Trichet frena la subida de tipos para contrarrestar el deterioro en la zona euro
El BCE mantuvo ayer los tipos en el 1,5% y frenó cualquier expectativa sobre una subida a corto plazo por el deterioro en la zona euro. De hecho revisó a la baja la previsión de crecimiento para este año y el próximo, en especial por el parón en Alemania y Francia. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, exigió a los países miembros que aceleren la consolidación fiscal y las reformas estructurales.
La situación económica en la zona euro ha variado significativamente en los últimos meses. Las dos grandes locomotoras (Francia y Alemania) han perdido velocidad en el segundo trimestre. Entre abril y junio, el PIB de Francia no creció y el de Alemania tan solo avanzó un 0,5%, muy por debajo del 1,5% registrado en el primer trimestre. La contracción de esos dos países ha afectado al resto de economías de la zona euro, muy dependientes de sus compras, lo que ha obligado al BCE a revisar a la baja la previsión de crecimiento de la zona euro para el segundo semestre. Al mismo tiempo hay naciones como Grecia sometidas a un draconiano plan de ajuste que ha llevado a su PIB a caer un 7,3% en tasa interanual en el segundo trimestre de este ejercicio.
En este contexto, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, revisó ayer tres décimas a la baja la estimación del PIB de la zona euro para este año, que finalmente se quedará en un 1,6%. Del mismo modo rebajó al 1,3% (cuatro décimas menos) la previsión para 2012. En ambos recortes han tenido un peso fundamental el deterioro de la economía mundial, el impacto que ha tenido el accidente de Fukushima sobre Japón o la apreciación sufrida por las materias primas, en especial el crudo.
Este recorte en el crecimiento previsto, que en otras circunstancias podría haber provocado un descenso de los tipos o una advertencia sobre una futura bajada, se ha visto compensado en parte por la moderación de los precios, por lo que el BCE mantuvo los tipos en el 1,5% para la zona euro. La inflación cerrará este ejercicio, según sus previsiones, en una media del 2,6%, mientras que en 2012 bajará al 1,7%, tres décimas por debajo del nivel considerado adecuado por el organismo presidido por Trichet. "Hace un mes considerábamos que había riesgos al alza para la inflación y ahora esos riesgos están equilibrados", subrayó Trichet en la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno del BCE.
El presidente del BCE defiende con vehemencia la compra de deuda italiana y española
Una vez que la presión de los precios ha desaparecido o al menos ha remitido (en la medida en la que el crudo se ha abaratado en los últimos meses y que las previsiones apuntan a que seguirá haciéndolo), el presidente del BCE centró su discurso en la necesidad de que los miembros de la zona euro pongan en marcha los planes de consolidación fiscal para reducir déficit y deuda. "Todos los países tienen que mostrar su determinación inflexible para cumplir con sus compromisos", recalcó Trichet, quién señaló que los ajustes fiscales deben ir acompañados de reformas estructurales que aseguren el crecimiento económico y la creación de empleo.
En particular se refirió a la necesidad de eliminar la vinculación del crecimiento de los salarios con la inflación y a que las empresas pueden desligarse de las condiciones pactadas en convenio en el caso de que la situación económica empeore. El presidente del BCE no quiso entrar a detallar los ajustes realizados por cada país y tan solo hizo un breve comentario respecto a los aprobados por el gobierno italiano, a los que calificó de "ajustados" a la situación.
Pese a la insistencia de los periodistas, el presidente del BCE no desveló si seguirá comprando deuda italiana y española en las próximas semanas para intentar contener la presión sobre los títulos de la tercera y la cuarta mayor economía de la zona euro. "Si nos hemos embarcado en el programa de compra de deuda pública es por razones de política monetaria y para ayudar a mejorar la transmisión de nuestras decisiones relacionadas con los tipos de interés, porque los Gobiernos no se han comportado apropiadamente y no han sido cuidadosos", recalcó de forma vehemente. En este punto recordó que Francia, Italia y Alemania trataron de modificar en 2004 los límites y las sanciones fijadas en el Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento.
Desde el pasado 8 de agosto, el BCE ha comprado deuda por valor de 56.247 millones de euros, en su gran mayoría italiana y española. Los expertos interpretaron las palabras de Trichet como una apertura a medidas excepcionales. "Está dispuesto a tirar la casa por la ventana y eso incluye rebajas de tipos, inyecciones de liquidez, compra de deuda o la combinación de las tres", recalcó Julian Callow, economista jefe de Barclays.
La OCDE exige intervenir a los bancos centrales
"Existe el riesgo de que se produzca un crecimiento negativo en la gran mayoría de las economías de la OCDE, pero no prevemos una recesión como la sucedida en 2009". Con estas palabras, el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, quiso dejar claro ayer que no comparte los vaticinios expresados a principios de la semana por la directora jefe del FMI, Christine Lagarde, sobre el riesgo inminente de una recesión como la hace dos años. En ese ejercicio, el PIB de las 34 naciones más desarrolladas del mundo cayó un 3,6% en tasa interanual, mientras que la previsión de la OCDE para este año es que crecerá un 2,3%.Pese a ello, el deterioro de los siete países más industrializados del mundo es evidente, ya el PIB de ninguno de ellos crecerá por encima del 1% en el segundo semestre en tasa anualizada. Por ello, Padoan reclamó a los bancos centrales, en especial al BCE, que mantengan los tipos bajos durante un largo periodo para evitar la vuelta a la recesión e incluso les pidió inyecciones extraordinarias de liquidez si el mercado interbancario se cierra.Esas peticiones se basan en el último informe elaborado por la OCDE, que prevé que la peor parte se la van a llevar dos de las mayores naciones de la zona euro. De hecho, augura que el PIB de Italia caerá un 0,1% en tasa anualizada en el tercer trimestre y que el alemán descenderá un 1,4% en el último trimestre. Asimismo calcula que el PIB de las tres grandes locomotoras europeas (Francia, Alemania e Italia) bajará un 0,4% en tasa anualizada entre octubre y diciembre.
Las cifras
1,7% es la previsión de inflación que estima el BCE para el próximo ejercicio.56.247 millones es el volumen de deuda adquirida por el BCE desde el 8 de agosto.