El Gobierno británico eleva la presión sobre Rupert Murdoch
Clegg insta al magnate a retirar la oferta de compra sobre BSkyB, que al final tendrá que pasar por Competencia.
El Gobierno británico elevó ayer la presión sobre el magnate de la comunicación Rupert Murdoch y su grupo News Corp tras el escándalo de las escuchas ilegales protagonizado por uno de sus diarios, el ya desaparecido News of the World.
Además de la investigación policial y judicial puesta en marcha para saber el alcance real de las escuchas telefónicas (se sospecha que los pinchazos pudieron afectar, en los últimos años, a 4.000 personas), el Ejecutivo ha endurecido su postura respecto a la oferta lanzada por Murdoch para hacerse con el 100% de la televisión de pago BSkyB.
Ayer, el viceprimer ministro, Nick Clegg, instó directamente al grupo de Murdoch a renunciar a la operación. Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, se mostró convencido de que News Corp haría mejor, en estos momentos, en preocuparse por limpiar su imagen que en lanzar nuevas operaciones corporativas.
News Corp movió ficha ayer y renunció a su intención de segregar la cadena Sky News para dejarla fuera de la compra de la plataforma de pago. Esta decisión obliga a que el visto bueno a la transacción no dependa únicamente del Gobierno sino que tenga que ser aprobada por las autoridades de Competencia del Reino Unido, que disponen de medio año para emitir su opinión. Las acciones de BSkyB cayeron ayer casi un 5% en Londres. En la última semana, la empresa se ha dejado 2.835 millones de euros en Bolsa, un 15% de su valor.
La polémica puede seguir creciendo en los próximos días, ya que la BBC reveló ayer que The Sunday Times, otra de las publicaciones de Murdoch, también pudo acceder ilegalmente a datos personales del ex primer ministro Gordon Brown. En este caso, se sospecha que los pinchazos en el móvil de Brown permitieron a periodistas de News Corp contar con información sobre el estado de las finanzas del político, así como datos relacionados con la salud de uno de sus hijos, aquejado de fibrosis quística.
Asimismo, The Guardian informó ayer de que el príncipe de Gales y su mujer, Camilla Parker, fueron avisados por la Policía de que podían haber sido víctimas de pinchazos telefónicos. Según datos a los que tuvo acceso el diario, al menos 10 miembros de la familia real británica fueron advertidos de que podían sufrir escuchas. Algo verosímil, ya que también se ha filtrado que un miembro de la seguridad real se mostró dispuesto a vender a la prensa los datos telefónicos de los Windsor.