Juncker advierte de que Grecia no dejará la eurozona
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, advirtió de que Grecia no dará la espalda al euro, diciendo en una entrevista con un periódico que una victoria de los radicales de izquierdas contrarios al rescate internacional en las elecciones del domingo tendría consecuencias "imprevisibles" para la unión monetaria.
El partido radical de izquierdas Syriza está luchando cuerpo a cuerpo con los conservadores de Nueva Democracia antes de la votación, que podría decidir si Grecia se mantiene en la eurozona y desencadenar una tormenta en los mercados financieros de todo el mundo.
El líder de Syriza , Alexis Tsipras, está amenazando con romper las duras condiciones del rescate internacional de 130.000 millones de euros que aleja al país de la bancarrota.
"Si gana la izquierda radical -que no se puede descartar- las consecuencias para la unión monetaria son imprevisibles", dijo Juncker, responsable del grupo de ministros de Finanzas de la eurozona, al periódico austriaco Kurier.
"Tendremos que hablar con cualquier gobierno. Solo puedo advertirlos a todos en contra de abandonar la unión monetaria. La cohesión de la eurozona puede estar en peligro".
Además de las consecuencias económicas y sociales para la propia Grecia, una salida podría dañar a toda la unión monetaria, dijo, añadiendo: "Esto tiene que evitarse. Podría mandar una señal devastadora. Los griegos deben ser conscientes de esto".
Las elecciones del domingo son una reedición de los comicios del pasado 6 de mayo, que produjeron un estancamiento al no poder formar Gobierno.
No importa quién gane la repetición de las elecciones, dijo Juncker, los líderes europeos tendrán que abordar con rapidez el programa de reformas de Grecia con su nuevo Ejecutivo. "Una tercera votación no sería una solución".
El político dejó claro, sin embargo, que la renegociación de las condiciones de la ayuda internacional a Atenas estaba fuera de cuestión.
Juncker añadió que pasaría la tarde del domingo en contacto telefónico con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y el comisario para Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn.