Un Talgo en la mayor red de alta velocidad de la UE
Pocos sectores son tan indicativos de los profundos cambios que ha sufrido el país en las tres últimas décadas como el de las infraestructuras. En los años setenta hubiera sido impensable que se llegaría a superar a Francia en redes ferroviarias, que Barajas se convertiría en un auténtico hub aeroportuario, que el puerto de cruceros de Barcelona sería el más importante del Mediterráneo o que la red española de autovías y autopistas llegaría a ser tan completa.
La transformación radical del mapa de infraestructuras español ha tenido altibajos en el tiempo. No en vano, la construcción (y también el inmobiliario) son sectores íntimamente ligados al ciclo económico. "Entre 1976 y 1986 hubo una reducción en el consumo de cemento de en torno al 60%. Fue una barbaridad", recuerda Sebastià Alegre, presidente de la patronal del hormigón preparado Anefhop. El nivel de ventas de esta materia prima, imprescindible para cualquier tipo de obra, se suele usar como indicador fidedigno del estado de salud del mercado de la construcción.
"La inversión se volvió a animar a finales de los años ochenta, siendo 1992 el culmen del nuevo ciclo de crecimiento. El sector se enfrió inmediatamente después, pero durante pocos años. El periodo 1996-2007 fue el de más crecimiento de la historia, llegándose a doblar el consumo de cemento en los años previos a los Juegos Olímpicos, aunque en lo que llevamos de esta crisis la producción de cemento ha caído un 80%", indica el también director general de la firma de materiales para la construcción Betón Catalán.
Las licitaciones de ingeniería civil por parte de las Administraciones públicas han ido históricamente al compás de los ciclos descritos por Alegre. Su apogeo llega en 1998, año en el que cruzaron el umbral psicológico de los 10.000 millones de euros (para no abandonar esa cota hasta 2011). Entre 2004 y 2009 se duplicó esta cantidad, llegando a triplicarla en 2006. Las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) han sido las que más obra han licitado en la historia del país, superando los 150.000 millones de euros, según datos del Ministerio de Fomento.
La transformación del mapa de infraestructuras ha tenido altibajos
341.206 millones de euros. Esta es la suma a la que ascienden las licitaciones oficiales de obra civil de las Administraciones públicas entre 1989 y 2011, según datos del Ministerio de Fomento.
1992-2013, dos décadas de AVE
La alta velocidad española (AVE) es, con diferencia, la red de infraestructuras que más envidia despierta en el extranjero. Proyectado a finales de los años ochenta, el AVE ha consumido en torno a la mitad de los recursos en infraestructuras en las dos décadas que van desde su puesta en funcionamiento (Madrid-Sevilla) hasta la reciente conexión con Francia a través de Gerona, especialmente durante el gran banquete de la obra pública impulsada por la Administración Zapatero, según estima la ingeniería Euroconsult. A ello ha contribuido el alto coste de mantenimiento de la red, situado en torno a los 180.000 euros por kilómetro.
La primera línea de alta velocidad fue la que unió Madrid con Sevilla. Se inauguró en abril de 1992, a tiempo para la Exposición Universal con sede en la capital hispalense. El eje noreste, que uniría Madrid con Barcelona, tardaría más en llegar debido a las constricciones presupuestarias que acompañaron a la crisis económica de mediados de los años noventa. Los primeros AVE llegaron a Lérida en 2003 y completaron su primer viaje a la Ciudad Condal sin cambio de vía y en alta velocidad en 2008. Habían reducido el tiempo de desplazamiento entre las dos mayores ciudades del país hasta las 2.38 horas, contra las 6.30 de antes de las obras.
Las vías de alta velocidad llegaron a Córdoba y Málaga un año antes, mientras que el AVE de Galicia está todavía pendiente de ser conectado a la meseta, en la que es la gran obra pendiente en la red. A principios de este año se inauguró el remate del eje noroeste, que finalmente une la amplia red ferroviaria española con la francesa. Se pone así el broche a 20 años de construcción de la red ferroviaria, a falta de la mencionada conexión del tramo gallego.
El primer Plan General de Carreteras, dirigido a modernizar la red viaria y añadir autovías (autopistas sin peaje), se aprueba en 1985, bajo el primer Gobierno de Felipe González. El plan, revisado al alza en 1988 gracias a la buena situación económica que atraviesa el país, experimentaría baches de inversión durante los años noventa. El primer Gobierno del PP (1996) se pone a trabajar en nuevas formas de financiación para proseguir el esfuerzo en la red viaria, trasladando a la vez el foco de atención de las autovías a las autopistas de peaje. Estas carreteras de alta capacidad dominarían los planes de infraestructuras de los Gobiernos de José María Aznar.
