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Japón afronta su peor desastre natural

Los expertos rechazan una posible crisis fiscal

El Banco de Japón inyecta 132.000 millones al sector financiero.

La catástrofe provocada por el terremoto registrado el pasado viernes y sus posteriores consecuencias no arrastrarán a Japón a una inminente crisis fiscal. Así al menos lo aseguran dos informes presentados ayer por las agencias de calificación Moody's y Standard & Poor's, en los que se augura que los mercados de deuda continuarán financiando el déficit del Gobierno nipón a un coste excepcionalmente bajo y que el impacto del desastre natural en la calificación de las entidades financieras japonesas será "limitado".

Sin embargo, Moody's advierte de que en algún momento se podría alcanzar un punto de inflexión si los mercados pierden la confianza en la solvencia de las finanzas públicas y exigen una prima de riesgo sobre sus bonos. Algo que por ahora no está ocurriendo si se analiza la evolución de las rentabilidades que tenía que pagar el país nipón por colocar su deuda. De hecho, el tipo de interés de los bonos a 10 o 5 años no subió, tal y como suele suceder cuando existen tensiones en el mercado de la deuda, sino que bajó, lo que fue interpretado por los expertos como un signo del interés del Ejecutivo y de las grandes corporaciones japonesas por comprar títulos y así evitar que se desboque el coste para financiar la deuda. Este se mantiene en niveles bajos, no como el de la deuda pública, que ya duplica al PIB y ha provocado que las agencias de calificación bajaran la nota de la deuda a principios de año (la primera vez desde 2002) por el elevado nivel de endeudamiento.

Otro signo del apoyo financiero fue la aprobación de un nuevo plan de estímulo por parte del Banco Central de Japón, que sacó ayer todo su arsenal para el rescate del sector financiero. La institución emisora puso en circulación una cifra récord de billetes en una misma jornada, mantuvo los tipos de interés virtualmente a cero y amplió en cinco billones de yenes (43.730 millones de euros) su fondo de compra de activos.

La inyección de liquidez de urgencia alcanzó los 15 billones de yenes (131.859 millones de euros) hasta batir su anterior marca de 4,5 billones de yenes (39.557 millones de euros) de octubre de 2008. "La estabilidad de la economía en las próximas semanas vendrá asegurada por el Banco de Japón, que ya ha comprometido el suministro de liquidez de emergencia", señaló ayer Thomas Byrne, vicepresidente de Moody's, quien aseguró que el gasto en la reconstrucción del país servirá de estímulo fiscal "para compensar las pérdidas por la producción y la demanda".

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