En la mesa, se sentaron junto con el ministro representantes de Citi Infraestructure Investors, Carlyle Group, Goldman Sachs Infraestructure, UBS, Mcquire y Morgan Stanley Infraestructure entre otros. Según Blanco la respuesta es que se ha percibido el Plan como bien construido, visionario, comprometido y con riesgos muy bien equilibrados". La mayoría de las inversiones, unos 10.500 millones se destinarán a proyectos de alta velocidad ferroviaria, una materia en la que EE UU está muy por detrás de los países desarrollados y China.
Para Blanco, es importante que los fondos tengan interés en ayudar a las empresas españolas en la financiación de este plan hasta 2011 con el que se contribuirá "a la reactivación económica del país". Buena parte de la financiación estará participada por el ICO y el Banco Europeo de Inversiones. Entre algunas de las obras, Blanco destacó el enlace de alta velocidad entre Olmedo y Orense (que se estima que cueste unos 5.800 millones de euros) y el de Alicante y Albacete, además del centro logístico de Aranjuez y el tramo de autovía de la ruta de la Plata entre Benavente y Zamora.
El ministro ha dicho que el Plan aporta elementos innovadores, dado el contexto económico actual pero dijo que ninguno de los inversores ha cuestionado la economía española a la hora de analizar los proyectos y afirmó que la tradición de los contratos público- privados y su éxito en España son la mejor carta de presentación a los potenciales inversores. "Estamos convencidos de que vamos a conseguir fondos", explicó sin querer especificar cuánto podría requerirse por parte del capital extranjero.
Aunque en EE UU este tipo de presentaciones públicas ante inversores no son extraordinarias, el viaje del ministro a Nueva York en este contexto y el próximo a China, si que lo es por que es el primero de este tipo por parte del Ejecutivo español. Según Blanco, el objetivo es abrir las puertas a las empresas a la financiación externa.