El año de la estabilización

Las grandes empresas españolas arrancan 2013 con la esperanza de que la economía vaya de menos a más y de que los esfuerzos realizados empiecen a dar sus frutos.

No hay certezas, sí confianza. En el contexto de una economía que seguirá en recesión, una tasa de desempleo en niveles máximos y un consumo interno paralizado, las principales empresas españolas estrenan 2013 con un planteamiento: la economía irá este año de menos a más y los ajustes realizados hasta este momento comenzarán a dar sus frutos a partir de la segunda mitad del ejercicio. La recuperación no llegará este año, aseguran, pero al menos sí se están sentando las bases para alcanzar un (futuro) punto de inflexión. Y un deseo: que en la última parte del año se empiece a atisbar algo de luz al final del túnel.

Los directivos de las principales compañías de España, en un sondeo realizado por CincoDías, consideran que este ejercicio será aún complicado en el contexto internacional y que esas dificultades se vivirán con más intensidad en el caso de España, donde todavía hay muchos nubarrones económicos que despejar. Pero también se empiezan a palpar ciertos indicios de que las reformas acometidas por el Gobierno comienzan a surtir efecto, lo que se refleja en una mejor posición competitiva para las empresas que ha permitido el progreso de las exportaciones. Las grandes compañías consideran que el sector exterior será un factor clave para conducir a la normalización de la actividad empresarial.

En el capítulo de peticiones, los directivos insisten en la necesidad de que el Gobierno profundice en las reformas estructurales y persevere en su programa de reducir el déficit público, pilares que consideran básicos para el objetivo de la remontada. También se apunta a una reforma profunda de las Administraciones públicas y mayor apertura y liberalización de los mercados, en especial en el sector energético.

Además, las compañías destacan el papel de la Unión Europea para salir de la crisis: no se logrará sin una mayor integración y coordinación de las políticas nacionales. También se cita el papel determinante del Banco Central Europeo para contribuir a rebajar las tensiones de la deuda.

En cuanto a la petición o no de rescate para la economía española, las compañías no adoptan una postura definida, máxime sin conocerse las condiciones que se impondrían desde Bruselas. Pero sí hay una filosofía que subyace: si ha de pedirse el auxilio financiero, cuanto antes se haga, mejor. La reducción de los costes de financiación para las empresas y una hipotética normalización de los flujos de crédito se señalan como ventajas.

A medio y largo plazo, las compañías apuestan por poner los cimientos de un nuevo modelo económico, que sitúe el foco en la innovación y la tecnología como motores de crecimiento y como herramientas para una mayor reducción de costes y aumentos de productividad.

Las claves

Un repaso a las principales claves económicas que marcarán el ejercicio.Confianza Las empresas consideran que la recuperación pasa por generar un clima de mayor confianza interna y también de cara a los mercados internacionales. Para ello, apuntan como prioritario incidir en los objetivos de recorte de déficit y de reformas estructurales.Vuelta del crédito La falta de crédito sigue siendo uno de los principales problemas para la normalización de la actividad, de ahí que las empresas reivindiquen el papel del Banco Central Europeo para propiciar un entorno financiero más favorable.OportunidadLa crisis también supone una ocasión para que las compañías busquen oportunidades de crecimiento, por un lado, en nuevos mercados y, por otro, en áreas de negocio de mayor potencial. El aumento de la competitividad facilita esa tarea.