia de la troika formada por la Comisión de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).

No puede ser que Chipre ponga a prueba los límites de la troika, dijo Merkel en una reunión extraordinaria del grupo parlamentario de la Unión (cristianodemócratas y socialcristianos bávaros CDU/CSU), según manifestaron diputados participantes en la misma.

Moscú rompe las negociaciones

Por otra parte, Rusia dio hoy por terminadas las negociaciones con Chipre y declaró que las propuestas sobre el gas que trajo a Moscú el ministro de Finanzas de ese país, Mijalis Sarris, no han suscitado interés en la parte rusa.

“Las negociaciones han concluido. Sus propuestas eran crear una compañía estatal para trasferir activos gasísticos con participación de inversores rusos (...). Nuestro inversores no se han interesado”, declaró el titular de Finanza ruso, Antón Siluánov, citado por la agencia Interfax.

Sarris voló a Moscú en busca de ayuda financiera para el país ante el duro rescate impuesto por la UE, que llevó a Nicosia a proponer una polémica tasa a los depósitos bancarios. Concretamente, Chipre pretendía que Rusia extendiese los plazos de un crédito de 2.500 millones concedido hace algo más de un año.

No obstante, el ministro dijo que en las conversaciones con Sarris no se habló de la concesión de un nuevo crédito ruso a Chipre, “porque la parte europea estableció un techo de deuda” para ese país.Fuentes diplomáticas informaron a Reuters que anoche Rusia rompió las negociaciones para la exensión del citado crédito.

La tasa a los depósitos ha causado rechazo en Moscú, pues supondrá pérdidas para el gran número de empresas y patrimonios rusos que depositan sus ahorros o invierten utilizando Chipre como plataforma. Se calcula que al menos la quinta parte de los depósitos en bancos chipriotas tienen origen ruso.

Esta tasa a los depósitos enturbió también la cumbre entre la UE y Rusia que empezó ayer “Tenemos una gran cantidad de estructuras públicas que trabajan a través de Chipre y tienen bloqueado su dinero por motivos incomprensibles”, afirmó el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, en declaraciones a la prensa.

Medvédev, que comparó la actuación de la Comisión Europea y el Gobierno chipriota con los movimientos de un “elefante en una cacharrería”, se mostró esperanzado en que la solución final a la crisis no incluya una confiscación de fondos al estilo soviético que deteriore las relaciones entre Moscú y Bruselas.

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