Europa pone a disposición de Grecia 30.000 millones al 5%
Si Atenas pide ayuda, podrá recurrir a los préstamos por valor de 30.000 millones de euros que sus socios de la Eurozona acordaron ayer. El mecanismo de rescate consistirá en préstamos bilaterales coordinados por las instituciones de la UE, a un tipo de interés del 5%. España tendría que contribuir con 2.490 millones.
El primer ministro de Luxemburgo y presidente el Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, había convocado a las 14.00 horas de ayer domingo al Eurogrupo a una reunión por videoconferencia con carácter de urgencia para concretar las medidas del rescate a Grecia, después de que los mercados siguieran mostrando sus dudas sobre la capacidad de Atenas para afrontar sus compromisos financieros haciendo subir el tipo de interés del bono griego a diez años a más del 7,5% el pasado jueves. A media tarde, Juncker comparecía ante los medios junto al comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, para anunciar el acuerdo alcanzado por los ministros de Economía y Finanzas de los países de la Eurozona para crear un fondo de ayuda a Grecia dotado con 30.000 millones de euros en préstamos bilaterales.
Todos los países del euro, incluidos los que arrastran déficit públicos excesivos, se han comprometido a aportar dinero para salvar a Grecia. La contribución de cada Estado se calculará según su respectiva clave de suscripción de capital en el Banco Central Europeo. Según los últimos datos oficiales del BCE, al Banco de España le corresponde un 8,3% del capital del BCE, lo que fijaría la contribución española en 2.490 millones de euros al rescate griego.
Aportación del FMI
El comisario de Asuntos Económicos precisó que el tipo de interés que tendrán que pagar las autoridades griegas no estará "subsidiado" y será aproximadamente del 5%, dos puntos porcentuales menos que el precio que el mercado exige actualmente al Tesoro griego, pero superior al tipo que impone el FMI.
Otra parte de la ayuda, no precisada aún, sería aportada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), conforme al acuerdo alcanzado por los líderes europeos el pasado 25 de marzo. Del total de préstamos a Grecia, Europa aportaría dos tercios y el FMI, un tercio, con lo que el total de los créditos ascendería a 45.000 millones de euros. El FMI aplicaría sus propios tipos de interés a su financiación.
Durante la reunión de ayer no se abordó la activación del citado mecanismo de rescate a Grecia, sino los "términos y modalidades" a aplicar en el caso de que fuera necesario. Tampoco las autoridades helenas han pedido su puesta en marcha, según resaltaron Juncker y Rehn. La activación de este plan requiere, en primer lugar, una petición de Atenas, seguida de un informe de la Comisión Europea (CE) y el BCE y una aprobación unánime de los países del Eurogrupo. Grecia se ha mostrado satisfecha con el acuerdo, pero insiste en que su país aún no ha pedido que se active ese mecanismo.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha afirmado que el acuerdo "muestra la seriedad de la zona euro a la hora de asegurar la estabilidad financiera". En la misma línea, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, mostró su confianza en que los mercados respalden el acuerdo unánime de la UE.
Strauss-Kahn recomienda la deflación
El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, considera que Grecia no tiene más remedio que optar por una política de deflación, recortes salariales y rebajas en los precios, para salir de la crisis financiera.Descartada la devaluación de la moneda por ser Grecia un país de la zona euro, el único medio efectivo que queda es la deflación. "Exactamente eso es lo que ha recomendado, de forma correcta, la Comisión Europea", asegura el responsable del FMI al semanario austriaco Profil.En la entrevista, el experto y ex ministro francés de Economía admite que la estrategia será dolorosa. "Eso significa salarios y precios a la baja. Grecia tiene que seguir exactamente el camino inverso que ha imperado en los últimos años".Strauss-Kahn señaló que la falta de competencia del Estado en la rebaja salarial, más allá de la Administración pública, hace que sea "muy difícil poner en práctica el plan de apoyo aprobado por la UE". "Pero para los griegos no hay otra salida que ser más competitivos", advierte. En ese sentido, ha asegurado que hay estimaciones que señalan que en los últimos años el país ha reducido su competitividad respecto a Alemania en hasta un 25%.Sobre la posibilidad de que Grecia recurra a la ayuda del FMI, Strauss-Kah asegura que la institución que dirige está lista para ayudar a un Estado miembro que solicite ayuda, aunque expresó su deseo de que no se dé el caso.