El BPI advierte pasividad en los Gobiernos y pide la unión bancaria en la eurozona
El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Jaime Caruana, advirtió ayer en la asamblea general anual que tuvo lugar en Basilea, que "los bancos centrales no pueden solucionar todos los problemas que otros eluden". En su discurso ante los representantes de los bancos centrales, señaló que "el ajuste fiscal, la consolidación de los balances bancarios y otras reformas necesarias no pueden aplazarse para tiempos mejores".
"Recurrir a los bancos centrales sin actuar en otros frentes acabaría minando la confianza y aumentando los riesgos para la estabilidad macroeconómica y financiera", apuntó Caruana.
De esta manera, el BPI alerta de que los bancos centrales deben actuar por la pasividad de los Gobiernos. En el informe del BPI, se aboga claramente por la creación de una unión bancaria en la zona euro. "Con ello, se unificarían las normas bancarias, actualmente fragmentadas, y se centralizaría la responsabilidad en un órgano común de regulación, supervisión, seguro de depósitos y resolución", se explica en el texto.
Además, se asegura que al restablecer la confianza en el euro los depositantes, institucionales y minoristas, volverían a operar con bancos.
Ayer, por otra parte, la revista Der Spiegel desveló que el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, posee un informe que calcula que el PIB de Alemania podría caer un 10% si se diera una hipotética ruptura del euro. El paro también se elevaría a cinco millones de personas y los precios se desplomarían un 1%.