Entre México y Brasil, Gesfor prefiere las rancheras
Con filiales en siete países de América Latina, el grupo de tecnologías de la información destaca el dinamismo del mercado empresarial azteca y lamenta la burocracia brasileña.
América Latina ha salido fortalecida de la crisis, pero el entusiasmo que despiertan los dos gigantes de la región no es el mismo. Si en este momento le pidiesen a un inversor que escoja entre Brasil o México para poner su dinero, seguramente apostaría por el primero. Gesfor, que está presente en ambos, diría otra cosa. "Brasil no es un país muy abierto a la inversión extranjera", dice José Manuel de Riva, presidente de este grupo proveedor de tecnologías de la información, con sede en Madrid.
Gesfor tiene ocho filiales, una en EE UU y siete en América Latina, pero entre ellas no está la economía estrella de la región, de la que todo el mundo habla últimamente. Si bien el grupo tiene proyectos en Brasil, no opera a través de una filial como sí lo hace en México, Chile o incluso Venezuela. "El brasileño es un mercado muy regulado. Las normas fiscales y laborales son muy rígidas y cualquier trámite puede tomar no menos de dos años", explica De Riva.
De la economía azteca, en cambio, destaca que si bien el consumo doméstico se ha visto afectado por la crisis, las empresas continúan demandando servicios. De hecho, México lideró los ingresos internacionales del grupo en 2009, con unas ventas de 7,75 millones de euros, y a pesar de que la pérdida de valor del peso frente al dólar está afectando el resultado, la compañía prevé que su facturación en este mercado crecerá un 30% en 2010.
Gesfor entró en México en 2001 a través de la compra de una empresa local, operación que reforzó dos años después con la adquisición del 100% de la propiedad. Sus principales clientes en este mercado son grandes bancos, entre ellos, la filial mexicana de HSBC, con la que a inicios de 2009 renovó un contrato por cuatro años para ocuparse del mantenimiento de sus sistemas de cómputo. "Cuando HSBC compró el banco mexicano Bital (en noviembre de 2002), decidió que los servicios de soporte informático se prestasen desde el mismo Distrito Federal. Eso nos motivó a establecer una filial allí", explica. Actualmente, la firma tiene en este país más de 500 empleados que, además de HSBC, atienden a empresas del sector financiero como Banamex, BBVA y la aseguradora Metlife, entre otros.
Fundada por De Riva en 1985, Gesfor presta servicios de consultoría, integración y desarrollo de aplicaciones, outsourcing, seguridad informática, archivos digitales de datos, comercio electrónico, recursos humanos y formación. El grupo está conformado por cinco empresas, cada una con una especialización diferente, y participa en el capital de Southern Star, consultora centrada en el sector sanitario. El consorcio tiene más de 2.000 trabajadores, la mitad de los cuales están del otro lado del Atlántico.
"La crisis nos ha afectado, sin duda, sobre todo en España, donde la demanda se ha contraído mucho y las empresas han recortado sus presupuestos de tecnología. Pero nuestra clientela está geográficamente muy dispersa y eso nos ha ayudado a compensarlo", afirma. En 2009, las filiales ingresaron 26 millones, el 32,5% de la facturación total. Después de México, Chile lideró los resultados con 6,97 millones. Sólo estos dos países aportaron la mitad de las ventas internacionales del grupo. Les siguieron Venezuela (4,65 millones), Perú (3,36) y Colombia (2,32), mientras que Argentina, EE UU y Panamá aportaron el resto.
"En EE UU podemos ser competitivos en seguridad"
Aunque cada vez menos, los inversores tienden a considerar a América Latina como un solo bloque uniforme, sin reparar en su enorme diversidad política y económica. "Es un error grave", dice De Riva. "No todos los países evolucionan igual. Venezuela, por ejemplo, es una economía muy intervenida y regulada, mientras que Colombia y Perú están muy comprometidos con la inversión extranjera", precisa.En EE UU, donde hace dos años abrieron una filial en Florida, comenta que están "medianamente contentos" porque se trata de un mercado muy reacio a que nuevas empresas extranjeras entren a competir con las tecnológicas locales. "Además de la idiomática y cultural, hay barreras comerciales. Es difícil que una empresa grande se anime a comprarle a una española pequeña. Los costes laborales son también más altos y conseguir los permisos de trabajo son complicados", explica. Sin embargo, la filial americana ve una oportunidad de negocio interesante en la seguridad informática, donde considera que puede ser competitiva.En Europa, Gesfor tiene proyectos en Alemania, Francia, Inglaterra, Eslovenia, Italia, Portugal y Suiza entre otros países.