Fedea reclama que se regule una política de inmigración 'a la carta'
El número de inmigrantes en España ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años hasta alcanzar los 5,2 millones de personas, en torno al 13% de la población. Desde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) consideran que el importante papel que han ejercido rejuveneciendo la fuerza laboral hace necesaria que esta cifra siga aumentando. La catedrática Sara de la Rica, asociada a Fedea, reclamó ayer, sin embargo, que se regule su llegada en función de la demanda de profesionales del país.
En su opinión, la reforma del mercado de trabajo que están negociando en este momento Gobierno y agentes sociales debería incluir una nueva política inmigratoria que permitiera una entrada regulada de extranjeros con visados expedidos para un puesto de trabajo previamente determinado. "Estados Unidos, por ejemplo, ha llevado a cabo una fuerte captación de personal altamente cualificado de la India", expone De la Rica.
El colectivo de inmigrantes, que según expuso la catedrática, ha venido aceptando los puestos de trabajo peor remunerados, ha sido uno de los grupos más afectados por la crisis del empleo. Según los cálculos de la investigadora, mientras los trabajadores nacionales han ido disminuyendo a un ritmo de entre el 4% y el 5% cada trimestre, la tasa de pérdida de empleo ha sido de entre el 11% y el 14% para los inmigrantes. Su reacción ante el desempleo ha variado dependiendo de su nacionalidad, explicó De la Rica. Mientras búlgaros y rumanos han comenzado a volver a sus países, los latinoamericanos han apostado por continuar en España.