Los productos más rentables pero sin perder de vista las comisiones
Algunos productos diferentes a los depósitos generan más costes que menguan la ganancia Hay límites máximos legales en algunos casos
La pérdida de atractivo de los depósitos por los límites que aconseja el Banco de España ha desatado un inusitado interés por encontrar alternativas de inversión para sacar más partido al dinero. Algunos productos financieros y de ahorro ofrecen mayores rentabilidades, aunque hay que tener en cuenta los riesgos y algo más:las comisiones. Existe un abanico de costes y gastos que aplican los intermediarios financieros que pueden llegar a disminuir considerablemente la remuneración final.
No todos los conceptos se aplican a la vez y su cuantía depende del tipo de producto y de la entidad o gestora que lo comercializa. No obstante, hay límites máximos legales en algunos casos.
DEPÓSITOS: La gran ventaja de las imposiciones a plazo fijo frente al resto de productos es la seguridad (el Fondo de Garantía de Depósitos cubre hasta 100.000 euros por cliente y banco). Además, apenas tienen comisiones.Los únicos gastos que ha de afrontar el depositante son los relativos a la cancelación anticipada, que suelen ir en función de los rendimientos obtenidos hasta el momento.
Pero los depósitos han sufrido un hachazo a sus rentabilidades. Los topes son del 1,75% para los plazos a doce meses, del 2,25% para 24 meses y del 2,75% a más de dos años.
FONDOS DE INVERSIÓN: Hay muchos tipos de fondos que pueden invertir en renta fija (obligaciones y bonos, letras, etc) o acciones del mercado nacional o internacional. El riesgo lo marca el perfil del ahorrador. Los más conservadores pueden optar por los fondos de inversión garantizados, que garantizan el capital a vencimiento y un mínimo de rentabilidad, que es variable en función de los activos en los que invierte.
Las rentabilidades para los partícipes oscilan desde un 2% hasta un 30%, según los datos de Inverco. Pero hay una amplia gama de comisiones, que van desde un mínimo del 0,10% hasta un 18%.
Comisión de gestión: Es la tasa que cobra la gestora y puede aplicarse sobre el patrimonio, los rendimientos generados o ambas variables. La ley establece un máximo del 2,25% si se calcula sobre el patrimonio, del 18% si depende de los resultados o del 1,35% sobre patrimonio más el 9% sobre los resultados, según figura en la guía para inversores de la CNMV.
Comisión de depósito: La que cobran los depositarios por la administración y custodia de los valores. No puede exceder el 0,20% sobre el patrimonio.
Comisiones de suscripción o reembolso: Es la penalización en caso de contratar el fondo fuera del plazo de comercialización o por rescatar el patrimonio antes de tiempo. Se cargan al partícipe como un porcentaje del importe suscrito o reembolsado (con un máximo del 5%) y deduciéndose del mismo.
Es posible que se cobren comisiones por cambiar la inversión de un compartimento a otro, dentro del mismo fondo.
BOLSA: La renta variable ha tenido un comienzo de año espectacular por la rebaja de las tensiones en los mercados financieros. Aunque se ha desinflado en los últimos días por la inestabilidad política (y no está exenta de otros riesgos inherentes a la debilidad política, los expertos creen que este es el año de la Bolsa española, que puede revalorizarse un 7% como mínimo. Coinciden en que la bolsa ofrece rentabilidad y flexibilidad, pero también hay que ser consciente de que se puede perder mucho dinero.
Una persona que quiera invertir en renta variable a través de un broker, más o menos especializado, puede encontrarse con ciertos gastos, que suelen ser más elevados para operaciones con importes pequeños.
Comisión por operaciones de compra-venta de valores: Incluye la recepción, transmisión (o ejecución) y liquidación, compras en ofertas públicas de venta o suscripción (OPV/OPS) y ventas en procesos de OPA.
Servicio u operaciones relacionadas con el servicio de custodia y administración: Aplicables por la guarda y conservación de los valores y por la gestión de cobro de dividendos, intereses y cupones, primas de asistencia a juntas de accionistas, abono por amortización de valores y traspasos a otra entidad.
Comisión por gestión de carteras: Es la tarifa por la gestión discrecional e individual de las carteras de inversión, con arreglo a los mandatos del cliente.
Asesoramiento financiero: Cuando un cliente solicita recomendaciones personalizadas de productos de inversión.
CUENTAS CORRIENTES REMUNERADAS: Los fondos que se depositan en dichas cuentas están garantizados por la entidad financiera, en primer lugar, y por el Fondo de Garantía de Depósitos si el banco quiebra. El Banco de España extendió los límites de los depósitos a las cuentas corrientes (además de a los bonos y pagarés), de modo que la rentabilidad máxima también es del 1,75% a un año.
Comisión por mantenimiento y administración: Suelen aplicarse de forma semestral o anual por tener la cuenta abierta en la entidad y por gastos derivados de las órdenes de cargos y abonos a cuentas, ingresos en efectivo, domiciliación de recibos o la emisión de extractos y liquidaciones. Según datos del Banco de España, rondan los 27 euros de media.
Comisión por ingreso de cheques: La entidad la cobra cuando el cliente ingresa un cheque. La media oscila entre los 3 euros y los 6 euros.
Comisión por transferencias: Cada vez que se realiza una transferencia a una cuenta ajena a la entidad. El coste depende del importe transferido y destino del dinero, si es nacional o internacional.
Comisión por descubierto: Se aplica cuando el saldo de la cuenta está en negativo y supone de media casi 14 euros.
Algunas entidades cobran por gastos de correo y por la retirada de efectivo en una oficina distinta del lugar donde está domiciliada la cuenta. Por otro lado, muchas de estas comisiones son negociables y en el caso de la banca por Internet suelen ser más baratas.
Folletos de tarifas a disposición del cliente
En cualquier guía de inversión se recomienda pedir información detallada sobre la facturación por los servicios antes y después de realizar cualquier operación de inversión. En todo caso, los folletos que recogen las características, riesgos y tarifas del producto son públicos y se pueden encontrar en las páginas web de los intermediarios o en la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Además de las comisiones más habituales, puede haber otras no tan conocidas e incluso cláusulas perjudiciales para el cliente, por lo que es aconsejable tomarse el tiempo necesario y aclarar todas las dudas antes de firmar ningún documento. Conviene fijarse de forma especial en los importes mínimos fijos (deben aparecer también las cuantías máximas) y en la comisión por traspaso de valores, que será la aplicada en caso de cambiarlos a otra entidad.
Es posible realizar los test de conveniencia e idoneidad para asegurarse de que el producto es el adecuado a los conocimientos y experiencia previa del cliente y que se ajusta a sus objetivos y situación financiera.