Los espectadores se quedan con los tipos malos
El nuevo antihéroe televisivo está cerca de la cincuentena, es amoral y su carácter resolutivo le convierte en referente para tiempos difíciles.
Machista, con un punto xenófobo, brutal, corrupto... Los laboristas británicos asumieron que Gene Hunt, el protagonista de la serie Ashes to ashes, era un ejemplo de cuanto había de negativo en los ochenta thatcherianos. Así que decidieron superponer un rostro de David Cameron, candidato conservador, sobre la imagen del actor Philip Glenister. El plan sólo tenía un fallo: el público adora a Gene Hunt. Y ahora los conservadores usan su imagen en carteles como el de la imagen superior -con la frase "Arranca tu Quattro. Es tiempo de cambio. Idea amablemente donada por el Partido Laborista"-.
El exceso de buenismo de los laboristas les llevó a pensar que un antihéroe como Hunt genera rechazo en un público que, en realidad, viene adoptando como referentes en los últimos años a personajes televisivos cada vez más oscuros. Un ejemplo que también triunfa en España es Gregory House: un cincuentón amargado, al que su talento le ampara para comportarse como le viene en gana. El tipo sin miramientos, pero con una preparación óptima, que gustaría tener al lado en caso de una crisis, aunque haya que soportar sus defectos.
En el caso de Gene Hunt, un medio tan poco sospechoso de populismo como el Times londinense dedicó ya en 2008 un artículo a explicar su inesperada conversión en icono cultural: "En un mundo de contratos temporales e inseguridad laboral, la infalible lealtad de Hunt a su equipo -aunque incluya insultos ocasionales, como motejar a una detective 'bragas bonitas'- nos hace añorar un tiempo en el que el trabajo y los colegas eran para siempre". La red está repleta de páginas con las mejores frases del personaje. Ejemplos: "Está más nervioso que una monja enana en una cacería de pingüinos"; "Si llevaras la falda más corta podría ver lo que has desayunado", o la icónica "¡Bajen las pistolas! Están rodeados por bastardos armados".
En Estados Unidos, además del citado House, el personaje del momento es Don Draper, un publicitario de los años sesenta que encarna Jon Hamm en la serie Mad Men (en España, en Canal+). El personaje fue elegido el pasado año por el portal de internet ask.com como el hombre más influyente del año, por delante de Barack Obama. Machista, cruel, resolutivo... Draper es un triunfador de vieja escuela, que no entiende de RSC o corrección política. En su descargo ni siquiera puede ponerse el fondo irónico con el que es retratado Hunt: Draper es un amoral de una pieza.
Lo mismo puede decirse de Vic Mackey, el policía corrupto que encarnó Michael Chiklis durante las siete temporadas de The Shield (en AXN). Bautizado como "una mezcla entre Hannibal Lecter y Harry el Sucio", se ha convertido en un icono de la cultura rap, a la que precisamente se enfrenta persiguiendo la delincuencia en barrios de mayoría negra.
En los últimos premios Emmy, quien se impuso en la categoría de mejor actor fue Bryan Cranston, protagonista de Breaking Bad (AXN). Su personaje es un profesor de Química que, al diagnosticársele un cáncer terminal, empieza a sintetizar anfetaminas para traficar con ellas y dejar dinero a su familia.
Los 40 son los nuevos 20 para las actrices
Otra de las posible razones del triunfo de estos personajes maduros en la televisión está en el fenómeno de la "infantilización" del cine, que obliga a buenos actores ya veteranos a buscar refugio en la televisión. Entre los casos recientes masculinos pueden citarse a Tim Roth, Gabriel Byrne o incluso Dustin Hoffman, que prepara ahora una serie sobre hipódromos, Luck, con Michael Mann.Las actrices llevan más tiempo subidas al carro de las "cuarentonas, malas y sexys" en la televisión, en particular desde el nacimiento de Mujeres desesperadas. Hoy las habitantes de Wisteria Lane han sido superadas por Mary-Louise Parker, la protagonista absoluta de la serie Weeds, en la que encarna a una madre divorciada que debe dedicarse al trapicheo con marihuana para mantener a su familia, o por Edie Falco, que encarna a una enfermera politoxicómana y adúltera en Nurse Jackie. Courteney Cox, ex protagonista de Friends, fue finalista del Emmy el pasado año por Cougar Town. El eslogan con que se lanzó la serie es "Los 40 son los nuevos 20".