El Bundesbank pide reformas a España y a otros países europeos con déficit
El presidente del Bundesbank, Axel Weber, considera "necesario" que países con déficit como España acometan reformas estructurales que ayuden a corregir los desequilibrios macroeconómicos de la zona euro, sobre los que -dijo- poco pueden hacer los estados que como el suyo acumulan superávit.
"Medidas adicionales por parte de los países con superávit aportarían poco en el alivio de la carga que soportan los países con déficit", dijo el máximo responsable del banco central alemán durante un discurso pronunciado ante la Foreign Policy Association de Nueva York.
Weber contestó así a las voces que apuntan a que un impulso de la demanda interna en países como Alemania podría ayudar económicamente a solucionar los desequilibrios de otros socios europeos que tienen problemas de competitividad y endeudamiento.
Según sus cálculos, aunque Alemania lograra aumentar hasta el 10% sus importaciones, ello sólo se traduciría en un aumento del 0,25% en el Producto Interior bruto (PIB) de España, Portugal o Grecia.
Además, ese incremento del consumo interno en países con superávit no atajaría las verdaderas causas de los problemas económicos que atraviesan algunos países de la región que, en su opinión, son la burbuja inmobiliaria en el caso de España e Irlanda, el déficit público en el de Grecia y el consumo privado en Portugal.
Weber también hizo especial hincapié en defender la situación de superávit de Alemania y distinguirla de la de otros países donde son más producto de políticas monetarias o macroeconómicas, que de las propias fuerzas del mercado.
"La recurrente analogía que se hace entre China y los países con superávit de la zona euro como Alemania confunden más de lo que aclaran", defendió el máximo responsable del Bundesbank, durante su intervención en la Foreing Policy Assciation de Nueva York.
En 2009, China superó a Alemania como mayor exportador mundial y su superávit comercial con las grandes economías occidentales le ha valido continuas fricciones con Washington y Bruselas.
"Las analogías entre Alemania y China puede estar muy de moda, pero son muy engañosas", añadió el presidente del Bundesbank, quien sin embargo no hizo referencia expresa alguna a la política cambiaria que mantiene el gigante asiático.
En su opinión, algunos países europeos con déficit han adoptado "importantes medidas hacia la consolidación, así que ahora es el momento de mantener" el ímpetu e impulsar iniciativas que "fomenten la austeridad cuando la sostenibilidad de las cuentas públicas es cuestionada por los mercados".
Así, Weber insistió una vez más que países como Irlanda, España, Portugal y Grecia deben tomar medidas que les ayuden a recortar su déficit presupuestario, aunque sean poco populares, y asegurar así su crecimiento económico futuro.
En cualquier caso, y aunque defendió que "la crisis griega demostró claramente que una recuperación sin problemas no se puede dar por sentada", añadió: "Estoy seguro de que el peligro de caer de nuevo en una recesión es insignificante".
En el ámbito de la política fiscal, el también miembro del Consejo del Banco Central Europeo (BCE) defendió que "la tarea más urgente es consolidar los presupuestos nacionales de la zona euro", al tiempo que se fortalece el marco regulatorio.
"El Bundesbank celebra el hecho de que Europa quiera revisar las normas más importantes", dijo Weber, quien pidió a los principales países de la región que no reduzcan sus esfuerzos al respecto por mucho que descienda la presión exterior.
Añadió que "el apoyo financiero a los Estados miembros (de la Unión Europea) debe ser siempre un último recurso, que sólo se ha de aplicar cuando exista un claro peligro de contagio".
"Por ello, la disciplina impuesta por los mercados financieros es bienvenida y debe utilizarse: Los inversores privados deben soportar e interiorizar los riesgos de la política fiscal inadecuada", apuntó Weber, quien apostó para ello por "la creación de un marco para la reestructuración ordenada de la deuda soberana".