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Cuenta atrás para Europa

Sarkozy propone a Merkel garantizar la deuda pública de toda la zona euro

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció ayer un plan franco-alemán para recuperar la confianza del mercado en la deuda pública de la zona euro. El plan, que podría concretarse el próximo lunes, pasará por una refundación de la moneda única para garantizar que los tenedores de bonos cobren sus deudas y por imponer una férrea disciplina fiscal a todos los socios.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy
El presidente francés, Nicolas SarkozyREUTERS

Ante una sala con cabida para 5.000 personas y en la que no se apreciaba ninguna silla vacía, el presidente francés anunció ayer la "refundación del euro" durante un largo y dramático discurso en la ciudad provenzal de Toulon. En la misma sala y ante una audiencia similar, Sarkozy anunció hace tres años "la refundación del capitalismo", que puso en marcha los trabajos del G-20 para controlar los mercados financieros (desde los hedge funds hasta los bonos bancarios) y acabar con los paraísos fiscales. Sarkozy reivindicó ayer esa ofensiva, aunque reconoció que tal vez no ha ido tan lejos como hubiera deseado y que la economía mundial "sigue luchando tres años después contra la misma crisis, una crisis de la deuda privada que ahora golpea a los Estados".

Los nuevos coletazos de la crisis, según Sarkozy, amenazan ahora la supervivencia del euro porque han minado "la confianza y la credibilidad" de inversores y ahorradores en el futuro de la divisa europea. Y si en 2008 el presidente garantizó que en Francia "no caerá ningún banco y ningún francés perderá un solo céntimo de sus depósitos", ayer aseguró su intención de dejar "meridianamente claro" que "ningún Estado de la zona euro, aparte del caso excepcional de Grecia, entrará en suspensión de pagos y ningún ahorrador perderá un solo céntimo en los préstamos concedidos a un país de la zona euro".

París y Berlín negocian desde hace varias semanas cómo ofrecer esa garantía total a ahorradores e inversores y la fórmula definitiva podría anunciarse el próximo lunes tras una reunión en el Elíseo entre Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel. El primer paso para recuperar la confianza podría ser la supresión de las cláusulas que Berlín pretendía imponer a partir de 2013 en las emisiones de deuda para alertar a los inversores sobre un posible impago.

Inquebrantable

El presidente francés también anunció que "el BCE jugará un papel determinante" en la defensa de la moneda. Pero se mostró convencido de que la solución definitiva se basará "claramente en la solidaridad", lo que apunta hacia algún tipo de cobertura para la deuda de los socios del euro a través de un Fondo Monetario Europeo o, a más largo plazo, incluso a la creación de un Tesoro común. "Si queremos que sobreviva el euro debemos responder con una solidaridad inquebrantable a quienes dudan de su viabilidad o especulan sobre su ruptura", señaló Sarkozy. Alemania, sin embargo, no parece dispuesta todavía a avanzar tan rápido y tan lejos como pretende Sarkozy. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, señaló ayer que Berlín prefiere que cada país establezca su propio fondo para garantizar la deuda emitida por encima del límite del 60% del PIB (85,4% es la media de la ozona euro) establecido en el Pacto de Estabilidad. Berlín ya se desmarcó así de la propuesta del grupo de sabios que asesora a Merkel, quienes el pasado mes de noviembre sugirieron la creación de un "fondo europeo de amortización". Y Berlín ya impidió el pasado martes que se estableciesen avales europeos para restablecer la financiación de la banca, lo que obligará a cada país a avalar emisiones de sus propias entidades.

Contrapartidas

Pero esta vez Francia está en condiciones de ofrecer contrapartidas para arrancar un gesto de solidaridad a la canciller de plomo. "Si queremos más solidaridad tendrá que haber más rigor fiscal", advirtió Sarkozy a sus compatriotas durante un discurso que sonó a pistoletazo de salida para la campaña electoral de las presidenciales francesas en primavera de 2012.

Sarkozy anunció su apoyo a la propuesta de Merkel para un nuevo Tratado "que refunde y reorganice la zona euro". El nuevo marco, según la idea francoalemana, suprimiría el derecho de veto de los socios en decisiones tan importantes como las operaciones de rescate de un socio. "El euro no puede seguir siendo rehén de un pequeño partido en una coalición gubernamental", advirtió Sarkozy en un claro aviso a Finlandia y Eslovaquia, cuyos parlamentos se resistieron a participar en el fondo de rescate de la zona euro. Los países que como Irlanda se resisten a la armonización de impuestos también recibieron un toque de atención. "El dumping fiscal no podrá continuar", advirtió el presidente francés.

El nuevo Tratado también establecerá, como deseaba Berlín, sanciones más rápidas y prácticamente automáticas contra los países que incumplan sus objetivos presupuestarios. Y todos los socios deberán incorporar a nivel constitucional, además, la llamada "regla de oro", adoptada por Alemania, que prohíbe el déficit público salvo en casos excepcionales.

Sarkozy abogó por que el nuevo Tratado consagre la vía intergubernamental, lo que dejaría de lado a la Comisión Europea -cuya autoridad ya ha quedado muy tocada a medida que se agrava la presente crisis- y abriría la vía a un euro de dos velocidades, aunque con garantías para la deuda.

El Banco de Inglaterra se prepara para lo peor

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, pidió ayer a las instituciones bancarias británicas que refuercen su capital ante la profundización de la crisis de la zona euro y la amenaza que supone para el Reino Unido. Reconoció, asimismo, que la institución se prepara para una amplia variedad de contingencias, incluida la posible salida del euro de alguno de los países miembros.Al dar a conocer el informe bianual de estabilidad financiera británica King calificó la crisis de la zona euro de "excepcionalmente amenazante" y recomendó a los bancos británicos reforzarse para "soportar mejor las tormentas que puedan llegar"."La crisis de la zona euro es de solvencia, no de liquidez. Y la interconexión de los mayores bancos supone que los sistemas bancarios, y por lo tanto las economías de todo el mundo están afectados. Solo los gobiernos directamente implicados pueden encontrar una solución", explicó.Como reflejo de la escalada de la percepción de riesgo soberano, el informe del Banco de Inglaterra asigna a España más de un 30% de probabilidad de suspender pagos en un periodo de cinco años, un porcentaje ligeramente inferior al otorgado a Italia, que se acerca al 40%. Asimismo, la autoridad monetaria da por hecho, en función de la evolución de los seguros de protección de impago (CDS), la quiebra de Grecia, país al que da un 100% de probabilidad de suspensión de pagos, mientras que a Portugal le da un 60% y a Irlanda un 50%.Toda una amenaza para la banca británica dada su exposición a la deuda de la zona euro. Y es que, según el informe divulgado ayer, los cuatro grandes bancos del Reino Unido (Barclays, HSBC, Lloyds Banking Group y RBS) tienen 191.800 millones de libras (223.477 millones de euros) en deuda de los países de la periferia, de la que el 30%, unos 67.647 millones de euros corresponde a la deuda española.En concreto, la cartera de deuda española en poder de estos cuatro bancos se desglosa en 4.117 millones de euros en bonos soberanos, 15.765 millones de euros en deuda de bancos españoles y otros 47. 882 millones en deuda de las familias y empresas no financieras. Y del total solo han provisionado 2.941 millones de euros.

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