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Vuelve la inversión en América Latina y sube en Asia

Las grandes empresas se refugian en el extranjero para sortear la crisis

Las inversiones de las multinacionales españolas se han multiplicado desde el inicio de la crisis. Las empresas buscan liquidez en Asia, EE UU y Latinoamérica ante las dificultades de financiación en la zona euro. Los beneficios de las filiales escalan ante los de las matrices.

"Las filiales solían ser receptores de financiación española. Ahora son las que financian a la matriz", concluye Xavier Mendoza, director del Observatorio de la Empresa Multinacional Española (OEME) en la presentación de su tercer informe, Retos de Futuro de la multinacional española, realizado por ESADE e ICEX. Entre 2008 y 2010, el flujo de capital desde las filiales hacia sus sedes centrales alcanzó los 23.000 millones de euros, un 2,5% del PIB, a causa del estancamiento de la economía española y las dificultades de crecimiento interno del país.

Las inversiones de empresas españolas aumentaron un 154% en el sureste asiático (básicamente, en China y Hong Kong) entre 2007 y 2010, un 91,2% en América del Norte y un 62,4% en América Latina.

El estudio demuestra una nueva orientación de la inversión española en el extranjero. En la década de los 90, el foco de atención fue Latinoamérica. Con la creación de la moneda única, las multinacionales pasaron a centrar su actividad en la UE entre 1999 y 2007 pero, con la irrupción de la crisis y el estancamiento de la economía europea, las compañías se han vuelto a concentrar en América Latina y se han extendido en el sudeste asiático.

Entre 2008 y 2010, apenas la mitad de la inversión exterior española se destinó a los 15 países centrales de la UE (un 48,7% de la inversión total fuera de España, frente al 67,4% del periodo 2005-2007). Contrariamente, la inversión en el sudeste de Asia, principalmente en China y Hong Kong, ha pasado de ocupar el 0,64% de la inversión extranjera total al 6,7%, en los mismos periodos.

La presencia española en América Latina de los últimos años se encamina, según Mendoza, a recuperar el peso que tenía en los años 90, "pese a los riesgos jurídicos de nacionalización sin compensación", como pasó con YPF en Argentina en abril o Red Eléctrica en Bolivia, en mayo.

En 2010, un 15,2% de la inversión extranjera española se encontraba en Brasil y un 6,7% en México. El siguiente país con más capital español fue China, con una concentración del 1,7% del capital, mientras en el resto de potencias emergentes, la presencia española es anecdótica.

Pese a la buena salud una parte de las multinacionales, el estudio define otro grupo de empresas que, aunque tienen presencia en el extranjero, no consiguen financiarse mediante sus filiales. Antes de la crisis, una tercera parte de las filiales tenían pérdidas, mientras ahora solo presentan números rojos un 20%, según datos extraídos del análisis de los balances de unas 7.000 multinacionales españolas. Como consecuencia de estas cifras, los analistas definen dos tipologías de multinacionales en la actual situación típica de un "patrón postcrisis": las que logran financiarse mediante sus filiales y las que no son rentables y se ven obligadas a retirar su capital. Solo en 2011, las empresas españolas en conjunto invirtieron 28.199 millones de euros brutos, a los que hay que restar los 14.834 millones de retirada de capital.

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha recibido con optimismo el informe y ha definido como "una decisión inteligente que las empresas hayan modificado su estrategia, para reducir los costes en España y mantener la inversión en el extranjero". Legaz ha felicitado a las multinacionales por mantener su inversión en el extranjero ("si no fuera por el sector extranjero, el PIB caería por debajo del 3%") y ha instado a la pequeña y mediana empresa a ampliar sus miras para rehuir la falta de demanda interna.

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