El Senado rechaza plan republicano para aumentar el techo de la deuda de EEUU
La ingobernabilidad de EE UU amenaza a la renqueante economía mundial. Ayer, el partido republicano lograba un acuerdo in extremis del ala dura de sus propias filas para sacar adelante en la Cámara de Representantes el plan para elevar del techo de gasto elaborado por John Boehner, el presidente del Congreso. No sirvió de nada. El Senado, de mayoría demócrata, lo tumbó.
Cerca de las dos de la madrugada del sábado pasaba a mejor vida el plan reppublicabno impulsado por el presidente de la Cámara de Representantes, John Reid, para elevar el techo de endeudamiento y evitar que la Administración de Obama entre en default. El Senado rechazaba este programa, aprobado horas antes en el Congreso ggracias a profundas concesiones de los republicanos al Tea Oparty, el ala dura de su partido.
La principal oposición fue que el plan republicano establece una elevación de la deuda en dos fases, una que daría luz verde a un aumento de cerca de un billón de dólares hasta finales de este año y la otra, que tendría que ser sometida a votación en el Congreso en 2012, año de elecciones presidenciales.
El líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, Harry Reid, compareció ante la prensa minuto después del voto y repitió su queja de que los republicanos no quieren una solución negociada y están poniendo en peligro la salud económica del país. "Es hora de ser adultos, reunirnos y llegar a un compromiso", señaló.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, apeló hoy al "sentido común" para alcanzar un acuerdo sobre la deuda, mientras los legisladores siguen enzarzados, después de que el Senado, de mayoría demócrata, rechazara la propuesta republicana, que había sido aprobada en la Cámara de los Representantes.
En un nuevo intento para presionar a los congresistas y evitar la suspensión de pagos antes de la fecha límite del 2 de agosto, Obama volvió a comparecer ante el país y en un discurso televisado urgió a los legisladores llegar a un "compromiso bipartidista".
"Hay muchas crisis que no se pueden prever, pero la solución de ésta se encuentra en nuestras manos", dijo el presidente, quien habló antes de que se votara el plan presentado por el presidente de la Cámara de los Representantes, el republicano John Boehner.
Obama apeló al "sentido común" e instó a los miembros del Congreso a encontrar los "puntos en común" de los planes presentados. No obstante, aprovechó su intervención para cargar contra el plan de Boehner, por considerar que hará "revivir este debate en unos meses".
El plan de Boehner plantea un recorte del gasto de casi un billón de dólares en los próximos diez años y permitiría elevar el techo de deuda, actualmente en 14,3 billones de dólares, hasta finales de este año, pero obligaría a una nueva votación a comienzos de 2012.
La propuesta necesitaba dos tercios del total de 435 escaños para salir adelante y finalmente consiguió 218 votos a favor y 210 en contra. Ninguno de los representantes demócratas votaron a favor y 22 republicanos lo hicieron en contra.
Los demócratas y Obama exigen un acuerdo más amplio, que incluye recortes de 2,2 billones de dólares en la próxima década y permitiría aumentar el tope de deuda hasta 2013, evitando así un nuevo debate el año próximo, en el que Obama se juega su reelección.
Boehner reconoció que la medida es "imperfecta" pero insistió en que su partido ha tratado de presentar una solución "con sentido común" y con un equilibrio entre el gasto y la deuda, y se quejó de la anunciada oposición demócrata a su medida.