¿Cuánto le costaría a Dell sacar a Dell de Bolsa?
La pasada semana, Dell Computer se vio sacudida en los mercados financieros tras conocerse algunas de las posibles intenciones de su consejero delegado, Michael Dell. En una conferencia con inversores organizada por el banco de inversión Sanford C. Bernstein, el directivo aseguró que había considerado la posibilidad de sacar de Bolsa a la compañía. La empresa que el mismo fundó en 1984 y que llevó al Nasdaq sólo cuatro años después, en 1988, lo que a estas alturas le convierte en una de las más veteranas del mercado más moderno del mundo. No quiso dar más detalles, pero sus palabras tuvieron gran repercusión entre los inversores puesto que, tras decirlo, las acciones de Dell se dispararon un 6,5% y cerró la sesión con un avance del 4,9%.
De materializarse esta idea, el proceso de salida de Bolsa de la compañía no sería fácil. Los expertos financieros recuerdan que Michael Dell debería llevar a cabo una oferta pública de compra de las acciones que cotizan en los mercados, principalmente en el Nasdaq, y adquirir los títulos a sus actuales legítimos dueños. Con este escenario, el desembolso podría ser cuantioso, dado que el empresario, pese a ser el máximo accionista, sólo controla el 11,6% del capital del grupo.
En estos momentos, con los precios a los que cotizan sus acciones, el fabricante de ordenadores tiene una capitalización bursátil cercana a los 27.000 millones de dólares (22.500 millones de euros). De esta manera, descontando el valor de su participación, que ronda los 3.100 millones de dólares, Michael Dell debería aportar más de 23.900 millones. Y eso sin contar con la prima que tendría que ofrecer a los inversores. Sólo con una oferta positiva tendría capacidad para convencer a los actuales accionistas de Dell, entre los que destacan gestoras como Southeastern Asset Management con un 7,1%, Vanguard con el 3,13% y BlackRock con el 2,64%, Axa con el 2,61% y Franklin Resources con el 2,61%.
Pese a ser una operación de gran envergadura, el directivo dejó caer la piedra, pero no dio ninguna explicación de cómo la hubiera llevado a cabo y de qué manera la habría financiado. Rápidamente diversos medios especializados han coincidido en que Michael Dell necesitaría el apoyo de otros socios para poder recomprar la empresa y sacarla de Bolsa, entre los que figurarían inversores de capital riesgo o grupos privados de inversión.
Eso sí, en el mercado se recuerda que una compañía no cotizada puede ser más fácil de manejar por los ejecutivos, quienes tienen más margen de maniobra para gestionarla sin sufrir la presión de los inversores para mejorar las cuentas. Además, Michael Dell quizá tendría más libertad para manejar la caja que tiene la compañía, que no es nada desdeñable en relación a su tamaño bursátil. Al término del último trimestre, Dell Computer tenía más de 10.800 millones de dólares entre tesorería e inversiones a corto plazo.
En cualquier caso, el directivo tendría mucho trabajo por delante. Shaw Wu, analista de Kaufman Bros, dijo a Reuters que el salir de Bolsa no resuelve los problemas estructurales de la empresa. Así, en la propia conferencia de Sanford C. Bernstein, el fundador de Dell reconoció que la transformación de la empresa no ha concluido, admitiendo que el proceso ha ido más lento de lo esperado. Unos movimientos que comenzaron en 2007 cuando Michael Dell volvió a ocupar el puesto de consejero delegado del grupo, cargo que había dejado en 2004.
En el segmento informático, Dell es el tercer fabricante mundial de PC por detrás de HP y Acer, que le arrebató el segundo puesto en 2008, tras una estrategia no muy acertada de la compañía en el terreno de los portátiles y en consumo. En el primer trimestre, según Gartner, el grupo registró una cuota de mercado del 12,1% frente al 12,7% del mismo periodo del ejercicio anterior. Dell elevó las ventas un 21,4% en término de unidades, por debajo del crecimiento medio de la industria que se situó en el 27,4%. Asimismo, la firma ha entrado en el área del smartphone, aunque de forma incipiente (sus terminales parecen haber quedado circunscritos a países emergentes como China) y de los tablets.
Negocio del hardware
Bajo el mando renovado de su fundador, Dell también procedió a una dura reestructuración que supuso la salida de 10.000 empleados, y ha acelerado su crecimiento en otros negocios como el software y los servicios tecnológicos, siguiendo la estela de rivales como HP. Con ese último objetivo, el grupo adquirió a finales del pasado año Perot Systems por 3.900 millones de dólares, hasta ahora la mayor operación corporativa de la historia de la empresa. Con todo, los servicios TIC suponen en torno al 13% de los ingresos de Dell.
En el último trimestre, la empresa aumentó sus ingresos un 21%, pero se vio penalizada por la disminución de los márgenes. Sin duda, muchos retos para Michael Dell, que en los últimos días ha visto como los medios de EE UU le recordaban sus palabras en 1997 tras el regreso de Steve Jobs a Apple: "Tendría que cerrar la compañía y devolver el dinero a los accionistas". Ahora Dell ha confesado algunos de sus secretos y, quizá, al mismo tiempo ha abierto a su empresa el campo de las fusiones y adquisiciones. ¿Realidad o un globo sonda para atraer a los interesados en esta era de la integración?