Un menú menorquín en Viridiana
El restaurante madrileño está decorado con imágenes de la famosa película de Buñuel Su menú consistente no deja con hambre a nadie
Cualquier excusa es buena para ir a Viridiana, un clásico donde los haya en Madrid. Allí recibe Abraham García, el cocinero intelectual que no deja indiferente a nadie. Quién acude a sus casa se siente como en la propia. Su personalidad, con un lenguaje directo y campechano con el cliente, impone e invade cada rincón de los dos comedores del local.
Viridiana, decorado como no podía ser de otra manera con imágenes de la famosa película de Buñuel, acoge hasta el próximo 19 de marzo las primeras jornadas gastronómicas de Menorca. O lo que es lo mismo: pequeños trozos culinarios de la isla, grandes desconocidos por otro lado, en el centro de Madrid.
Con los ingredientes habituales de la cocina menorquina, Abraham García ha preparado un consistente menú (60 euros), que no deja con hambre a nadie. Advierte que no ha hecho nada especial, solo lo que es costumbre en él, cocina con sabor.
Acompaña la propuesta dos vinos, un chardonnay y un syrah, de Bodegas Binifadet
La propuesta no es otra que una docena de platos, donde por supuesto no falta la sobrasada menorquina sobre blinis de trigo sarraceno con miel y piñones; un salchichón autóctono (carnixua) de media curación y un genuino tomate de colgar (en ramillete) con encurtidos menorquinos.
Se continúa con una de las sopas mediterráneas más famosas, una sabrosa y rotunda caldereta de morena (un pescado con gran sabor) y mariscos al hinojo. Una ancestral coca de sardinas (a pesar de que no es la época, aunque ya comienza a haber algo de boquerón) con orejones de melocotón y uvas pasas silvestres. Le sigue, por orden de aparición, un fresco y tierno calamar al ajo tostado aderezado con un boniato asado y olivada.
Los platos fuertes del menú finalizan con un canelón gratinado de perdiz roja con col, un plato reconfortante en el invierno menorquín.
La ronda de postres comienza con un curadísimo queso de Mahón acompañado de mermelada de higos. Para refrescar un agridulce sorbete de limón al gin de Mahón (elaborado con la ginebra menorquina Xoriguer). Y se finaliza con una empanadilla caliente de requesón y cabello de ángel al chocolate amargo.
En Viridiana es habitual cerrar cualquier comida con un té moruno, y no podía faltar unas digestivas hierbas menorquinas en infusión, servidas en tetera marroquí. Los vinos también son menorquines, un blanco chardonnay y un tinto de uva syrah, de las bodegas Binifadet. Lo dicho, cualquier excusa es buena para darse un homenaje en Viridiana.
Restaurante Viridiana.
Juan de Mena, 14. Madrid. Reservas en el 915 31 10 39 Más información: www.restauranteviridiana.com