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Repercusiones de la crisis griega

Atenas pide la ayuda pero Berlín se reserva la última palabra

Merkel recuerda que Grecia aún no cumple las condiciones para recibirla

Atenas pide la ayuda pero Berlín se reserva la última palabra
Atenas pide la ayuda pero Berlín se reserva la última palabraCINCO DÍAS

Grecia se rindió el viernes a la evidencia de que no puede financiar por sí misma la ingente cantidad de deuda pública acumulada durante décadas de irresponsable política fiscal y decidió, por fin, hacer oficial la petición de socorro a la zona euro y al Fondo Monetario Internacional.

El FMI acusó recibo de inmediato de la petición y se mostró dispuesto a actuar de manera "expeditiva". Bruselas, en cambio, recordó que la decisión final debe tomarse por unanimidad de la zona euro. Y desde Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, dejó claro que Atenas todavía debe cumplir algunas condiciones antes de recibir la ayuda, en concreto, demostrar la credibilidad de su programa de ajuste que prevé un recorte del déficit (13,6% en 2009) de cuatro puntos durante este año.

La solicitud de rescate, en cualquier caso, coloca a la Unión Monetaria Europea en el punto más bajo de sus 11 años de historia y abre el camino para la primera intervención del FMI en el seno de la zona euro. La cuasi bancarrota de Atenas reabre, además, el debate sobre las posibilidades de supervivencia del euro sin una integración política y fiscal mucho más profunda.

"Es una necesidad nacional e imperiosa que pidamos oficialmente a nuestros socios de la UE la activación del mecanismo de apoyo que hemos creado de manera conjunta", señaló el primer ministros griego, Yorgos Papandreu, en una alocución televisada desde la isla de Kastelorizo, al sur de Turquía, en un probable guiño a los instintos nacionalistas de sus conciudadanos.

El mecanismo prevé la concesión de hasta 30.000 millones de euros en préstamos bilaterales (al 5%, más o menos) por parte de los 15 socios restantes del euro. El plan se completaría con una línea de crédito del FMI por una cantidad todavía indeterminada, pero que extraoficialmente se cifra entre 10.000 y 15.000 millones adicionales.

La activación de los préstamos europeos todavía requiere la presentación de un informe favorable de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo y la posterior aprobación por unanimidad de los países de la zona euro.

Algunas fuentes comunitarias descartaron que esa luz verde pueda producirse durante este fin de semana, sobre todo, por las resistencias de Alemania, aunque el calendario no está cerrado y la activación puede precipitarse. El Gobierno griego calcula que las primeras ayudas podrían llegar el 19 de mayo, es decir, 10 días después de las elecciones regionales en Renania-Norte Westfalia, en las que el partido de Merkel se juega la mayoría en el Senado.

Berlín ha sido la capital más reacia a socorrer a Grecia y no sólo por esa cita electoral. También, teme que se siente un precedente o se dinamite la cláusula de no rescate del Tratado de la UE. La mayoría de los analistas coinciden en que los préstamos bilaterales no violan esa norma. Aún así, Alemania ha exigido que sólo se pueda conceder cuando se compruebe que Atenas no puede financiarse en los mercados de deuda. La CE y el BCE evaluarán si unos tipos de interés cercanos al 10% significan que Atenas ya no puede recurrir a la financiación privada.

Papandreu está convencido de que es así. Y en su alocución lamentó que los mercados hayan mantenido la presión al alza sobre los intereses de los bonos griegos (hasta llevarlos a cifras récord desde la integración del dracma en el euro 2001) y lo atribuyó a que "o bien no creen en la voluntad política de la UE o bien han decidido seguir adelante con su especulación".

El primer ministro también cayó en las manidas referencias a la Grecia del pasado. Equiparó el descalabro presupuestario con "una nueva Odisea" y el ajuste como un "camino hacia Ítaca que ya conocemos".

Pero el pretendido lirismo de Papandreu puede sonar insultante para los millones de griegos que van a soportar un ajuste brutal de la economía y una recesión sin precedentes. En el último trimestre de 2009, el producto interior bruto de Grecia ya registró una caída intertrimestral del 0,8%. Para 2010, Atenas prevé una caída anual del 0,3%, pero es conocida la fiabilidad de sus cifras. La Comisión, en su análisis del pasado 16 de marzo, ya dudaba de esa ella y advertía que la caída de la economía griega podría ser mayor como consecuencia "de la evolución de los mercados financieros y de la aplicación de la adecuada política fiscal restrictiva". Ni Homero lograría poner en verso un futuro tan prosaico.

