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Pequeños Gigantes | IBERCISA

Más de 40 años con rumbo internacional

La vocación exportadora de Ibercisa ha permitido a esta empresa viguesa mantener un constante nivel de crecimiento durante la crisis.

Más de 40 años con rumbo internacional
Más de 40 años con rumbo internacional

En Ibercisa lo tuvieron claro desde el principio. Había que salir al exterior. A los pocos años de su nacimiento, en 1969, la empresa gallega de maquinaria naval de cubierta inició su andadura internacional. Hoy, las exportaciones suponen el 85% de su facturación, lo que le ha permitido continuar su crecimiento en uno de los contextos económicos más complicados de los últimos tiempos.

"En aquel momento había un competidor fuerte en España, y por una razón de subsistencia, la empresa tuvo que empezar a expandirse hacia el exterior. Uno de los primeros mercados que abrió Ibercisa fuera de España fue el islandés, un mercado de muchísimo prestigio en el mundo de la pesca. Allí entramos con los mayores armadores de la zona y fue lo que nos permitió acceder a la gran flota de arrastreros congeladores, muy innovadora en el mundo", explica Ramón Carreira Pérez, gerente de Ibercisa. Hoy, la empresa ha exportado sus productos a más de 35 países en todo el mundo.

Uno de los aspectos más innovadores de esta compañía es, precisamente, que nació exportando. Este trabajo de no dependencia del mercado nacional y de vocación internacional le ha permitido mantener un ritmo de crecimiento constante. "Si nos hubiéramos quedado en el mercado nacional, con lo restringida que estaba la cartera de pedidos en los astilleros españoles, no habría sido posible que una empresa como esta sobreviviera", destaca Carreira.

"Hay muchas empresas que ahora, con la crisis, se están volcando fuera, pero no es fácil; primero hay que adquirir la cultura internacional y después estudiar durante años el mercado. Llegar, conocerlo, ver cuáles son sus necesidades, ver si tú tienes la solución. Se requieren una serie de pasos que no se consiguen de la noche a la mañana", añade el directivo.

Flexibilidad

Otro de los puntos fuertes es la capacidad de adaptación al cliente, contar con las posibilidades técnicas para poder ofrecer una solución en distintos segmentos o tipos de trabajo. En Ibercisa, que cuenta con clientes de lo más diverso (armadores, astilleros, oficinas técnicas…), aseguran que una de sus principales características es el trabajo a medida.

"En el concurso para el suministro de equipos del portaaeronaves Juan Carlos I, al final quedamos compitiendo Rolls-Royce y nosotros. El proyecto requería cambiar una central hidráulica y ellos dijeron que no, que su producto era el que era. Nosotros, en cambio, siempre nos adaptamos a las necesidades del cliente", explica Jesús Castro, ingeniero técnico naval con más de 30 años de trayectoria en la empresa.

"La ventaja es que nuestro servicio es muy completo. Hacemos el estudio, damos el servicio y no solamente lo construimos; si un barco ruso nos dice que tiene un problema, enviamos un técnico a bordo y lo resuelve. Y así en cualquier sitio del mundo. Hemos tenido hasta cuatro personas en diferentes países. Damos también soporte técnico que supone una muestra de calidad y garantía", dice Alfredo Andreu, director técnico de Ibercisa.

Entre los principales proyectos de la compañía viguesa se encuentra la construcción de la maquinaria más grande de su historia. Se trata de un equipo de 10 por 8 metros, de 280 toneladas de peso y con una capacidad de tiro directo de 350 toneladas y 600 toneladas al freno. "Es una de las primeras veces que una máquina como esta no es hidráulica, sino eléctrica, y además está accionada por motores de imanes permanentes, que es una tecnología muy novedosa a nivel mundial", explican desde la compañía. "Contamos con nuevos e importantes contratos gracias a la capacidad técnica y de diseño que tenemos, por lo tanto esperamos seguir creciendo en los próximos ejercicios", añaden en Ibercisa.

Eficiencia energética y apuesta por el negocio local

Desde el punto de vista técnico, una de las grandes apuestas de esta empresa fue la utilización de accionamiento eléctrico en vez de hidráulico en sus equipos, tecnología con la que trabajan desde hace más de 20 años. Se trata de una maquinaria más eficiente que permite regenerar energía, respeta el medio ambiente y reduce los costes de instalación, según explican en la empresa."Los pesqueros, cuando están largando el aparejo, pueden regenerar energía que utilizan en otros consumos, es decir, están ahorrando energía comparado con el accionamiento hidráulico. Además, se simplifican mucho las instalaciones porque eliminas toda la tubería hidráulica, tienes un control muy bueno de los equipos y el riesgo de contaminación es menor ya que no hay derrames de aceite en el mar. Gracias a esta tecnología hemos conseguido entrar en mercados como Noruega o EE UU y creemos que se va a imponer más en el futuro y se va a extender a otro tipo de barcos", pronostica Ramón Carreira, gerente de Ibercisa.Además, dentro del modelo de negocio, el consejo de administración de Ibercisa apuesta por mantener el 100% del centro de producción en Vigo."No hemos hecho ninguna subcontratación fuera, apostamos por las capacidades que existen en Vigo y por el apoyo a los negocios locales", añade Carreira. Así, de las 82.686 horas de fabricación que se hicieron en 2011 (41.164 en 2004), el 25% fueron horas de subcontratación en la zona. "Es un tema importante para nosotros intentar crear empleo y el sustentarse en las empresas locales", asegura el directivo.

Datos básicos

- HISTORIA: Ibercisa nace en 1969 con el objetivo de dedicarse al diseño y fabricación de maquinaria de cubierta para embarcaciones. La actividad se inicia con una patente de pequeños haladores para recoger las redes de barcos pesqueros y hoy suministran sus innovadores productos hasta en los más avanzados buques de la marina mercante, a los oceanográficos de última generación, grandes arrastreros y buques offshore. A lo largo de su historia han exportado sus equipos a más de 35 países.- FACTURACIâN: La empresa viguesa, que gracias a su visión internacional no ha dejado de crecer en ningún momento de su trayectoria, logró una facturación en 2011 de 17 millones de euros. Al cierre del presente ejercicio esperan alcanzar los 25 millones de euros.La compañía cuenta con un plan estratégico (2011-2013) con el que espera triplicar el volumen de negocio en tres años. "Es muy ambicioso. Necesitamos ganar dimensión para poder competir en mejor disposición fuera", señalan.- CRECIMIENTO: en su apuesta por el crecimiento, Ibercisa ha mantenido un ritmo importante de inversión, tanto en medios técnicos como en personal. Comenzó su andadura con cinco personas en una oficina técnica y hoy cuenta con 70 empleados. Además, está llevando a cabo la ampliación de la nave de montaje en 2.000 metros cuadrados. "Gracias a ella contaremos con un horno eléctrico, una cabina de chorreado y otras de imprimación, secado y pintado final. La idea es ir completando el proceso para externalizar lo menos posible y mejorar la tecnificación del proceso y el acabado final de los equipos", explican.

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