Los ejecutivos españoles se aferran a la vestimenta formal
España está al margen de la tendencia de otros países de relajar la etiqueta.
España está al margen de la tendencia que siguen otros países en los que los códigos de etiqueta en el trabajo van perdiendo vigencia. En Google los empleados pueden ir a trabajar como deseen porque la compañía considera que acudir a la oficina en bermudas no está reñido con ser un buen profesional. Abogados españoles de algunas firmas internacionales que acuden a reuniones en ciudades como Londres o Bruselas ven cómo sus colegas prescinden de la corbata algunos días de la semana, explica un empleado de un despacho.
"Nuestro país es bastante riguroso y no somos tan avanzados en esta tendencia", explica Pilar Moreno, de Hays, una firma especializada en reclutar ejecutivos. El traje y corbata, en hombres, y el atuendo formal, en mujeres, se impone en España en la abogacía, la consultoría y la banca, donde los profesionales están muy expuestos al cliente. Moreno lo comparte. "El empleado, con su imagen, transmite la de la propia compañía", comenta esta experta. "No veo un cambio de tendencia a corto plazo". Pilar Moreno no ve mal que incluso las compañías tengan un código escrito que recoja el estándar exigido porque a veces los límites están difusos. "No me parecen mal las recomendaciones en el caso de los abogados júnior, por ejemplo".
Allen & Overy acaba de difundir un e-mail entre sus abogados en el que se prohíben las minifaldas y los tacones de más de 20 centímetros. En los despachos de abogados en España es obligatorio el atuendo formal de lunes a jueves, mientras que los viernes se rebaja la exigencia hasta el estándar de business casual, pero no hasta el punto de permitir los vaqueros. Algunas firmas extienden el casual a todos los días del verano, pero se interrumpe si hay reunión con el cliente. "En el caso de los abogados, no veo diferencias entre España y lo que sucede con otros países", comentan desde una firma internacional con oficina en Madrid. "No veo señal de cambio. La vestimenta formal es importante para la marca porque transmite valores corporativos y una imagen de confianza", añade.
Encarnación Maroño, directora de selección de Adecco, considera que en líneas generales las empresas "son cada vez más abiertas en cuanto al código de vestimenta y controlan menos estos aspectos", pero las cosas no cambian entre los profesionales con mayor exposición a los clientes. "Se asocia la vestimenta a la seriedad", comenta Maroño. "No se pone en duda en quienes visten casual, pero el traje y la corbata transmiten seguridad y profesionalidad", añade.
Ni chanclas ni vaqueros
En algunas compañías hay códigos escritos que dejan meridianamente claro dónde están los límites y evitan un relajamiento excesivo cuando en verano se permite acudir casual a trabajar. En los despachos de abogados están proscritas las camisetas, los vaqueros, las minifaldas y las sandalias. En general, se invita a huir de los colores estridentes y la ropa indiscreta en favor de una apariencia adecuada de todas las prendas.Encarnación Maroño, de Adecco, sostiene que puede resultar "desagradable" recoger por escrito los estándares de vestimenta exigidos en una compañía. "Para las entrevistas de trabajo, aconsejamos a los candidatos utilizar el sentido común. Dependiendo de cada empresa y del puesto de trabajo. A los hombres se les recomienda chaqueta y corbata o pantalón de vestir, mientras que a las mujeres que eviten las estridencias, la ropa demasiado atrevida y los maquillajes excesivos".
