La enseñanza de hoy para el profesional del futuro
El Colegio Ramón y Cajal adapta su método educativo a los nuevos tiempos e incorpora las nuevas tecnologías en el aula.
En un mundo cada día más globalizado, competitivo y en continuo cambio se exige una gran capacidad para superar nuevos retos y mucha destreza en el uso de las últimas tecnologías. Estas demandas recaerán sobre los profesionales del futuro, por lo que su preparación hoy será fundamental a medio plazo. Esta es la concepción que manejan desde el Colegio Ramón y Cajal, lo que les impulsó a crear una metodología de enseñanza nueva, que rompe de raíz con la tradicional y que pone su foco sobre las características individuales de cada alumno.
Hace siete años la institución culminó el diseño de un nuevo método de enseñanza que, unido al empleo de las nuevas tecnologías, contribuirá a preparar al estudiante para las exigencias de un futuro que ya está aquí. "Los jóvenes de hoy no pueden aprender en instalaciones del siglo XX y con una mentalidad docente del XIX", advierte Mariano Sanz, director general del centro. La nueva metodología, "centrada en el alumno y en el aprendizaje por encima de la enseñanza, consigue que los colegiales estén más implicados y comprometidos con el estudio", subraya Sanz.
La experiencia en estos siete años ha sido muy positiva y el equipo docente confirma su eficacia: "Realmente, hemos visto dos colegios distintos. Los nuevos alumnos tienen una mayor autonomía y predisposición al trabajo y a la investigación, así como mayores cualidades para el trabajo en equipo", confirman. De este modo, el estudiante no tiene que memorizar tantos contenidos, sino que dedica un mayor esfuerzo a desarrollar sus habilidades y competencias.
Por otra parte, el centro está continuamente buscando nuevas fórmulas para evolucionar y no estancarse, con el objetivo de ofrecer a los jóvenes aquello que se les demandará en el futuro. Para ello se necesita un equipo docente en evolución permanente. Los profesores visitan con frecuencia otros colegios, de países como Finlandia, Estados Unidos o Italia, donde captan las nuevas tendencias en el ámbito educativo a nivel internacional.
El nuevo método está dando sus frutos, lo cual garantiza el prestigio de la institución. Esto ha permitido al colegio no perder escolares, a pesar de la difícil coyuntura económica que atraviesa el país.
"Las crisis obligan a las empresas a evolucionar, pero como nosotros comenzamos este proceso hace 12 años, ahora estamos más fortalecidos", explica su director. Su buen hacer ha situado al centro educativo entre los más notables del país, al tiempo que ha recibido numerosos reconocimientos, como el Premio Madrid Excelente a la confianza de los clientes en la categoría de pymes. "Este galardón es el reconocimiento al trabajo realizado durante los últimos 10 años", afirma Sanz.
Los alumnos cursan dos horas a la semana de chino desde los cuatro años
En su continuo afán por evolucionar y ofrecer un rasgo distintivo, el Colegio Ramón y Cajal ha comenzado a impartir cursos de chino como segundo idioma. "Hemos apostado por las lenguas que creemos que son importantes y que pueden dar a nuestros alumnos un valor diferenciador en el futuro", explica Mariano Sanz. Esta es la fórmula de la institución para adaptarse a los cambios sociales y no permanecer ajeno al entorno. Los alumnos cursan, desde los cuatro años, dos horas semanales de chino, por lo que, "después de 14 años en el centro, los estudiantes reciben una sólida base de este idioma", subraya su director.Dentro de los planes del centro se encuentra ofertar clases de alemán y de portugués que complementen su formación. Para el profesional del futuro, el manejo de idiomas es fundamental, por lo que los alumnos del Ramón y Cajal tendrán una gran ventaja a la hora de buscar empleo. "Nosotros nos preguntamos lo que se le pedirá al trabajador en los próximos años e intentamos dárselo a nuestros alumnos". Esta motivación también obliga a desterrar aquellos contenidos que se han quedado obsoletos con el paso del tiempo.Las nuevas tecnologías también juegan un papel fundamental en el método educativo de la institución. El primer paso es que cada escolar disponga de un ordenador portátil en el aula, para pasar posteriormente a trabajar únicamente con tabletas electrónicas. Los estudiantes estarán más habituados al empleo de estas herramientas, al tiempo que harán del aprendizaje un proceso más entretenido.