Primera muestra para la banca
Las cuentas de Banesto son el primer botón que muestra las dificultades por las que atravesará el sector a lo largo de este año. Ha registrado una notable caída en el margen de intereses, una contracción en la cartera de crédito pese a haber incrementado el número de clientes en los últimos trimestres, y un significativo esfuerzo de provisiones por el alza de la mora inmobiliaria de promotores, que concluyen con un descenso de los beneficios del 16%. El incremento del coste de la financiación no ha sido compensado aún por la subida de los tipos activos (la subida del BCE ha sido posterior) y han sido de nuevo las comisiones el socorrido instrumento de compensación.
Todos los gestores bancarios han advertido en los últimos meses que 2011 será el peor año para la banca que se recuerda, a pesar de que ya 2009 y 2010 fueron muy problemáticos. A fin de cuentas, los números de los bancos no son sino un reflejo fiel de lo que ocurre con la economía española: desempleo rampante, tasas de endeudamiento privado muy elevadas, actividad económica prácticamente plana y demanda de crédito solvente muy limitada. España, además, tiene una pequeña prima de complicación en la financiación por la desconfianza generada en los mercados financieros, que tiene que suplir con una resolución rápida de la crisis bancaria.