La CNC multa y desmantela el cártel del mejillón
La Comisión Nacional de la Competencia ha impuesto a la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos de España (ANFACO) una multa de 2,11 millones de euros por coordinar las compras de mejillón gallego.
Según un comunicado remitido por el Consejo de la CNC, a la vista de determinada información obrante en el expediente S/107/08 Mejillón de Galicia por el que impuso sanciones a varias asociaciones de productores de mejillón de Galicia, instó a la Dirección de Investigación de la CNC a la incoación de un expediente sancionador relativo a la conducta de las empresas fabricantes de conservas de mejillón asociadas a ANFACO, por una posible infracción de la normativa de competencia.
Por ello, la Dirección de Investigación abrió un expediente sancionador contra ANFACO por una posible conducta anticompetitiva consistente en una estrategia de coordinación con el objeto de imponer a los productores de mejillón gallego ciertas condiciones de compra.
Ahora en una resolución fechada el pasado 22 de noviembre de 2012, el Consejo de la CNC ha llegado a la conclusión de que la conducta adoptada en el seno de ANFACO, consistente en la adopción de una política comercial coordinada en la compra del mejillón de Galicia por parte de sus empresas asociadas en el año 2008, constituye una infracción tipificada en el artículo 1 de la Ley de Defensa de la Competencia.
El Consejo de la CNC considera acreditado que, en el seno de ANFACO, se adoptaron decisiones entre empresas competidoras encaminadas a paralizar temporalmente las compras de mejillón de Galicia y a forzar a los productores a llegar a un acuerdo sobre las condiciones de compra. Dichas actuaciones coordinadas, en la medida que evitan la negociación individual de cada una de las empresas asociadas, tienen aptitud por su propia naturaleza para restringir la competencia.
El Consejo de la CNC recuerda que el boicot, en tanto que implica una coacción colectiva y un ataque a la libertad empresarial, es un acuerdo colusorio que no puede tener justificación ni siquiera en el caso hipotético de que lo que se pretenda conseguir sea neutralizar otro tipo de conductas anticompetitivas