La eurozona emite en el mercado internacional un 70% más que EE UU
El saldo vivo de emisiones internacionales de deuda de la eurozona alcanzó en el tercer trimestre del año la cifra de 11,83 billones de dólares (8,28 billones de euros). La cifra representa un incremento del 11,7% respecto al trimestre anterior y rebasa en un 70% el saldo de EE UU, según los datos publicados ayer por el BIS, el banco central de los bancos centrales.
Europa aprovecha cada resquicio para financiarse. El saldo vivo de emisiones internacionales de deuda -entendidas estas como las realizadas en otra moneda, en un país distinto a la nacionalidad del emisor , las colocadas mediante sindicatos de bancos internacionales, o las dirigidas específicamente a inversores extranjeros-, aumentó un 11,7% en el tercer trimestre del año, de acuerdo con el informe trimestral del Banco de Pagos Internacionales (BIS, en sus siglas en inglés). La cifra se situó en 11,83 billones de dólares, un 70% más que EE UU, donde el saldo fue de 6,99 billones de dólares.
Dentro del volumen de la eurozona, siempre medido en dólares, España se sitúa en tercer lugar, con un saldo vivo de 1,8 billones que supone un incremento del 13,2% sobre el segundo trimestre. El peso de España en el conjunto de la eurozona es en esta estadística del 15%. Hay que precisar que se trata exclusivamente de emisiones internacionales. Las subastas que el realiza el Tesoro español suelen tener consideración de emisiones domésticas, según la metodología del BIS.
En conjunto, el mercado primario de títulos de deuda internacionales viró por completo de tendencia en el tercer trimestre. Frente a las contracción sufrida en el trimestre anterior, en el periodo comprendido entre julio y septiembre las emisiones brutas crecieron un 15%, hasta 1,93 billones de dólares.
Fuerte actividad de la banca
En lo que se refiere estrictamente a emisiones netas (las nuevas emisiones menos los vencimientos) destaca el hecho de que España fuera el segundo país de toda la eurozona, con 51.500 millones de euros, solo superado por Holanda, con 60.700 millones. El grueso de este incremento corresponde a los bancos, cuyo volumen neto de emisiones internacionales de deuda se situó en 46.000 millones. Es la cifra más elevada desde el primer trimestre de 2009 y nada menos que la tercera más alta del mundo, según las cifras del BIS. Solo se situaron por encima las emisiones de bancos holandeses (53.000 millones) y británicos (46.600 millones).
El informe trimestral también confirma los datos sobre la exposición de los bancos extranjeros a la deuda de países con problemas. Son cifras correspondientes al primer semestre y que cifran la exposición a España en 989.800 millones de dólares. Los más expuestos son los bancos alemanes y franceses, que tienen comprometidos respectivamente 216.600 y 201.300 millones en activos españoles.
España tampoco está libre del riesgo. Los bancos tienen una exposición de 117.300 millones de euros en activos procedentes de Grecia, Irlanda y Portugal. La mayor participación procede de Portugal, con 98.300 millones de dólares. Los datos, al ser del cierre de junio, no reflejan con exactitud la situación actual de la banca en cuanto a los activos de los mencionados países.
El mercado de CDS toma medidas contra el riesgo
Los reguladores se han plantado y el mercado de seguros contra el impago de deuda (CDS) ha tomado medidas. La quiebra de Lehman Brothers cuestionó la validez de este tipo de derivados y, desde entonces, el importe de deuda que garantizan ha caído un 50%, frente al récord de 60 billones de dólares que alcanzaron en 2007. Según el BIS, a finales de junio el volumen asegurado en CDS se situaba en 30 billones.Los operadores no han perdido interés en estos productos, sino que las fórmulas para reducir los riesgos han provocado la eliminación de contratos redundantes. Así, las cámaras de contrapartida aseguran ahora una parte notable de las transacciones, destacando las plataformas ICE en EE UU y Europa. Desde sus respectivos lanzamientos, en marzo y julio de 2009, han negociado contratos que implican más de 11 billones de dólares en diferentes tipos de deuda. También la estandarización de los contratos de CDS ha sido crucial en la reducción del importe.