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Odeniyaz Dzhaparov. Gestor del fondo DWS Osteuropa

"Me preocupa un petróleo por encima de 120 dólares"

Odeniyaz Dzhaparov es gestor de uno de los fondos de renta variable de Europa del Este más antiguos (lanzado en el año 1995), el DWS Osteuropa. Gestiona este fondo desde 2007 y tras sufrir fuertes caídas, tanto en términos absolutos como relativos en el fatídico año 2008, ha conseguido recuperar con fuerza, de manera que el largo historial del fondo mantiene un desempeño destacado. Concretamente, acumula una rentabilidad superior al 200% en los últimos diez años mientras que el fondo medio, medido por el índice Lipper de la categoría, renta algo más del 120%.

Sin embargo, el camino ha sido un arriesgado tobogán como pone de manifiesto el gráfico central y eso que este no muestra las consecuencias de las fuertes caídas del periodo 1997-1998, asociadas a la llamada crisis rusa de 1998. En un tipo de activo, donde la renta variable rusa, acorde a los diferentes índices, pesa más del 60% del total no es de extrañar el observar por tanto esta fuerte volatilidad.

Como apuntábamos el fondo sufrió especialmente en la última gran crisis del año 2008. Entonces, según reconoce el propio gestor, algunas políticas y prácticas en la gestión del mismo penalizaron su comportamiento. Principalmente, el mantenimiento de un peso relativamente elevado en pequeñas y medianas compañías, sin suficiente liquidez en periodos de estrés, forzaron ventas a precios muy deprimidos, que impactaron la rentabilidad del fondo. Igualmente, la valoración de elementos macro o top down pudo no tenerse en cuenta lo suficiente, dado que el entorno cíclico y los precios de la energía pueden tener un impacto tan grande en las cotizaciones de los valores rusos por ejemplo.

No obstante, tras la última gran crisis el fondo ha mostrado un excelente comportamiento que además ha venido acompañado de cambios sensibles en la gestión del mismo.

Uno de los principales aspectos a tener en cuenta es que el gestor, además de la búsqueda de acciones individuales en la región, en base a unos criterios clásicos de elevado crecimiento estructural y potencial, incorpora un análisis cíclico y macro en la definición del posicionamiento de la cartera. Dentro de la selección de acciones el gestor busca explotar también las ineficiencias que entiende padece este mercado. En este sentido, noticias de diversas fuentes, revisiones en las previsiones de resultados por parte de diferentes brókeres y el propio contacto directo que el gestor disfruta con las compañías en la región y Rusia específicamente, le situarían en una buena posición para identificarlas. En lo que respecta a la visión top down, el gestor tiene a su disposición lo que parece un buen equipo. Los criterios usados para determinar el posicionamiento top down son el crecimiento global pero especialmente el chino y europeo, por sus implicaciones para Rusia y Polonia.

La gestión de riesgos habría mejorado ya que se aplican claras reglas de liquidez que incluyen capitalización bursátil, volumen de negociación diaria (mínimo tres millones) y test producidos por el equipo de riesgos que analizan mensualmente los datos de negociación bajo estrés de todas las posiciones en cartera. En lo macro una visión negativa, con implicaciones para el precio de la energía, llevaría al gestor a áreas más defensivas como Polonia o República Checa y sectores como las telecos y los servicios públicos. Previsiblemente, le conduciría también a subir su exposición a liquidez hasta un máximo del 20% aunque en circunstancias normales el fondo está totalmente invertido (liquidez residual alrededor del 3%). Por último, es importante considerar que el fondo normalmente no tomará posiciones relativas que superen el -20% y el +10% con respecto al peso de Rusia en el índice.

Actualmente, el gestor se sitúa ligeramente procíclico con sobreponderación en Rusia y sector energía, ya que aunque Europa estaría en recesión, no está demasiado preocupado sobre el gran consumidor mundial de materias primas, China. Por el contrario, se encuentra infraponderado en Polonia y Turquía. Una continuación de la subida del precio del petróleo podría cambiar dicho posicionamiento, ya que estudios empíricos que maneja el gestor muestran que precios por encima de los 120 dólares por barril tienen un claro efecto negativo en el crecimiento global y chino.

Juan Manuel Vicente Casadevall. EAFI Kessler & Casadevall Asesoramiento Financiero

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