Comisión Europea. "La respuesta desde Bruselas será rápida"

La petición de auxilio por parte del Ejecutivo griego recibió una contestación inmediata de la Comisión Europea. "Vamos a dar una respuesta rápida a la solicitud de Grecia para activar ya el mecanismo conjunto de ayuda financiera prometido por los Estados del Eurogrupo y del Fondo Monetario Internacional", señaló el portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj. El dictamen de la Comisión Europea y el BCE "no requerirá demasiado tiempo", según Altafaj, y estará destinado a determinar si el mecanismo de ayuda conjunto constituye el "último recurso" para Grecia, valorando si, efectivamente, la financiación en los mercados es ya inaccesible.

Banco Central Europeo. "El rescate no es un problema para el euro"

El presidente del Bundesbank y vicepresidente del BCE, Axel Weber, recalcó que la delicada situación económica por la que atraviesa Grecia no plantea un verdadero problema para el euro. "No hay problemas para la moneda, que sigue siendo una divisa atractiva en los mercados financieros", aseguró Weber, pese a que el tipo de cambio frente al dólar haya caído un 12% en los últimos cinco meses, en gran medida por la crisis griega. "Cualquier discusión sobre la salida de un país del euro es una fantasía", afirmó. No obstante, Weber recalcó que el riesgo de contagio de la crisis griega había aumentado y advirtió de que muchos países de la zona euro aún tenían déficit fiscales excesivos.

Francia. "Es necesario que todos los países se esfuercen"

La ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, aseguró el viernes que el proceso de rescate a Grecia será laborioso, "pero funcionará". Lagarde vinculó el éxito de la iniciativa a que todos los países implicados hagan sus deberes para contribuir a reducir los elevados déficit públicos de los países de la zona euro. A ese esfuerzo se deberán sumar las entidades financieras, tras el anuncio hecho por la propia Lagarde de crear una tasa bancaria, como la que propuso recientemente el Gobierno alemán, para que los bancos financien los futuros planes de rescate en el caso de que fueran necesarios. "Las ayudas a Grecia servirán para estabilizar el euro", agregó.

Italia. "No podemos estar quietos ante la crisis"

El ministro de finanzas italiano, Giulio Tremonti, señaló que la Unión Europea estaba obligada a actuar de forma inmediata para ayudar a Grecia. "No podemos estar quietos y sin actuar ante la crisis", dijo Tremonti, quién comparó la situación griega con un incendio en una comunidad de vecinos. "Es un acto en el que todos estamos obligados a actuar. Si tenemos el extintor, lo debemos utilizar". La economía italiana ha sido una de las más afectadas por la crisis, ya que el PIB cayó en 2008 y 2009 y tan sólo crecerá un 0,7% este año. Además, la deuda ha seguido creciendo con fuerza y se situará este año en el 116,7% del PIB, más del doble que el ratio que mantiene España.

Partido Popular. "España debe reducir el déficit y sanear la banca"

El portavoz de Economía del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Cristóbal Montoro, advirtió que la economía española se encuentra todavía en "una zona de riesgo" y que para salir de ella hace falta reducir el déficit público y sanear la banca. "Esas dos tareas son muy urgentes para crear empleo, conseguir una recuperación económica clara y salir cuanto antes de la sombra de dudas", señaló. El portavoz del PP, sin embargo, evitó comparar la situación económica de Grecia y España. "Son dos planteamientos diferentes, aunque hay que sacar lecciones de la crisis griega para evitar efectos contagiosos que serían muy negativos para España", dijo.

CiU. "Todavía tenemos que hacer los deberes"

La petición de rescate por parte del Gobierno griego fue bien recibida por el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quién mostró su apoyo a esa operación "como una apuesta por la consolidación del euro". No obstante, Durán i Lleida advirtió de que, "pese a que no tiene nada que ver con la actual situación de Grecia", España tiene aún que hacer también los deberes marcados por Europa para reducir el déficit público. El desequilibrio entre ingresos y gastos en España se elevó al 11,2% del PIB al cierre de 2009. El objetivo es reducirlo al 3% en 2013, lo que exigirá un recorte superior a ocho puntos. Sólo este año está prevista una rebaja de 1,5 puntos.

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