Redefinir el sector bancario
Mi obligación es señalar que el escenario obliga a reducir costes y reestructurarse". Así de tajante se mostraba hace unos meses el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En una intervención en San Sebastián se refirió, además, a dos acciones clave que deben abordar las entidades: redimensionar y racionalizar.
Estos dos conceptos son los pilares y el punto de inflexión de la situación del sector financiero español y sólo abordándolos con eficacia y rapidez será posible encarar de nuevo una fase de crecimiento. Pero redimensionar las entidades y racionalizar la operación no deja de ser especialmente difícil en un entorno en el que el cliente está condicionando de manera inequívoca la actividad del sector, marcando las pautas de la relación.
Redimensionar y racionalizar. Dos palabras que estuvieron apartadas durante años de bonanza económica y frenética actividad crediticia, y que en un futuro próximo pueden marcar la diferencia entre entidades de primer y segundo orden en función de si se aplican o no con celeridad.
A día de hoy, la banca atraviesa una situación reflejo, como no podía ser de otra forma, de las circunstancias que marcan a sus clientes, verdadero motor de su actividad. Así, nos encontramos con una economía real débil que ve reducida su nivel de financiación y actividad. El crédito, en consecuencia, está estancado y los ingresos de las entidades se ven impactados.
La crisis del sector inmobiliario y la fuerte tasa de desempleo hacen que el índice de morosidad, una ratio que fue indicador de fortaleza durante años, alcance niveles hasta hace poco impensables. Son por todos conocidos los esfuerzos que la banca está haciendo para enfrentarse a este problema: adelantar provisiones dotando 6.522 millones de euros, fortaleciendo las políticas de admisión de riesgos, tratando de reestructurar sus modelos de gestión de recuperaciones. Las entidades han tenido que adoptar decisiones rápidas y tomar las riendas de negocios que tradicionalmente, si bien formaban parte de su actividad, lo hacían en menor medida, como el recobro y la gestión de adjudicados. En muchas ocasiones han hecho frente a este problema, aplicando más músculo que reflexión y sin tener en cuenta que es fundamental conocer a qué nos enfrentamos y los puntos de nuestro proceso en los que debemos incidir para mejorar la eficiencia.
El impacto de este estancamiento, cuando no reducción, de ingresos y márgenes consecuencia de la crisis económica, se ve acrecentado en el entorno actual de tipos de interés bajos, lo que presiona aún más a las entidades financieras a operar con mejores niveles de eficiencia.
El deterioro en las ratios de capital está dificultando el acceso a las fuentes de financiación de algunas entidades. Para hacer frente a las importantes necesidades de liquidez, que los compromisos financieros a corto plazo y las frecuentes operaciones de refinanciación exigen, se ha reabierto la guerra por la captación de pasivo.
Así, la incorporación de nuevos clientes es otra de las prioridades del sector, claramente palpable a tenor de la multitud de lanzamientos de nuevos productos, como por ejemplo depósitos con alta rentabilidad o cuentas nómina. Es raro encontrar una entidad que no haya salido al mercado con alguna cuenta o depósito de atractiva remuneración destinado a atraer los fondos de nuevos clientes. ¿Cambian las prioridades? ¿Qué pasa con los grandes esfuerzos que se han hecho durante los últimos 15 años para fidelizar a los usuarios? Captar nuevos clientes es importante y puede que hasta necesario, pero no podemos olvidarnos de los que ya tenemos. En el entorno actual, mantener la recurrencia en los ingresos se convierte también en un elemento clave, y son las relaciones duraderas, aquellas en las que la entidad consigue fidelizar a sus clientes con valor, las que realmente amortizan el coste de la captación. Es preciso, por ello, combinar las estrategias de adquisición de nuevos usuarios sin olvidar las políticas de retención y fidelización
Desde Capgemini nos proponemos analizar cada mes las claves del escenario actual de la banca. Con una serie de artículos, los expertos de la compañía, avalados por un amplio bagaje de experiencia profesional nacional e internacional, abordarán las claves y los retos que enfrenta el sector financiero español en un año complicado y lleno de incógnitas. Un año, trascendente para el sector y que puede marcar definitivamente importantes diferencias entre las entidades según afronten los problemas actuales.
Vicepresidente de servicios financieros de Capgemini