La OCDE sitúa a España a la cola en redes ultraveloces de internet
España nunca ha sacado buena nota en los exámenes de banda ancha de la OCDE. No aprueba en los criterios tradicionales, la penetración y el precio, pero tampoco en las últimas incorporaciones al temario, como la fibra óptica. España está en el furgón de cola de los países desarrollados, según los datos divulgados ayer.
En materia de banda ancha siempre ha habido tres ligas en el mundo. Corea del Sur y los países del norte de Europa están en la primera, a años luz del resto. La segunda la conforman la mayoría de las naciones del Viejo Continente, Estados Unidos y Japón. La tercera es la de los alumnos menos aplicados y España forma siempre parte de ella.
Así ha sucedido con la penetración del acceso a internet a alta velocidad, sistemáticamente por debajo de la media de los países de la OCDE, según los informes de esta organización. También los precios de la banda ancha nacionales son superiores a los del resto de los países, constatan los estudios. Y ahora que la OCDE ha añadido la fibra óptica a sus análisis, la situación de España sigue siendo la misma: a la cola.
Los datos son de junio de este año y fueron divulgados ayer por la organización con sede en París. La penetración de las nuevas líneas ultraveloces de internet sobre las de banda ancha en España es del 0,3%. Es decir, solo tres usuarios de cada mil disfrutan de conexiones de fibra óptica, capaces de llevar velocidades de cien megas hasta los hogares.
Según la clasificación de la OCDE, España es el noveno país entre los 31 analizados con menor penetración de las nuevas redes de fibra y se cuenta entre las catorce naciones del mundo desarrollado donde el porcentaje de líneas de banda ultraancha sobre el total de accesos no llega ni al 1%.
Esta cifra contrasta con la que lucen los países europeos más aventajados. Desde lo alto de la lista, Dinamarca, Noruega, Suecia y Eslovaquia destacan con penetraciones que superan el 10% en los dos primeros casos y que se acercan al 30% en el país escindido de la antigua Checoslovaquia.
Sin embargo, la verdadera diferencia la marcan Japón y Corea del Sur, donde más de la mitad de los internautas se conecta a la red a través de fibra óptica. Es más de uno de cada dos, comparado con los tres de cada mil españoles.
En el caso nacional, esta diferencia se une al tradicional retraso en la penetración de la banda ancha convencional. No solo hay pocas conexiones de fibra, sino que también las de banda ancha a secas son escasas.
El último informe de la OCDE lo ha vuelto a constatar. A junio de 2010, España contaba con una penetración de la banda ancha -ADSL más cable- del 22,2% sobre el total de la población, dos puntos porcentuales por debajo de la media de los países más desarrollados. En esta clasificación, España ocupa el puesto número 20 entre los 31 países analizados, flanqueada por Austria -por arriba- e Italia -por debajo-.
Holanda lidera el ranking, con casi 40 conexiones de banda ancha por cada 100 habitantes. Turquía es la última, con una penetración del 9,4%. La buena noticia es que España sigue creciendo en conexiones a internet. No lo hace al ritmo suficiente como para enjugar su tradicional retraso, pero sí con más rapidez que la media. Y es que la penetración nacional aumentó 1,7 puntos porcentuales entre junio de 2009 y el mismo mes de 2010, una cifra superior a la media de la OCDE.
Esta parte del estudio es la que tiene conclusiones más sorprendentes. Según los datos de la OCDE, seis países retroceden en penetración de banda ancha en un año. Y entre ellos los hay de todos los tipos. Holanda es uno de ellos, lo que puede demostrar que hay un techo de uso y que esta nación -la que cuenta con más conexiones en el mundo- ya lo ha tocado. Pero también hay países como la República Checa o Irlanda, que están por debajo de la media y que pueden haberse visto afectados por la crisis.
Aprobado nacional en banda ancha móvil......
Pese a los datos en banda ancha fija, no todo en el informe de la OCDE son suspensos para España. La organización que agrupa a los países desarrollados ha incluido por primera vez en su estudio las conexiones móviles a internet y en ese capítulo el escenario nacional sale favorecido.En una clasificación liderada por Corea del Sur, Suecia y Japón, España se sitúa en el puesto número doce por usuarios de banda ancha móvil sobre el total de la población entre las 29 naciones analizadas. Y eso significa que, esta vez, España está más cerca de la cabeza que de la cola.Según los datos preliminares de la OCDE, la penetración nacional en banda ancha móvil es del 35,3%, muy lejos del altísimo 95% del Corea del Sur, pero también del exiguo 0,5% de México.
Y suspenso en precios del ADSL y del cable
Donde España no levanta cabeza es en los precios. En este caso, los datos de la OCDE no están actualizados y se refieren a octubre de 2009. En ese momento, la banda ancha fija nacional era la decimosegunda más cara de los países desarrollados, con un precio medio ajustado por poder de compra de 48,35 dólares al mes.El problema para España es que mejora en la comparación porque la OCDE hace la media entre la conexión más cara y la más barata. En el primer campo, la tarifa nacional es inferior a otras y tira la media hacia abajo. Sin embargo, los datos de la organización destacan que la conexión de banda ancha más barata que se puede encontrar en España es mucho más cara que en otros países. De hecho, es la cuarta más elevada, lo que puede suponer una barrera de entrada para los usuarios.