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Defiende su aguante en la crisis financiera

El seguro estima adecuadas las exigencias de capital en vigor

El seguro saca pecho ante las tribulaciones de la banca. Tras tres años de crisis financiera, la industria defiende su resistencia. Varios responsables de multinacionales consideraron ayer adecuados los niveles de solvencia que se exigen al sector y ven injusto que éstos suban por los excesos de las entidades de crédito.

El tiempo es un juez implacable. Hace tres años estalló la crisis financiera y, echando la vista atrás, sus efectos han sido muy dispares entre bancos y aseguradoras. Los altos directivos reunidos esta semana en Madrid por la Sociedad Internacional del Seguro (IIS, en inglés) defendieron el aguante del sector asegurador en esta época de turbulencias. Entre los interlocutores se encontraban los máximos responsables de grandes multinacionales como la japonesa Nippon Life, la canadiense Sun Life, la helvética Swiss Re, la estadounidense Marsh & McLennan o Mapfre.

Como recordaron estos ejecutivos, desde el verano de 2007, bancos e hipotecarias han anotado pérdidas por 1,3 billones de euros y necesitado inyecciones de capital por otros 1,1 billones. En contraste, la industria aseguradora ha apuntado pérdidas ligadas a sus inversiones de 190.700 millones y ha ampliado capital en otros 124.100 millones de euros, según Bloomberg.

Los interlocutores en las jornadas consideran elocuentes estas cifras: el seguro no ha dado quebraderos de cabeza en su conjunto y, en los casos donde ha habido incidentes (como AIG, Fortis o ING), ha sido la actividad bancaria o parabancaria la causante del problema y no el quehacer asegurador.

A pesar de esto, las reformas en curso de la normativa de capital -tanto en su vertiente bancaria, denominada Basilea III; como en la aseguradora, encarnada en Europa por Solvencia II- apuntan a unas mayores exigencias para las dos ramas del sector financiero. "Francamente, espero que no haya incrementos de capital sustanciales ni normas muy complicadas que condicionen el futuro de las aseguradoras pequeñas y medianas", apuntó ayer José Manuel Martínez, presidente de Mapfre.

La preocupación está generalizada en el sector. "¿Quién paga la bancarrota del sistema financiero?", se preguntaba ayer Patrick Liedtke, secretario general de la Asociación de Ginebra, un centro de investigación sobre el negocio del seguro. "Hay que pensar si verdaderamente un impuesto sobre las entidades, como propone el FMI, es la solución para el riesgo sistémico. Las actividades centrales del seguro no conllevan riesgo sistémico".

Víctimas de las turbulencias

Para Martínez, "la crisis económica actual es resultado de la crisis financiera, que no ha sido causada por la industria aseguradora. De hecho, las aseguradoras son víctimas y no causantes del riesgo sistémico". Ceiops, el comité de supervisores que prepara Solvencia II, ha planteado incrementos de las exigencias de capital para determinados ramos de hasta un 50%. Liedtke vaticina que "si se pide más capital, la producción de seguros será más cara y eso afectará a los clientes". En su opinión, "fijarse en los niveles el capital como medida de protección es la respuesta fácil. Lo que hay que analizar son las actividades que hacen las entidades".

Asumible exposición a la deuda pública

Grecia, Hungría, España, Portugal, Irlanda, Italia... Europa tiembla en los últimos meses ante la posibilidad de que alguno de estos países incurra en una suspensión de pagos. El seguro ha aguantado con razonable soltura los vaivenes experimentados por la renta variable y la renta fija corporativa en los últimos años, pero es consciente de su exposición a la renta soberana."Si se produce un impago de la deuda, las aseguradoras se verán naturalmente afectadas", reconocía José Manuel Martínez, presidente de Mapfre, ayer ante la prensa. Pero a la hora de referirse a España, el directivo descartaba "que se vaya a producir un default aquí. El país cuenta con un rating AA o superior por S&P, Fitch y Moody's. Aunque es cierto que tenemos problemas como el desempleo, el déficit o la necesidad de reimpulsar nuestra economía".Donald Stewart, consejero delegado de Sun Financial, apuntó que, en todo caso, el problema de la deuda pública es estrictamente regional. "Las aseguradoras de Norteamérica apenas tienen títulos de países del Sur de Europa". Un diagnóstico con el que coincide el consultor Geoffrey Bell. "Los bancos estadounidenses se vieron impactados por el mercado hipotecario, las subprime y los CDO, pero no han sido cuestionados por la deuda gubernamental".

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