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Columna
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Prueba de destreza en ingeniería

Los españoles son conocidos por sus conocimientos de ingeniería, tanto en el sector de la construcción como en el financiero. Los principales accionistas en el grupo español de infraestructuras Abertis están a la altura de esa reputación, tras admitir que están estudiando una operación apalancada de 25.000 millones de euros con el grupo privado CVC. El desafío es extraer el máximo dinero posible y, a la vez, mantener el control.

Criteria, el brazo inversor de La Caixa, y el grupo constructor ACS tienen el 29% y el 26% de participación en Abertis. El acuerdo no ha finalizado y los números son el blanco móvil. Pero suponga que éstos y CVC ofrecen alrededor de 11.000 millones de euros por las acciones de Abertis. Para financiar la operación, los socios buscan, según algunas fuentes, hasta 7.000 millones de la deuda (para añadirlos a la carga existente de 14.500 millones), dejando 4.000 millones para ser financiados con acciones.

Suponga también que la próxima vez CVC inyecte 1.500 millones en acciones nuevas, dándole una participación del 38%. La Caixa quiere seguir siendo el mayor inversor, controlaría en torno al 40% del capital social, dejando a ACS con más del 20%.

Con esos números, ACS se quedaría con casi 2.000 millones en efectivo, lo suficiente para comprar otro 8% de Iberdrola y añadirlo a su 12%. Esto le permitiría potencialmente ejercer algún control sobre la eléctrica española que se ha resistido durante mucho tiempo. La Caixa podría extraer 1.600 millones. Si no, el reto es conseguir que los bancos paguen los 7.000 millones de deuda nueva. Aquí es donde se complica. Pero si los socios lo logran, la operación será una prueba de su destreza en ingeniería.

Fiona Maharg-Bravo y Hugo Dixon

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