Las cajas saldrán a Bolsa antes de lo que preveían
Las cajas de ahorros siguen estando en el ojo del huracán. Su incipiente reestructuración no ha sido aún suficiente para calmar a los mercados.
El elevado riesgo inmobiliario que se les presupone, con una difícil obtención de financiación en los mercados mayoristas -con excepción de La Caixa-, y unas necesidades de recapitalización, entre otras razones por las elevadas provisiones que deben realizar todavía, según los analistas, las convierten en sospechosas de que el mercado mantenga su desconfianza en la economía española. El sector ha conseguido realizar sus fusiones virtuales o SIP o tradicionales en tiempo récord, seis meses. Y tal como pedía el Banco de España cerrar 2010 con los organigramas de los SIP y sus bancos aprobados. E incluso se espera que en el primer trimestre del año, o a más tardar en julio, la reestructuración del sector, con el cierre de oficinas -unas 2.500- y de unos 13.000 empleados haya finalizado. Y eso que en junio del pasado ejercicio, cuando se firmaron todas las fusiones se fijaron tres años para concluir estos ajustes.
Lo mismo sucede con la recapitalización de estas entidades. Inicialmente se hablaba de que los bancos que han creado las cajas saldrían a Bolsa en los próximos años. Sin prisa. Ahora, sin embargo, todo apremia, la venta de activos y la cotización se han convertido en urgentes. Hay que recapitalizarse y hay que buscar liquidez, hay que emitir. Ese es el insistente mensaje del Banco de España y del Gobierno. Y es que parece que si no es así tendrán que acudir otra vez a un rescate del FROB, según baraja el mercado, aunque el supervisor lo niegue.
Las cajas medianas y pequeñas están a la espera de los pasos que realice La Caixa en los primeros meses del año. La caja catalana baraja la posibilidad de crear un banco en el que se coloque todo su negocio bancario. Con él saldría a Bolsa y permitiría a la caja -de la que colgaría este banco- recapitalizarse, lo mismo que con Criteria, holding en el que están agrupadas sus participaciones empresariales, y del que el mercado también espera que vaya a colocar más en Bolsa. Su iniciativa sería seguida por otras entidades de ahorros, explican algunos directivos del sector. "Estamos a la espera de lo que haga Isidro Fainé. Si La Caixa cotiza, serán varias cajas las que opten también por esta solución".
Caja Madrid y Bancaja junto al resto de sus socios han afirmado que se darán un tiempo para que su banco salga a Bolsa, pero parece que la realidad será otra y no tendrá más remedio que cotizar mucho antes de lo previsto. La otra opción plausible para que se recapitalicen las cajas, la emisión de cuotas participativas, no convence al mercado afirman varios directivos.
El coqueteo entre bancos y cajas continúa y es otra opción abierta, e incluso bien vista en principio por el Banco de España. La Caixa y Banco Sabadell se han tanteado sin llegar a nada que se pueda considerar contactos. Catalunya Caixa y Sabadell también han mantenido sus escarceos en las últimas semanas de diciembre. ¿Llegarán a más? Es muy complicado, el nuevo Gobierno catalán es partidario de dos grandes entidades financieras en la región. Una es La Caixa, ¿y la segunda?