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Tribuna
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¿Qué (no) cambiará en el país tras el terremoto?

Qué cambiará en Japón tras el tsunami de la semana pasada? La construcción de nuevas centrales nucleares ha quedado paralizada tras el terremoto y ha sido sometida a escrutinio. El PLD, principal partido de la oposición, propuso el jueves replantearse el plan energético nacional en marcha, a lo que el PSD, formación en el poder, no se opuso.

El mecanismo de alarma social y político no parece haber funcionado. Las comunicaciones entre el Gobierno y la compañía eléctrica Tepco, propietaria de la central accidentada, no han sido fluidas. Tanto dentro como fuera de Japón se tiene la impresión de que no fueron capaces de reaccionar de forma adecuada ni a tiempo. Tanto el Gobierno como Tepco empezarán a recibir críticas en cuanto el problema esté en vías de solución y el PSD seguramente sufrirá un descalabro en las elecciones locales de abril.

¿Y qué no cambiará en el país? Los ciudadanos de a pie siguen su ritmo diario de trabajo. A pesar de los cortes de electricidad y el caos en el transporte público, acuden a sus lugares de trabajo como si no pasara nada.

Y en el escenario político se seguirán turnando primeros ministros cada cierto tiempo, pero sin cambiar su naturaleza. El panorama político continuará con su desorden habitual. La incompetencia del Gobierno y la incapacidad del principal partido de la oposición harán que nada cambie (aunque caigan los protagonistas de turno).

El mundo continuará invirtiendo más en EE UU, China, Tailandia, Reino Unido y los Países Bajos que en otros países. Y en las inversiones financieras seguirá habiendo más movimiento hacia fuera que hacia dentro (262.000 millones de yenes contra 141.000 millones a finales de 2010) potenciando así la posición de Japón como país exportador de capital e inversor.

Por todo ello espero y quiero creer que los japoneses seguirán siendo una nación pacífica, sabiendo convivir con otros países y buena ciudadana de la comunidad internacional. La solidaridad y el apoyo mostrado por el mundo ante las catástrofes natural y humana solo se deben a que Japón ha sido durante este último medio siglo una nación modélica y democrática para beneficio de sus vecinos.

Kimio Kase. Profesor del IESE

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