El Banco de España ve a la banca bien preparada para cumplir con Basilea III
Las entidades de crédito nacionales están bien preparadas para cumplir con las exigencias internacionales de solvencia a ojos del Banco de España. ¿La razón? El endurecimiento de las ratios de capital impuesto en el país el pasado febrero. Así lo indicó el director general de regulación, José María Roldán, en un artículo publicado en el último número de la revista Perspectivas del Sistema Financiero editada por Funcas.
En este escrito, Roldán señala que "la transición hacia las exigencias de capital regulatorio de Basilea III es mucho más parsimoniosa que los calendarios del nuevo Real Decreto Ley, cuya inmediata entrada en vigor está justificada por la necesidad de despejar toda duda sobre la solvencia del sistema financiero español".
A pesar de contar con esta ventaja, el supervisor recordó que "esto no quiere decir que Basilea III pueda considerarse irrelevante para las entidades españolas, y en particular desde una perspectiva cualitativa". Roldán destacó que además de pedir más capital, Basilea exige que sea de mayor calidad. Además, impone medidas para mitigar riesgos de liquidez y desarrolla elementos de supervisión macroprudencial.
Para el Banco de España resulta esencial que Basilea III sea desarrollado y aplicado de forma homogénea para evitar que se produzcan vacíos en su cumplimiento. El director general de regulación enumera peligros, que engloba bajo el término "arbitraje de capital".
Los bancos pueden alterar el cómputo de sus activos ponderados por riesgos para limitar el impacto de la norma, desplazar actividad fuera de su balance hacia entidades no sometidas a regulaciones, aprovechar su presencia en varios países para concentrar ciertas actividades (por ejemplo, banca mayorista o la cartera de negociación) en las jurisdicciones menos exigentes o traspasar cierta actividad hacia sectores con una regulación menos armonizada que la bancaria a escala internacional como, por ejemplo, los seguros. Pero de todos los riesgos, Roldán apunta que el más peligroso es el desarrollo de novedades financieras que permitan sortear Basilea III.
La norma puede limitar el crédito
La implantación de las nuevas normas internacionales de capital restringirá, al menos a corto plazo, la concesión de crédito a empresas y familias. Así lo estiman Santiago Carbó y Francisco Rodríguez en su artículo Basilea III, reestructuración bancaria y crédito en España, publicado por Funcas.Estos expertos sostienen que "un aumento tan considerable de las exigencias mínimas de recursos propios como el que impone Basilea III puede tener un efecto restrictivo sobre el crédito". Sin embargo, admiten que puede ser aceptable si "a medio plazo aumenta la resistencia de las entidades".