Los créditos del BCE apenas ayudan a bajar la prima de riesgo
El diferencial español se ha ampliado hasta 342 puntos básicos
Las últimas actuaciones del BCE no consiguen relajar la tensión en el mercado de deuda. Las medidas extraordinarias implementadas este año, incluida la subasta de liquidez ilimitada a tres años del miércoles, son un apoyo fundamental que ha dado estabilidad al mercado pero sin eliminar uno de los principales riesgos que amenaza a la zona euro. La rentabilidad del bono italiano sigue demasiado cerca del 7% (6,9%) y el español todavía está en el 5,363%, niveles aún muy elevados y poco compatibles con la consolidación de las cuentas públicas. La prima de riesgo de España avanzó ayer hasta los 342 puntos básicos y aunque sí es cierto que se ha alejado del máximo de 468 que tocó en noviembre, no se descartan nuevos episodios de volatilidad que vuelvan a incrementar los costes de financiación del Estado hasta niveles insostenibles, como los vistos hace un mes cuando la rentabilidad del bono a 10 años alcanzó el 6,78%. Peor es la lectura que deja la prima de riesgo italiana, en los 497 puntos básicos y no demasiado lejos del máximo de 552,3, un nivel que evidencia que la crisis de deuda soberana sigue latente.
¿No iba a ser la barra libre de liquidez del BCE un elemento salvador? La barra libre de liquidez a la que tiene acceso el sector financiero es un paso decisivo y necesario para combatir la crisis. Los préstamos a tres años por 489.190 millones de euros que concedió el BCE al sector garantizan las necesidades de liquidez a largo plazo y son el primer paso para restablecer la confianza en el sistema, de manera que el crédito vuelva a fluir. Sin embargo, no tienen por qué ser la fórmula con la que la banca acuda a comprar deuda en masa y alivie por tanto la presión. El sector, sin duda, puede verse seducida a hacerlo. Pedir prestado al 1% para comprar deuda a tipos muy superiores es un negocio redondo que cumple varios objetivos. Por un lado ayuda a mejorar la cuenta de resultados mientras que por otro contribuye a relajar la prima de riesgo de España, un factor que permite abaratar la financiación del sector financiero en el mercado al incrementar la confianza en España. La gran incógnita es saber cuántos recursos destinará el sector a esta tarea y el repunte de 30 puntos básicos que ha experimentado la prima de riesgo las dos últimas sesiones evidencia que de momento no es una práctica masiva.
Muchos expertos, de hecho, consideran que este tipo de operativas resultará limitada. ¢En un momento en el que la UE y la Autoridad Bancaria Europea están obligando al sector a recapitalizarse por el riesgo soberano, resultaría extraño que los bancos aumenten la exposición al activo que más preocupa¢, argumenta Barclays, entidad que recuerda que el sector ha reducido un 10% su exposición a la deuda soberana italiana en el tercer trimestre.
El estigma que ha supuesto hasta ahora pedir prestado al BCE, la elevada volatilidad de la deuda pública o la desconfianza que pueda generar incrementar las carteras de deuda a la hora de acceder a la financiación del mercado son otros motivos que aduce la entidad británica a la hora de prever un uso limitado de este tipo de compras. Royal Bank of Scotland también descarta compras masivas de deuda pública por parte de la banca ahora que se mira con lupa su exposición a este activo y teniendo en cuenta que el sector está en proceso de desapalancamiento.
La buena evolución de las últimas subastas de deuda en España, en gran medida debido a la alta demanda de la banca, pone en evidencia que el sector sí se siente atraído por las elevadas rentabilidades que ofrece la deuda pública pero está por ver el margen que realmente tiene para seguir aumentándolo. ¢Los departamentos de riesgo en España no han abierto líneas para comprar deuda¢, aseguran en una entidad española.
La munición disponible para frenar el ascenso de las primas de riesgo se agota y a medida que pasan los días resulta cada vez más evidente que las compras masivas de deuda por parte del BCE son la única bala que queda en el cargador para atajar con rapidez uno de los principales riesgos en la zona euro. Al menos, esa es la opinión de la mayoría de los expertos.
La gran banca española acude a la subasta
La subasta de liquidez a tres años del BCE el miércoles contó con una afluencia masiva de la banca española. De los 489.200 millones que solicitó el sector unos 100.000 correspondieron a las peticiones de entidades españolas. BBVA solicitó entre 10.000 y 11.000 millones, una cifra en línea con los vencimientos que afronta en 2012, mientras que Sabadell pidió 4.000 millones, una cantidad que también destinará a afrontar los compromisos del próximo ejercicio, según confirman fuentes del mercado. La incertidumbre y la desconfianza siguen siendo tan elevadas que algunas de las entidades más saneadas del sistema financiero español optaron por apelar al BCE. CaixaBank, por ejemplo, entidad que acudió al BCE por primera vez en agosto solicitó 2.000 millones y en octubre volvió a hacer lo mismo también acudió el miércoles a la subasta en previsión de lo que pueda ocurrir pero no desveló sus peticiones. Popular, Santander o Bankia tampoco quisieron revelar la cantidad solicitada, según informa Ángeles Gonzalo.