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La FP quiere hacerse mayor

En medio del panorama desolador que presenta el mercado laboral en España, sobre todo para los más jóvenes, cuatro de cada diez ofertas de empleo se dirigen actualmente a titulados de formación profesional (FP). Este dato pone de manifiesto que este perfil cuenta con mayores oportunidades de trabajo en nuestro país, a pesar de la reducida oferta existente, según recoge un informe de Randstad, compañía especializada en recursos humanos.

Responde también a la necesidad de las empresas de contratar profesionales con una formación relacionada directamente con el puesto de trabajo, así como una mayor demanda de cualificación.

Lo cierto es que el número de estudiantes de formación profesional se ha incrementado en los últimos años. En 2011 había en España 610.860 alumnos matriculados, un 5,6% más que en el curso anterior. Sin embargo, estas cifras nos sitúan aún muy lejos de la media europea. Si el 35,2% de los alumnos que finaliza la escolaridad obligatoria en España opta por la FP, en la Unión Europea alcanza el 58%, según el Ministerio de Educación. Y la empleabilidad es alta. En este sentido, un dato revelador aportado por la UE indica que en 2020 el 85% de los puestos de trabajo requerirán, al menos, ese nivel de formación.

El 85% de los trabajos requiere este tipo de formación

Faltan titulados en formación profesional y las causas para explicar esta carencia varían en función del interlocutor. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, afirmó el pasado mes de marzo, en la toma de posesión del nuevo director general de Formación Profesional, Ángel de Miguel Casas, que "existe bastante consenso a la hora de valorar el fracaso del sistema de formación profesional que se deriva de la LOGSE".

Es decir, la valoración de familias y alumnos de la formación profesional como una elección formativa de escaso prestigio profesional y también porque "ha sido incapaz de proporcionar oportunidades a los que se han embarcado en ella". Añadió que se va a llevar a cabo una reforma "ambiciosa" con el objetivo de presentarla como "un camino de formación digno y adecuado, no algo de segundo orden", orientado hacia el sistema dual, siguiendo el modelo alemán o austriaco. El actual responsable de FP no ha respondido a la petición de este periódico para concretar los planes del Ministerio de Educación en esta materia.

Por su parte, desde Comisiones Obreras, José Luis Giménez, de la secretaría de enseñanza pública del sindicato, considera que la FP no necesita cambios, aunque sí mejoras, pero con las limitaciones presupuestarias en marcha va a ser muy difícil llevarlas a cabo. "Será irreversiblemente degradada con los Presupuestos de 2012 y la reducción de las dotaciones presupuestarias en educación añadidas por las comunidades autónomas de 2.000 millones de euros".

Es imposible pensar, prosigue Giménez, que con las medidas adoptadas se pueda hacer una apuesta por una economía productiva basada en la cualificación de los trabajadores cuando se recortan un 56% los convenios con las autonomías para impulsar la FP. "Todo el mundo entiende que esta apuesta ha de traducirse en la atención a las necesidades formativas de las personas para facilitar su incorporación o adaptación al mundo laboral y, a la vez, cubrir la demanda de cualificación del personal de nuestras empresas para aumentar la competitividad. Pero la realidad es muy distinta. Mientras el número de alumnos crece, la oferta de ciclos formativos disminuye, y el número de profesores, también. En conclusión, se está rebajando la calidad de las enseñanzas de FP", explica.

Los jefes de estudios de formación profesional de varios institutos de Madrid consultados, que prefieren no dar sus nombres, están de acuerdo en que el incremento de alumnos en los últimos cursos responde, en parte, al desempleo. Muchos jóvenes, pero también trabajadores de mediana edad que se han visto en la calle, han recurrido a la formación.

Sin embargo, no se ha abierto más oferta educativa ni han aumentado los recursos económicos. Al contrario, "con los recortes en Educación y con la idea de rentabilizar el trabajo de los profesores estamos mucho peor. Es decir, han aumentado tanto las horas lectivas como la ratio de alumnos por aula", dicen.