En el capítulo de las infraestructuras aéreas brillan con especial intensidad las ampliaciones y remodelaciones de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. Su antítesis serían los aeropuertos fantasma: varios proyectos que se han revelado completamente ineficientes, como son los aeródromos de Ciudad Real o Castellón, en este caso todavía sin estrenar.
Próxima estación: La Meca
La alta velocidad española goza de muy buena reputación en el extranjero. Varios países, entre ellos China o EE UU, han enviado comisiones técnicas a España a estudiar la red del AVE de cara a sus propios desarrollos nacionales. También se ha confiado en compañías españolas para desarrollar el que hoy en día es el mayor proyecto del mundo en alta velocidad: el AVE que cubrirá el recorrido La Meca-Medina.El contrato, inicialmente presupuestado en 6.736 millones de euros, le fue adjudicado el verano pasado a un consorcio hispano-saudí en el que participan una docena de empresas españolas. Se encargarán de ultimar una línea doble de 450 kilómetros y de suministrar 32 trenes.
Se aprueba el primer Plan Nacional de Carreteras
DICIEMBRE DE 1985. El Congreso de los Diputados da su visto bueno en diciembre de 1985 al Plan General de Carreteras 1984-1991, un ambicioso proyecto de modernización y ampliación de la red viaria española. Más concretamente, el proyecto comprende la ejecución de unos 3.300 kilómetros de autovías, el acondicionamiento de unos 7.500 kilómetros de carreteras y la mejora de travesías, actuaciones en medio urbano y accesos a puertos y aeropuertos. El importe total del plan alcanzó el billón y medio de pesetas (unos 9.000 millones de euros).
Nace Aena, el ente encargado de la navegación civil aérea
JUNIO DE 1990. El Gobierno decide poner en marcha Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), una entidad pública empresarial que pasaría a gestionar los aeródromos civiles del país así como el control de la circulación aérea. Aena gestiona hoy 47 aeródromos y dos helipuertos (Ceuta y Algeciras). Asimismo participa, a través de su filial Aena Desarrollo Internacional, en 26 aeropuertos de siete países, incluyendo Reino Unido, Suecia, Colombia, EE UU y México. El déficit que arrastra ha llevado a considerar su privatización.
Inauguración de la primera línea de AVE, Madrid-Sevilla
ABRIL DE 1992. Se logra poner en funcionamiento, cuatro días antes de la inauguración de la Exposición Universal de Sevilla, la primera red ferroviaria de alta velocidad de España. Su construcción se inició a finales de los años ochenta, siendo una de las grandes apuestas del Gobierno socialista de entonces por la modernización de las infraestructuras españolas. El desarrollo del eje noreste (Madrid-Barcelona) tardaría años en completarse, afectado por periodos de recesión económica y de reformulación de prioridades.
La prioridad pasa ahora a las autopistas de peaje
FEBRERO DE 1997. La política de infraestructuras cambia de tercio un año después de la llegada del primer Gobierno conservador de la democracia. La moderación presupuestaria, iniciada al final de la etapa socialista para ajustarse a los criterios de Maastricht, convive con la exploración de nuevas formas de financiación. En febrero de 1997 se presenta el Programa de Autopistas de Peaje, que traslada el peso de la inversión a estas carreteras de alta capacidad en detrimento de las autovías, con un desembolso (hasta 2007) de 5.500 millones de euros.
Pico histórico de la construcción en España
DICIEMBRE DE 2006. La construcción lleva años siendo el primer sector de la economía. En 2006 alcanza su punto álgido, llegando a suponer un 11% del PIB, frente al 7% que llegaría a marcar en 2011. El sector empezaría una caída en picado a partir de ese año, pronunciándose el descenso de la actividad desde la llegada de la crisis económica en 2008. La fiebre de la construcción, en materia de infraestructuras, ha desembocado en unos costes de mantenimiento de unos 2.500 millones de euros anuales solo en el sistema de carreteras.
España y Francia, conectadas por la alta velocidad
ENERO DE 2013. Las autoridades inauguraron la segunda semana de este año la línea que conecta Barcelona con Gerona, Figueras y la frontera francesa. La obra acumula una inversión de 3.700 millones de euros. Con este nuevo trazado, la red española de alta velocidad cuenta con 3.000 kilómetros de vía ferroviaria en servicio, con lo que España se convierte en el segundo país del mundo en longitud de líneas de tren de altas prestaciones, solo por detrás de China, que supera los 10.000 kilómetros.