Seis claves para acudir a la ampliación de capital de Popular
Inminente pistoletazo de salida a la mayor ampliación de capital de los últimos tiempos de un banco español. ¿Qué claves han de tener en cuenta los actuales y los potenciales accionistas de Popular?
1 Las acciones se venderán a 0,401 euros, cuando hoy han cerrado a 1,169. Los socios actuales tienen derecho a tres acciones nuevas por cada una que tengan en cartera. ¿Significa esto que van a ganar 0,768 euros por acción comprando las acciones nuevas sin más ni más? No, los accionistas de Popular recibirán tres derechos por cada acción (de acuerdo el precio de cierre de Popular de hoy, a 0,19 euros cada uno de ellos), que podrán vender en el mercado o utilizar para comprar acciones nuevas (tendrán que adquirirlas, eso sí, de tres en tres). El valor de los derechos se descontará del precio de la acción.
Los actuales accionistas tendrán en sus carteras, de entrada, una acción nueva -valorada según el precio de hoy a 0,59 euros- más tres derechos de suscripción a 0,19 euros cada uno, según también la cotización a la que ha concluido hoy Popular. En todo caso, los precios se fijarán previsiblemente con los cierre de Popular de mañana martes.
2 ¿Acudir o no acudir? Hoy, la cotización de Popular ha recibido con importantes alzas la luz verde de la ampliación de capital. En el mejor momento de la sesión, ha llegado a dispararse un 12%, ante el cierre de posiciones bajistas, si bien ha aminorado en la recta final y ha subido un 4,56%. Pero hay varias cuestiones pendientes. Primera, si conseguirá completar la ampliación sin problemas; segunda, sobre el comportamiento de la acción durante el periodo de suscripción; tercera, sobre la situación de mercado del sector financiero en los próximos meses; cuarta, sobre la capacidad económica del accionista para acudir a la ampliación; y, en última instancia, sobre la confianza en el plan de negocio que ha planteado Popular.
Nuria Álvarez Ariño, de Renta 4, asegura en una nota a clientes que "de cara a las próximas semanas podríamos ver un comportamiento errático de la acción condicionado por la operación y presión a la baja en el momento de inicio de cotización, ante la posible salida por parte de algunos inversores". La experta considera, en cualquier caso, que es "atractivo acudir a la ampliación con una idea de inversión a largo plazo (dos años) dado el precio de colocaciónlimitando el margen de caída, y ello en un contexto en el que probablemente el sector financiero continuará siendo el foco de muchas incertidumbres".
3 Posibilidad de que la acción caiga hasta el precio de la ampliación. Puede ocurrir en las operaciones de este tipo. Así sucedió con la ampliación de capital planteada por Santander a finales de 2008, consiguió sacarla adelante pero durante el periodo de suscripción la acción llegó a situarse cerca del precio de las acciones nuevas (4,5 euros por acción).
4 Posibilidad de comprar con descuento respecto al precio de cotización. Según el calendario tentativo, las acciones nuevas no cotizarán al menos hasta el 6 de diciembre, mientras que el periodo de suscripción concluirá en torno al 28 de noviembre. Ese desfase es el que suele provocar que sea más barato entrar en el banco vía acciones nuevas (es decir, comprando los derechos para hacerse después con los nuevos títulos) que comprando directamente en Bolsa.
La explicación es sencilla: el tiempo que media entre el fin de periodo de suscripción y el día en que comienzan a cotizar los títulos implica un periodo en el que el accionista está cautivo; es decir, es propietario de las acciones pero no puede venderlas, de ahí que las nuevas suelan valer menos que los títulos en circulación.
5 ¿Y si no se cubre la ampliación? Los accionistas del consejo de administración se han comprometido a poner encima del tapete 421 millones de euros (el 17% del total de la ampliación), si bien Cinco Días publicó el sábado que es posible que el importe se amplíe a unos 500 millones.
El riesgo de que no se cubra está parcialmente aminorado por las entidades que aseguran la operación (destacan Deutsche Bank, Santander, BofA Merrill Lynch, J.P Morgan y UBS Investment) si bien existe el riesgo (en el peor de los casos) de que estos se vean obligados a comerse las acciones si no obtienen demanda suficiente. La clave estará en los pequeños inversores, que controlan el 46%. El objetivo del banco es es que al menos la mitad de la ampliación quede suscrita por los particulares.
El hecho de que no se cubriera la ampliación provocaría, previsiblemente, fuertes caídas en el precio de la acción, que descontaría la inyección de capital estatal a través de bonos contingentes convertibles (cocos, en la jerga financiera).
6 ¿Cuál es la fiscalidad de la operación para los accionistas? Tanto si acuden a la ampliación como si venden los derechos, la tributación se difiere hasta que se vendan los títulos.
Si los derechos se venden en mercado, el pago fiscal se aplaza hasta el momento de la venta de las acciones, pues el efecto que tiene la venta es el de rebajar el precio de compra. Por ejemplo, si se adquirieron las acciones a 10 euros y se venden los derechos a 0,1 euros, en el momento de deshacerse de las acciones las plusvalías tendrían que calcularse sobre un precio de compra de 9,9 euros (10-0,1 euros).
En caso de optar por las acciones nuevas, la tributación también se difiere hasta el momento de venta. Si un inversor destinó 1.000 euros a comprar 100 acciones y ahora recibe 10 títulos nuevos, bajará su precio medio de compra desde 10 euros (1.000 euros/100 acciones), hasta 9,09 euros (1.000 euros/110 acciones). Así, a la hora de vender las potenciales plusvalías serán superiores y pagará más a Hacienda.