Un aspecto que también hay que tener en cuenta, señalan estos profesores, es que la FP es cara porque precisa de material muy costoso para hacer las prácticas, y, claro, la limitación de presupuestos incide directamente; ya la han empezado a sentir. En cuanto a las posibilidades de empleo, afirman que hace cuatro años la mayoría encontraba trabajo; ahora las ofertas se han reducido drásticamente.

Teresa Muñoz, secretaria de formación de UGT, expresa su preocupación por la enseñanza profesional que se viene impartiendo en los últimos años en España. "Nosotros hemos transmitido, tanto al anterior como al actual Gobierno, que el país necesita una formación estrechamente relacionada con los sectores emergentes de empleo. Ya sabemos que son pocos, pero alguno hay".

demás, hay otra vía muy importante en la que habría que profundizar, que es la de los autónomos y emprendedores. "Sabemos que buena parte del empleo que se está creando, aunque el porcentaje sea pequeño, se encuentra ahí", asevera la secretaria de UGT.

Pero para conseguir una formación eficaz se necesitan acuerdos, diálogo social y compromiso de las partes para que la educación que se imparta facilite la inserción laboral y las empresas sean más competitivas. "Tenemos que ir hacia un modelo que nos abra muchas más posibilidades para la empleabilidad. En UGT hemos estudiado distintas alternativas, entre ellas el modelo profesional dual implantado en otros países. También creemos que se debe garantizar una mejor cualificación de los trabajadores, que se encuentra muy por debajo de la media europea, un reto que arrastramos desde hace mucho tiempo".

El anterior ministro de Educación, Ángel Gabilondo, presentó al final de la pasada legislatura el mapa de la FP en España. El objetivo era elaborar un documento que pudiera servir en el futuro como elemento de información y reflexión para diseñar ofertas formativas que den respuesta a las demandas de la sociedad y de los sectores productivos. Con los datos aportados por las comunidades autónomas, el informe concluye que, para el año 2020, el 50% de los empleos requerirán de una titulación de grado medio (FP y bachillerato), y el 35%, de una titulación de grado superior. Actualmente, el número de titulados en FP es de 4,6 millones; para cubrir esa previsible demanda en 2020 será necesario incrementar este número de titulados en formación equivalente a la FP en tres millones de personas más. Para llegar a esa cifra, el estudio calcula que en la actual legislatura se debería empezar por crear 200.000 nuevas plazas de este tipo de formación, algo que, por razones obvias, no está nada claro que se vaya a conseguir.

El esfuerzo de las Administraciones deberá centrarse en reorientar la oferta en función de las necesidades de los sectores productivos, corrigiendo los desajustes y aumentando el número global de plazas ofertadas. Por ejemplo, en los próximos años aumentará la demanda en sectores como distribución y transporte, ahora con una oferta de plazas escasa, como también lo es la formación de los trabajadores al no existir, hasta el momento, un número suficiente de titulaciones de FP relacionadas con estas actividades. Otra de las conclusiones del estudio es la necesidad de incrementar la relación entre los centros de FP y las empresas para ajustar la formación a las demandas de los distintos sectores.

Ante un futuro más que incierto, cada vez son más los jóvenes que empiezan a plantearse la posibilidad de buscar trabajo en otros países. Para algunos, el programa Leonardo da Vinci representa una oportunidad para realizar prácticas profesionales en empresas europeas, en las que, en muchos casos, después se quedan trabajando.

"Este programa financia distintas actuaciones, pero en lo que se refiere a movilidad aporta fondos para estudiantes de FP inicial, porque los grados de ciclo superior ahora están integrados en Erasmus, también para profesores y formadores, personas que ya están en el mercado laboral y desempleados. Es una experiencia que influye mucho en la empleabilidad de los beneficiarios, y hemos notado que han aumentado bastante las solicitudes", según explica Cristina Gallego, jefa de la división Leonardo da Vinci del Organismo Autónomo Programas Educativos Europeos. El programa facilita movilidad a unas 5.500 personas cada año.

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