El efecto contagio castiga a los CDS españoles
Los polémicos CDS (Credir Default Swap) están en el punto de mira del Banco de España. Para el Banco de España, más del 80% del encarecimiento sufrido por los seguros de impago que cubren la deuda nacional se debe al efecto contagio por la mala evolución de las economías vecinas.
"La evolución de la prima de los CDS soberanos de estados como Grecia, Irlanda o Portugal explica más de la evolución del CDS español que la propia historia de éste. Italia, por otro lado, comparte con España la característica de verse más influenciada por otros países que por su dinámica interna", indica el último Boletín Económico del regulador. Una idea que corrobora el mercado, de hecho los mayores repuntes sufridos en la cotización de los seguros de impago nacionales se han producido cuando se han llevado acabo los rescates financieros de los tres países citados anteriormente.
El organismo regulador, dentro de su informe mensual que ha publicado hoy, analiza la percepción del riesgo soberano en diez países (entre los que están, Alemania, Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Portugal, Grecia, España e Irlanda). Más concretamente, se centra en analizar los CDS, que junto con la prima de riesgo (diferencial de los bonos a diez años frente al alemán, de referencia en Europa), son los principales indicadores en este campo.
El Banco de España justifica su atención en este tipo de productos a la hora de medir el riesgo país en que si se tomase el diferencial, no se tendría en cuenta el "efecto huida hacia la calidad" de los inversores que buscan los bonos de los países más seguros (como Alemania o Francia) en situaciones de inestabilidad. Así se analiza este tipo de cobertura a través de la aversión al riesgo global, los elementos comunes y los factores propios de cada economía.
Mutación de la crisis
"En la primera parte de la crisis, buena parte de la evolución de las primas de los CDS estaba dominada por el factor asociado al VIX (que se puede interpretar como una prima relacionada con la evolución de la aversión al riesgo global), así como por el factor común", explica la institución. Un escenario que fue mutando a medida que iba avanzando el calendario. Así, a partir de 2009 se empieza a diferenciar entre los países periféricos y los centrales.
Esta brecha que se abre entre los problemático s y el resto se achaca principalmente a los factores internos de los primeros. Algo que demuestra la sensibilidad de los operadores a las situaciones fiscales o macroeconómicas más débiles. Aunque ello también da a entender " que existe un margen en estos países para adoptar medidas orientadas a reducir la desconfianza".