Rusia y la banca extranjera
Está empezando a parecer un éxodo. Barclays se ha convertido en la última entidad de crédito extranjera en pensar que Rusia no vale la pena. La decisión de vender su unidad de banca minorista y comercial sigue a medidas similares en el Santander, el belga KBC y Morgan Stanley. Los nuevos concurrentes foráneos se enfrentan a un reto difícil en un país donde los grandes bancos estatales tienen una cuota de mercado enorme y miles de sucursales. Pero es simplista considerar la retirada como una señal de que la banca extranjera está perdiendo su fe en Rusia.
Que Barclays esté harto de su experiencia se debe tanto a errores estratégicos como a una dura competencia. Barclays pagó demasiado en la compra del ruso Expobank por 745 millones de dólares -cuatro veces el valor contable- en 2008. En un plazo de dos años, decidió vender sus sucursales regionales, marcando una reorientación del mercado de masas a los clientes ricos. Si bien la estrategia podría haber funcionado, con paciencia, la inconsistencia fue una receta para el fracaso. Otros bancos extranjeros en Rusia reconocen que la creación de un negocio rentable requiere años y una disposición a aceptar un viaje lleno de baches. Es el caso de Société Générale. A pesar de reportar pérdidas de 35 millones de euros en Rusia en 2010, el banco francés sitúa al país en el corazón de su estrategia. Su negocio en la banca rusa volvió a los números negros en el cuarto trimestre.
En total, los bancos extranjeros se están más que valiendo por sí mismos en Rusia. La Academia Financiero-Industrial de Moscú calcula su rendimiento medio de acciones en 2010 en un 16,9% -con los bancos estatales llegando a un 13,7% y al 7,4% de media en el sector-. La alta rentabilidad refleja su concentración en los préstamos al por menor, un segmento poco desarrollado y lucrativo, donde los lentos y burocráticos bancos estatales dejan nichos sin cubrir. Un descenso en las valoraciones bancarias indicaría que la próxima ronda de invasores podría entrar a un coste mucho menor que aquellos que se precipitaron antes de la crisis. Rusia ofrece un gran potencial para aquellos dispuestos a estar a las duras y a las maduras.
Por Jason Bush