La CE acepta el ingreso de Estonia en el euro el mismo día que propone estrictos controles
La Comisión Europea dio ayer el visto bueno a la ampliación de la zona euro a pesar de los graves problemas de estabilidad que atraviesan la Unión Monetaria y algunos de sus socios.
La luz verde para el ingreso de Estonia, que se convertirá en el decimoséptimo socio el próximo 1 d enero si los ministros de Economía y Finanzas del club respaldan la propuesta, llegó el mismo día que Bruselas aprobó sus planes para mejorar la fallida gobernanza de la zona euro.
El presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, y el comisario de Asuntos económicos y financieros, Olli Rehn, anunciaron ambas decisiones en rueda de prensa y prefirieron presentar la coincidencia como una señal de fortaleza del euro. "Esto prueba que hay cola para entrar y no para salir", señaló Rehn. Pero el club abre las puertas a un país que hace dos años tenía una inflación del 11,6% y el año pasado sufrió una caída del PIB del 14,1% tras el estallido de los graves desequilibrios acumulados, en gran parte, por la perspectiva de la adopción del euro.
La reforma del Pacto de Estabilidad presentada ayer aspira, precisamente, a detectar y corregir en el futuro los desequilibrios y la divergencia macroeconómica entre los socios de la Unión.Para lograrlo, la CE propone que los países del euro discutan entre sí las grandes líneas de sus presupuestos nacionales antes de presentarlos ante los respectivos parlamentos. "La última palabra, por supuesto, la seguirán teniendo los parlamentarios", señaló Barroso. "Pero queremos que antes de que tomen una decisión tengan toda la información sobre la situación económica de su país en el contexto europeo". Barroso recordó a los socios del euro que "la política económica ya no es un asunto meramente nacional, sino europeo". La reforma del Pacto también incluye nuevas sanciones y control de la deuda.