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Sólo los particulares y las microempresas estarán cubiertos

El seguro reservará el 1,2% de sus primas para su fondo de garantía

La Comisión Europea (CE) quiere que cada país disponga de un fondo de garantía de seguros. Las entidades deberían reservar un 1,2% acumulado de sus primas durante una década para dotarlo. El mecanismo protegería a particulares y microempresas.

Las autoridades comunitarias desean que los clientes de las aseguradoras tengan una protección equiparable a la que disfrutan aquellos que confían sus ahorros a un grupo bancario. Por eso, el pasado julio la CE propuso la creación de los fondos de garantía de seguros (FGS). Este mecanismo debería estar dotado, según la CE, con un 1,2% acumulado de las primas brutas suscritas. Las entidades dispondrían de 10 años para cumplir la meta.

CEA, la confederación de patronales del seguro radicada en Bruselas, estima que la industria ingresó un billón de euros en concepto de primas en 2008. De este importe, 610.291 millones correspondieron al negocio de vida y los 390.881 millones restantes, al de generales.

De acuerdo con esta cifra, el sector tendría la obligación de reservar 12.000 millones de euros para el FGS. Pero el importe no será tal porque la CE especifica que sólo los particulares y las microempresas estarán cubiertos. Es decir, tanto las pymes como las compañías de mayor magnitud quedan excluidas al considerarse que son clientes lo suficientemente sofisticados para conocer la solvencia de sus proveedores de seguros.

Más información
Informe de la Comisión Europea sobre el fondo de garantía de seguros

Un fondo por país

Bruselas sugiere que los FGS tengan, en principio, un carácter estrictamente nacional. Si bien no contempla, pues, la creación de un fondo único paneuropeo, tampoco descarta que se fije un mecanismo de respaldo mutuo entre los FGS existentes en los Estados miembros. Fuentes de la industria contemplan esta última posibilidad con recelo porque favorece el riesgo moral y que acaben pagando los más diligentes los desmanes de las entidades y supervisores menos cuidadosos.

La CE anota en su libro blanco que los FGS deberían cubrir tanto las pólizas de vida como las de no vida. Asimismo, estima conveniente que los mecanismos sean dotados ex ante por las entidades aseguradoras. ¿Los motivos? En primer lugar, así se reduce el riesgo moral, puesto que la compañía quebrada también habrá contribuido a financiar el FGS. Y después porque simplifica el acceso de los recursos para el rescate y evita los efectos procíclicos de pasar el cepillo en un contexto económico adverso.

Las autoridades comunitarias no han especificado el importe que debería cubrir el FGS por cliente, aunque sí reconoce que debería fijarse un límite armonizado para toda la región. Los depósitos bancarios están garantizados hasta un máximo de 100.000 euros por cliente y entidad.

Michaela Koller, directora general de CEA, solicitaba en un comunicado difundido en julio que la creación de los IGS "no suponga una carga excesiva para el sector, algo que iría en última instancia en perjuicio de los clientes".

El sector marca las distancias con la costumbre bancaria

El sector se muestra cauteloso con algunas sugerencias de Bruselas. Fuentes de la industria recuerdan que la naturaleza de los productos aseguradores es diferente de la de los bancarios y, por tanto, lo que funciona en una industria no tiene por qué ajustarse adecuadamente a otra."Las primas de no vida tienen una vigencia de un año, por lo tanto no representan un problema serio en caso de quiebra. Por su parte, los productos de vida no son tan proclives como los depósitos a sufrir retiradas masivas porque están pensados a muy largo plazo e imponen fuertes peajes cuando se rescatan", explican.En el sector preocupa que el dinero atesorado por los FGS acabe siendo desviado de su objetivo inicial. Por eso, se desea que se fijen salvaguardas que garanticen la adecuada utilización de los fondos. "Las aseguradoras suelen resistir las crisis mejor que los bancos, por eso existe el riesgo de que nuestro dinero se destine a ayudar a los bancos", anotan en la industria.

Las cifras

4,1% de las primas brutas son suscritas por una firma radicada en un país distinto de donde está aquello que cubre la póliza, según la CE. Suman 42.800 millones de euros.

130 aseguradoras quebraron en la UE entre 1996 y 2004, según la CE.

Una docena de países tiene mecanismos en vigor

Una docena de países dispone de algún tipo de protección para los asegurados. En unos casos, los mecanismos sólo protegen a los clientes de productos de vida y en otros están cubiertos aquellos de vida. Asimismo, los hay que disponen de fondos separados para un ramo y otro, y los que, como España, unen en un mismo saco los recursos para atender insolvencias de cualquier clase de compañía. De hecho, las quiebras son gestionadas por la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras (CLEA), encuadrada dentro del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).La CE abrió un periodo público de consulta sobre su propuesta de FGS en julio. Recibirá aportaciones hasta el próximo 30 de noviembre.Tanto Bruselas como CEA recuerdan que, en 2012, entrará en vigor el nuevo régimen paneuropeo de solvencia para aseguradoras (Solvencia II). Esta normativa reducirá las posibilidades de que estas entidades quiebren.

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