La crisis de la pensión privada
Los planes de previsión españoles cuentan con baja rentabilidad y altas comisiones
Desde hace varios años vengo señalando el amplio margen de mejora que existe en la gestión de los fondos de pensiones privados en España. Esto atañe tanto a los fondos de pensiones del sistema individual como a los del sistema de empleo. En el caso de los fondos de pensiones del sistema de empleo, las comisiones de gestión son al menos muy reducidas aunque ello de poco sirve si lo que reciben los partícipes es, en el mejor de los casos, una gestión puramente pasiva. Las comisiones medias en el caso de los fondos de pensiones del sistema individual son por el contrario muy elevadas si las comparamos con las de otros países o con los fondos de inversión, por ejemplo.
En los dos últimos años, en varios artículos, alguno en las páginas de este periódico, he señalado las diferencias en las comisiones y en las rentabilidades medias para categorías y sistemas de pensiones privados homogéneos entre diferentes países europeos. España quedaba invariablemente mal situada. Dicha situación ha empeorado si cabe en el último año y la razón hay que buscarla en la desaparición del confortable colchón que ha reportado todos estos años pasados el buen comportamiento relativo de la deuda y Bolsas nacionales. El fuerte sesgo que los fondos de pensiones han venido mostrando hacia los activos españoles ha permitido de alguna manera no hacer tan evidentes los problemas de comisiones elevadas y falta de una gestión más activa y con mayores recursos. Sin embrago, en 2010 dicho sesgo doméstico se ha vuelto en contra y aunque se ha iniciado ya una tímida internacionalización de las carteras, ello no ha sido suficiente para frenar el deterioro de los resultados.
Como botón de muestra les proporciono algunos datos sobre tres categorías de referencia en la industria de las pensiones privadas en España: Renta Fija Euro, Renta Variable Europa y Mixtos Flexibles Globales en euros. Pues bien, las rentabilidades medias de los fondos de pensiones privados pertenecientes a estas tres categorías, según la base de datos de Lipper, fueron de un -1,02%, -2,87% y -1,44% respectivamente. Estos son resultados muy pobres no solo si los comparamos con respecto a los índices de mercado de referencia sino con respecto a los propios fondos de inversión.
En el gráfico central pueden apreciar las rentabilidades en euros de los índices Lipper en el pasado año, para las tres categorías de activos arriba mencionadas. Los índices Lipper proporcionan una medida precisa de la rentabilidad histórica del conjunto de fondos de inversión en cada categoría específica. Como verán, las minusvalías de los fondos de pensiones españoles se convierten en ganancias medias del 1,89%, 10,48% y 6,20% respectivamente, en el caso de los fondos de inversión. Estas son diferencias muy serias y se explican fundamentalmente por factores que atañen a la gestión de los fondos aunque las comisiones tampoco ayudan. En este apartado les proporciono también algunos datos reveladores. Las comisiones anuales medias para las mismas tres categorías de referencia son del 1,64%, 2% y 1,65% respectivamente. Este nivel de comisiones corresponde a una gestión activa de primera calidad que desgraciadamente los ahorradores españoles no están recibiendo.
Por último, en lo que respecta a los datos, las rentabilidades acumuladas en los últimos cinco años (donde recordemos que hemos disfrutado de más de tres de mercados alcistas) por los fondos de pensiones, en la categoría de Mixtos Flexibles Globales, apenas alcanza un magro 3,5%. Triste bagaje para un tipo de fondos que vienen a representar la cartera de inversión equilibrada y flexible con la que los ahorradores buscan ir aumentando su patrimonio financiero con vistas a su jubilación.
Hasta aquí los hechos pero, ¿cuáles son las posibles soluciones? Pues yo diría muy resumidamente que, en el caso de los fondos de pensiones del sistema individual, deben tomarse medidas por los actores del mercado conducentes a que se inicie una verdadera arquitectura abierta que fomente la competición y la búsqueda de la excelencia. En el caso de los fondos de pensiones privados del sistema de empleo sería conveniente plantearse medidas regulatorias que permitan crear cuentas de ahorro para la jubilación (como en algunos de los países más desarrollados) donde los ahorradores puedan incorporar un amplio abanico de activos (fondos, acciones, bonos, depósitos, etc.) gestionados por profesionales independientes.
Mientras un vuelco de este calibre pueda llegar a producirse, sería conveniente ver un desarrollo en la progresiva incorporación de entidades especializadas que formen y apoyen a las comisiones de control en la definición de las políticas de inversión, asignación de activos y control de resultados entre otras tareas.
Juan Manuel Vicente Casadevall, EAFI Kessler & Casadevall Asesoramiento Financiero.
Una gestión pobre
- Los planes privados de pensiones, cuentan en España con escasa rentabilidad. Una tendencia que se ha visto acentuada en el último ejercicio por la fuerte apuesta que se hace por los valores españoles, en lugar de buscar apuestas más rentables con una cartera más diversificada.- La renta fija euro, una de las tres grandes categorías de los sistemas de previsión, obtuvo el año pasado una rentabilidad del -1,02%, según los cálculos de Lipper.- La renta variable europea sufrió una caída del -2,87% durante 2010.- Los planes mixtos en euros perdieron, a su vez, un 1,44% al cierre del ejercicio.