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Tendencias

El 'must' del verano

Los meses de estío ya no se conciben sin el mítico panamá. Su historia también es de leyenda.

El 'must' del verano
El 'must' del verano

Es el rey del verano. Suave, ligero, resistente. Bajo su copa, elaborada con fibra vegetal, el estío se ve y se sufre de otra manera. El sombrero panamá ya es un mito, elevado a esta categoría por la influencia de las películas de Hollywood. Ha sido el complemento que ha dado fuerza a detectives, aventureros, mafiosos, rufianes y hasta galanes del cine. Y hoy no hay trendy o celebrity que no se coloque un panamá en la cabeza para pasear por las playas o por las terrazas más chic del planeta.

¿De dónde viene? De Ecuador. Cuando los conquistadores españoles, con Almagro y Pizarro al frente, descubrieron que los indígenas de la región de Manabí usaban para protegerse del sol unos sombreros de paja o un modelo de ala. Fue un español, Francisco Delgado, el primer tejedor de sombreros de paja toquilla -una fibra de palma- que se instaló en esta zona, ya que el clima húmedo facilitaba el trenzado de este material.

Poco a poco se fue extendiendo por otros países, como Perú, la técnica de elaboración artesanal, pero fue el general y presidente de Ecuador a finales del siglo XIX, Eloy Alfaro, el que comenzó a popularizar fuera de sus país este complemento. Su padre, Manuel Alfaro, fue el primer exportador de sombreros de toquilla y esta actividad económica contribuyó a financiar las inquietudes políticas del hijo. Hoy día sigue siendo el producto más exportado y más famoso de Ecuador.

¿Cómo se llama? Ha recibido varios nombres: jipijapa, por la ciudad ecuatoriana del mismo nombre, en la provincia de Manabí, de donde parece que es originario; montecristi, la acepción más conocida debido a que en Montecristi existe uno de los mayores centros artesanales de sombreros panamá. También se llama toquilla, bautizado así por los conquistadores españoles.

El origen ecuatoriano se fue diluyendo, cuando el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, se caló este sombrero en 1930 para visitar las obras de construcción del Canal de Panamá. También lo utilizaban los obreros que trabajaban en dicha construcción para protegerse del sol tropical. Su popularidad en Estados Unidos fue fulminante. Conocido como panama hat, se convirtió en el complemento perfecto de todo hombre de acción.

Desde Sean Connery y Harrison Ford en las entregas de Indiana Jones a Marlon Brando en su intervención en la primera parte de El Padrino, o Michael Douglas en Tras el corazón verde, todos ellos han lucido el famoso panamá. También directores de cine como Orson Welles o John Huston no se desprendían de esta prenda.

Ya no es un sombrero reservado a los hombres. Cada vez son más las mujeres que utilizan el panamá para darle un look casual a su estilo.

La calidad es un tema importante, debido a que en los últimos tiempos han aparecido todo tipo de sombreros falsamente denominados panamá. Dice la leyenda que en Montecristi, durante siglo y medio, se fabricaron los sombreros más livianos, conocidos como superfinos y los de más calidad. En su fabricación, que suele hacerse en las madrugadas o al anochecer para que la paja al trenzarla no se rompa, se emplean hasta tres meses de trabajo. Son impermeables. Nacieron, de hecho, para proteger del sol pero también de la lluvia tropical. Se puede hacer la prueba: si se da la vuelta al sombrero y se llena de agua puede hacer las veces de recipiente. Otro elemento que los caracteriza es su flexibilidad: el packaging habitual en Ecuador consiste en enrollarlo en una caja de madera de balsa.

Dentro de esa caja se encierran centenares de historias y de leyendas, que todavía se transmiten de generación en generación, y que han convertido a este sombrero en una obra de arte. En pleno siglo XXI, el panamá sigue más vivo que nunca.

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