El dilema de salida
La FED publicó ayer las "minutes" o actas resumidas de su última reunión (29-30 de enero de 2013) y no acabaron cayendo bien al mercado. Sorprende que unas medidas (a) diseñadas hace apenas unos meses, sin que se haya conocido su efecto real sobre la economía se esté pensando ya en retirarlas, (b) la necesaria reducción del gasto público americano puede hacerlas más necesarias y (c) sus reales objetivos (depreciación del dólar e inflar los mercados financieros) apenas se han alcanzado.
Según éstas actas, la extensión de su política monetaria ultra-expansiva,destinada a impulsar la recuperación económica del país, genera “inquietud” en algunos de sus miembros. “Varios participantes [...] expresaron su inquietud con respecto al costo y a los riesgos potenciales que implica mantener las recompras de activos” sobre todo se refirieron a las posibles complicacionescuando llegue el momento de abandonar esta política expansiva. De hecho, un pequeño número de presidentes de los bancos centrales regionales se refirieron al riesgo inflacionario. En tanto, otros miembros destacaron que el mantenimiento de la compra de títulos podría impulsar a los mercados a adoptar un comportamiento potencialmente nocivo (ya pudiera estar sucediendo) para la estabilidad financiera. No obstante, y para acabar, “la mayor parte de los participantes” defendieron la postura de que las compras de títulos son “eficaces” y que contribuyen a “estimular la actividad económica”.
En resumen, todas las políticas que se están instrumentalizando para salir del embrollo en el que nos metió la propia FED (y en menor medida otros bancos centrales) desde el 2000, no son inocuas:
(1) A un lado del Atlántico (y del otro lado del Canal de la Mancha), se ensaya mantener la dirección de los años pre-crisis, no importando ni la inflación, la reanudación de las prácticas arriesgadas de los agentes económicos (que fueron las que nos llevaron a ésta situación) ni la sobrevaloración de activos, ni la ineficiente asignación de recursos mientras que …
(2) … al opuesto se ensaya un "aterrizaje en la realidad", que también puede irse al traste por el inmenso coste que ello implica para la población de éstos países, sobre todo si ésta observa como existe la posibilidad de continuar en la fabulación de un “huida a ningún lugar” en otra zona del planeta.
Todo, a pesar de lo que nos digan no es nuevo y forma parte del proceso de ajuste tras un boom económico basado en la expansión artificial del crédito. Recordemos a Ludwig Von Mises (Human Action: A Treatise on Economics): “No es posible evitar el colapso final del boom creado por la expansión del crédito. La única alternativa es si la crisis puede llegar más pronto, como resultado de la renuncia voluntaria a una mayor expansión del crédito, o más tarde, cuando llegue la catástrofe final de todo el sistema”.